Las cocinas modernas en 2025 están repletas de novedades: algunas están relacionadas con los materiales de tendencia, otras con la distribución y el equipamiento, y otras con la tecnología y los electrodomésticos. Es el caso de las innovaciones sobre las que vamos a hablar hoy: las que se refieren a la zona de cocción de los alimentos. Se trata de los sistemas de inducción invisible, de las placas flexibles y de los fogones integrados en la encimera. Soluciones que, además de las prestaciones y la funcionalidad, tienen muy en cuenta el diseño y la estética.

¿Qué es la inducción invisible?
Si lo tuyo son las cocinas minimalistas, sobrias y con pocos elementos, te va a encantar esta idea que consiste en instalar la placa de inducción debajo de la encimera, de forma que queda oculta a la vista. De esta manera no se ve la placa, ni los fuegos ni los mandos. Es como si cocinaras sobre la encimera, sobre una superficie sin cristal ni placa alguna. No se ven fogones, ni mandos ni otros elementos. Estos sistemas son lo último para las zonas de cocción, un sistema perfecto en cocinas modernas de aire contemporáneo. La clave de la inducción invisible es que, mientras no coloquemos una cazuela al fuego y accionemos su funcionamiento, lo que tendremos es una encimera normal y corriente.

¿Cómo funciona una placa de inducción invisible?
En principio, las placas de inducción invisible funcionan igual que las de inducción al uso, con la diferencia de que en este caso la placa está debajo de la encimera y permanece oculta. Cuando se coloca una cazuela, olla o sartén sobre el fuego de la placa y se activa el funcionamiento, la base del recipiente se calienta de forma rápida, permitiendo el cocinado. Se genera un campo electromagnético que transfiere energía directamente a las cazuelas que se está utilizando. El sistema de estas placas de cocción es rápido, limpio y seguro. Dado que el calor se transfiere directamente a la base de la cazuela, la encimera no quema, tan solo se calienta muy ligeramente, lo que aumenta la seguridad al cocinar.

Estética y diseño 'nivel PRO'
Gracias a esta tecnología avanzada de la inducción invisible, el estilo y la elegancia de la cocina se disparan. El hecho de no tener a la vista placas, fuego o quemadores hace que el espacio quede mucho más despejado. Se disfruta de una encimera limpia, simple y en orden. Visualmente, la cocina gana en sobriedad y organización. Por eso, y aunque es un sistema perfecto para cocinas de cualquier estilo, alcanza su máximo nivel estético en cocinas minimalistas.
A la hora de marcar la posición de los fuegos, en la encimera hay unas pequeñas hendiduras en forma de cruz o círculo que indican dónde debemos colocar las cazuelas. Pasan inadvertidas y solo se ven si te fijas, a la hora de cocinar.

Ventajas de la inducción invisible
Son muchos los beneficios que tienen los sistemas de inducción invisible, y no solo a nivel de diseño, sino también en cuanto al funcionamiento:
- Desde un punto de vista estético, este tipo de placas de cocción se integran de forma natural y total en el diseño de la cocina. La placa queda oculta, lo que favorece la naturalidad y el minimalismo en la cocina.
- El sistema es eficiente, desde un punto de vista energético. Transfiere el calor directamente a la base de la cazuela, lo que minimizan las pérdidas de energía. Además de esta disminución del consumo eléctrico, las placas de cocción calientan de forma muy rápida.
- En cuanto al control de la temperatura, es preciso y funcional. Se regula desde un mando y ofrece diversos niveles de temperatura, para que puedas ajustarla en función de lo que estés cocinando.
- Las placas de cocción son muy seguras. La encimera apenas se calienta, por lo que no existe riesgo de quemaduras. Lo único que se calienta más es la base de las cazuelas.
- Limpieza rápida y sencilla. Tan solo necesitas unos segundos para repasar la encimera y tener la cocina limpia. Más fácil, imposible.

