Los estilos decorativos no tienen por qué competir entre sí. Puede que en cada momento destaquen algunos más que otros, pero sus fundamentos permanecen intactos y atemporales. Esto es lo que sucede con el minimalismo, un estilo que continúa en la cresta de la ola. Si te apasiona el “menos es más” toma nota de las claves para decorar (y equipar) una cocina de estilo minimalista y hazlas tuyas.
La importancia de lo esencial
Repítelo como un mantra: “no acumular”. Este es el objetivo que ha de perseguir cualquier proyecto para una cocina minimalista. Está en el propio concepto: el minimalismo aboga por recuperar lo esencial y deshacernos de todo lo que sea superfluo.
Esto, en la cocina, adquiere especial relevancia: ¿quién no ha comprado más de un accesorio culinario que finalmente ha quedado arrumbado en un cajón o en un armario? ¿Cuántos utensilios tienes para cortar, pelar, amasar, etc., que nunca usas? Por todo esto, lo primero que debes hacer es un repaso a lo Marie Kondo de todo lo que guardas en tu cocina, y dejar lo estrictamente necesario. Lo demás sobra.
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