Las cortinas están de moda y tienen un papel principal, tanto en viviendas clásicas, como rústicas o modernas. A estas alturas, nadie duda de su aportación a la decoración de la casa. Por una parte, ayudan a controlar la entrada de luz y, por otra, visten, aportan elegancia, proporcionan frescura y hacen más acogedoras las estancias. Eso sí, es importante elegirlas correctamente y saber cómo colocarlas, para que luzcan con estilo, equilibren proporciones y potencien las ventajas del espacio.
Para evitar caer en errores de principiantes, hemos pedido consejo a Arteo Home, firma especializada en cortinas a medida. Estos son sus 10 consejos para vestir las ventanas y hacer que sean tan prácticas como estéticas.

Evita colgarlas demasiado bajas
Es uno de los errores que cometemos casi sin darnos cuenta y que, sin embargo, más influye en el aspecto final de la estancia. “Colocar la barra de cortina demasiado baja. En este caso lo que recomendamos es instalarla lo más cerca posible del techo, tanto para que la habitación parezca más alta como para ocultar el cajón de la persiana, cuando lo hay”, aconsejan desde Arteo Home.
De esta manera, colgarlas a la altura ideal ayuda a equilibrar las paredes y hace que las cortinas luzcan más. No existe una medida estándar, pero ante la duda, calcula unos 15 cm sobre el marco.

Procura dejar espacio a los lados
Otro error muy común, señalan desde Arteo Home, es dejar la barra de cortina corta. "Siempre recomendamos que sobresalga, al menos un 10% del ancho de la ventana por cada lado, lo que hará que la cortina no bloquee la luz y, por tanto, la habitación quedará más luminosa. Es decir, para una ventana de 200 cm la barra debería sobresalir 20 cm por cada lado”, señalan los especialistas en cortinas y mantelerías a medida.

Mejor largas que demasiado cortas
Si hay un error que puede echar por tierra el mejor estilismo es colocar unas cortinas demasiado cortas. No hay excusa posible. Se trata de ser generosa con la tela y con su largo. “Unas cortinas cortas hace que el espacio no quede equilibrado visualmente. Nuestra recomendación es dejarlas a ras de suelo o con un arrastre de entre 5 a 15 cm. Un pequeño arrastre aporta elegancia y, además, ayuda a disimular irregularidades en el techo o suelo, si las hay”.
Este efecto logrará un efecto fresco en los modelos veraniegos y un toque dramático en las 'pesadas' caídas de invierno. Por lo tanto, siempre es un acierto.

Según arrastren logran un efecto diferente
Para ayudarte en la tarea, los especialistas también establecen distintos tipos de arrastre, en función de la estancia y del estilo de la misma. Así, para espacios con mucho tránsito, como accesos a la terraza o cocinas, recomiendan que arrastre 1 cm, ya que resulta más práctico y moderno. Mientras que, si quieres dar una pincelada clásica, pero funcional, "extiende la cortina 5 cm más del suelo, lo que da un toque elegante, sin comprometer la practicidad".
Para salones y dormitorios en los que quieres una ventana que combine confort y lujo, lo ideal es que la cortina arrastre hasta 10 cm, 15 cm, si buscas un "efecto teatral y un aire de grandeza".

Casi siempre, dos mejor que una
Lo hablábamos antes, a la hora de vestir las ventanas es importante que no quede raquítica. Ante la duda, siempre es preferible que sobre tela a que falte. En estos casos, mejor pasarse que quedarse corta. Por eso, desde Arteo Home lo tienen claro: "Siempre que sea posible, es mejor dos cortinas en lugar de una, ya que la simetría enmarca la ventana con armonía, reforzando la sensación de equilibrio y orden en la habitación”.

Ten en cuenta el tamaño y la forma de la ventana
En el resultado final, todos los aspectos son importantes. Por eso, además del largo y ancho, debemos tener en cuenta otras cuestiones. Así, "en el caso de ventanas de tamaños y formas poco convencionales, lo más recomendable es optar por cortinas confeccionadas a medida. Esto es clave para adaptar cada pieza a las particularidades del espacio y garantizar un resultado estético y funcional. Merece la pena invertir en algo que no vas a cambiar todos los años, pero que sí vas a ver todos los días”, matizan desde Arteo Home.

Lino, la estrella del verano
Las cortinas son siempre bienvenidas a nuestra casa, pero en función de la temporada se llevan en un tipo de tejido, color y estampado diferente. Así, durante el invierno, queremos que sean cálidas, confortables y agradables al tacto, y damos rienda suelta a los colores intensos y a cierto maximalismo. Mientras que, al llegar el verano, buscamos modelos frescos y ligeros, que dejen pasar la luz y la brisa. En esta época estival, los tejidos naturales son protagonistas y entre ellos destaca, especialmente, el lino.
“Una de sus mayores ventajas es que es una fibra natural altamente transpirable que, gracias a su estructura, permite una excelente circulación del aire, contribuyendo a mantener los ambientes frescos, sin bloquear la luz natural. Al componerse principalmente por celulosa, absorbe la humedad rápidamente y mantiene los espacios secos. Sin olvidar que posee propiedades antibacterianas que impiden que las bacterias se desarrollen y se produzcan olores desagradables", señalan desde Arteo Home, especialistas en cortinas de este material.

El sistema de sujeción importa
Si quieres que tus cortinas 'levanten' el look de tus estancias, además del tejido, el tamaño y respetar ciertas medidas, es importante, elegir el sistema de sujeción adecuado. "Existen diferentes tipos de soportes (de pared, de techo o laterales) que pueden ajustarse según el caso. Además, hay soluciones específicas para ventanas en esquinas, como codos para barras o rieles flexibles, que se adaptan perfectamente a superficies curvas”.

Cómo lavarlas adecuadamente
Evidentemente, depende del tipo de tejido, por lo que es importante seguir las recomendaciones indicadas en la etiqueta, según cada fabricante. "En el caso del lino, recomendamos no lavarlas a altas temperaturas, mejor a unos 30 °C y en un programa suave o para prendas delicadas. Evita el uso de lejía o detergentes agresivos, ya que debilitan la fibra y, además, pueden amarillear el tejido".
El secado también es importante, los expertos aconsejan "dejar que las cortinas se sequen al aire, siempre que sea posible. Hacerlo bien extendidas y a la sombra, ya que el sol directo puede hacer que el tejido se estropee o se decolore”.

Planchar o no planchar
Aunque hay cortinas que no necesitan plancha, siempre que las cuelgues húmedas y las estires bien, las de tejidos como el lino, que se arruga con facilidad, este truco no funciona. En estos casos, los expertos recomiendan "plancharlas a temperatura media, utilizando vapor, idealmente cuando aún estén algo húmedas. Así será más fácil el planchado. Otro de los trucos es utilizar un paño de algodón entre la plancha y la tela, para evitar brillos o marcas”.
Como no se trata de estar todo el día poniendo la lavadora, "es aconsejable que, entre lavados, se sacudan suavemente de vez en cuando y ventilar la habitación, para evitar que acumulen polvo y olores”.