¿Necesitas cazuelas especiales?
Para funcionar al máximo nivel, la inducción invisible necesita un menaje especial que distribuya bien el calor y que no provoque una transferencia demasiado alta de calor a la encimera. Es necesario que las cazuelas y sartenes queden separadas unos 3 o 4 mm de la encimera, evitando así daños en la placa. Las cazuelas aptas para placas de inducción invisible cuentan con una especie de pivotes que permiten esta separación mínima.
Un consejo: si no quieres cambiar de golpe todas tus baterías, sartenes, ollas, cazuelas y otros utensilios de cocina, puedes utilizar unas piezas de silicona, o distanciadores, que sirven para poder utilizar tu menaje de inducción de siempre en las placas invisibles.

Apuesta por placas de cocción flexibles
Ya se trate de placas de inducción al uso o invisibles, los modelos flexibles son una innovación que también merece la pena tener en cuenta. Se trata de placas de cocción con una superficie que no está delimitada por fuegos o 'fogones', sino que ofrecen una zona amplia: coloques donde coloques la cazuela, la base de esta se calentará y podrás cocinar sin tener en cuenta si pones la cazuela sobre el círculo del tamaño adecuado o no. Existe un amplio repertorio de modelos para elegir: una zona flexible con dos fogones delimitados, con varias zonas independientes que se pueden unir para crear una zona de cocción más amplia, etc.

Fogones de gas integrados en la encimera
Además de la solución que aportan las placas de inducción invisible, existen otras alternativas también innovadoras, aunque totalmente diferentes a la anterior. Una de ellas son los fogones de gas integrados en la encimera de cocina, un sistema eficaz y moderno que puede adaptarse a espacios de todos los estilos decorativos. Se trata de una tendencia moderna, que recuerda a los sistemas de antaño. El resultado son cocinas funcionales y elegantes, con tecnologías diferentes.
Este sistema de cocción basado en fogones integrados hace gala de numerosas ventajas. Además de la estética conseguida, que transmite modernidad al espacio, existen otros beneficios por los que merece la pena instalar este tipo de fogones. Son prácticos funcionales y consumen poca energía. ¿Te animas a instalarlos?

Quemadores a la última
Este sistema de cocción moderno y funcional consiste en instalar quemadores de gas sobre la encimera. No llevan una placa de base, sino que se integran directamente sobre la superficie de la encimera. Lo normal es dejar bastante distancia entre los distintos quemadores, de forma que el espacio no sea un problema y podamos cocinar con cazuelas y sartenes grandes. Por otro lado, es posible crear diferentes configuraciones a nuestro gusto. Existen varios tipos de quemadores para elegir, de llama baja o de llama alta. También puedes seleccionar el tamaño y el material (de latón, con acabado en negro, etc.), así como dónde colocar los mandos de los fogones, que pueden ir en la encimera o en la parte frontal, de forma que dejen más espacio libre a la superficie de trabajo.
Un consejo: a la hora de elegir el material para la encimera, si quieres instalar fogones integrados, este debe ser resistente y duradero como el porcelánico, la piedra natural como granito o mármol, cerámica, vidrio o acero inoxidable. No están aconsejadas las encimeras de madera o laminadas.

Diseño inspirado en la tradición
Una de las cosas que más nos gustan de los fogones de gas integrados en la encimera, además de sus funcionalidades y ventajas a nivel técnico, es su estilo que nos recuerda a las cocinas de antes. Los quemadores suelen ser grandes y, aunque cuentan con la tecnología más avanzada, poseen una apariencia un tanto tradicional. Resulta muy interesante instalar este tipo de fogones en cocinas ultramodernas. Como otros alicientes se puede destacar que es posible elegir el número de fogones deseados, así como su posición en la encimera, lo que proporciona una gran libertad a la hora de diseñar la cocina.

Ventajas de los fogones integrados
Además del diseño, un tanto retro, de los fogones integrados en la encimera, estos tienen otras ventajas que merece la pena destacar.
- Ofrecen mucho espacio para trabajar en la cocina. Esto es una ventaja práctica que nos permite poder trabajar con comodidad.
- No transfieren calor a la encimera. Las cazuelas quedan separadas de la superficie de la encimera por un espacio mínimo, pero suficiente (en torno a 1 cm).
- Los fogones se desmontan y se limpian fácilmente.
- Es posible elegir diferentes formatos para los fogones, y también distintos tamaños. Así, la encimera quedará más y mejor integrada a la cocina según el espacio disponible y nuestras costumbres al cocinar.