Desde el orden hasta el aroma, pasando por detalles que te harán sonreír al abrir la puerta. Te proponemos una checklist imprescindible para preparar tu casa para las vacaciones y cerrar la puerta con la sensación de haber hecho los deberes. 10 ideas sencillas, visuales y prácticas para dejar tu casa lista para el descanso… incluso cuando no estés en ella.

Limpieza previa y con aroma a calma
Más allá de sacar la basura y vaciar la nevera, dedícale un rato a realizar una limpieza ligera pero significativa a tu casa. No basta solo con barrer o aspirar, hay que ventilar, limpiar encimeras y suelos, lavar textiles… Esto dejará un agradable aroma en la casa. El hecho de irte con la casa a punto hace que también te reciba un espacio limpio y ordenado y lo agradecerás al volver.
Truco deco: deja recipientes con agua aromatizada en cada estancia para que se evapore poco a poco y así compensar la sequedad de la vivienda. Proyecto de Alberto Torres Interiorismo.

Cubos vacíos, desagües limpios y enchufes revisados
Haz una lista de repaso para "justo antes de salir". Son muchas cosas las que hay en la cabeza y si haces una lista con las prendas de la maleta, también tu casa se merece ese repaso. Como los olores son el gran enemigo de la vuelta, anota vaciar cubos de basura, limpiar los filtros del fregadero (puedes echar un chorrito de vinagre por los desagües), repasar el contenido de la nevera…
También es buen momento para desconectar electrodomésticos pequeños, apagar regletas y revisar enchufes. Incluso poner el modo vacaciones en el frigorífico, para que gaste menos aunque se quede enchufado. Más seguridad, menos sorpresas. Detalle de regleta de enchufes en la encimera de cocina, de Mobalpa.

La cama, como en un hotel 'boutique'
Deja las sábanas limpias, suaves y bien estiradas. Sí o sí, planchadas. Y dale un repaso de lavadora a toda la ropa de cama. Como te indicábamos antes, es buena idea para que la cama te reciba a la vuelta con un aroma fresco y que se quede perfectamente vestida. Alargarás la sensación de hotel. Cuida especialmente los aromas al lavar y después, con perfumes adecuados para textiles. Los tejidos de algodón o lino transpiran y son agradables al tacto. Cuando regreses del verano, aún hará calor. Mobiliario de la firma Maisons du Monde.
Truco para aromatizar: Añade una ramita seca de lavanda en la mesilla o un pequeño ramillete de eucalipto.

Protege la casa
Esencial para tu tranquilidad es que dejes tu casa bien cerrada y protegida. Asegúrate de cerrar todas las ventanas y puertas e, incluso, de contar con algún sistema de seguridad o cámaras. Pueden ser dispositivos que controles desde tu smartphone o que estén vinculados con un servicio de seguridad. Cámaras, sensores de movimiento, señales acústicas, sensores de apertura de ventanas y puertas… Las persianas también suman un refuerzo. Proyecto de la arquitecta Claudia Muñoz.

Sistemas programados para el encendido de luces
Siempre puedes programar con enchufes o bombillas inteligentes el encendido de las luces a determinadas horas para simular presencia. También es posible hacerlo con una radio. Esto te dará paz mental. Aplicable también a un sistema de accionado de persianas. En la imagen, la lámpara de pie Matilde de Faro Barcelona.

Luz natural: protege, pero no encierres
Al dejar la casa vacía por vacaciones hay que evitar el calor directo. Para ello deja bajadas las persianas parcialmente y corre las cortinas. Evitarás ese calor directo y protegerás muebles, pero dejarás pasar algo de luz natural. Tu casa no parecerá cerrada y mantendrá una temperatura más agradable. Mobiliario de la colección Gabrielle de Tikamoon.

Plantas agrupadas (más hidratación)
Las plantas también se van de vacaciones… juntas. Agrúpalas en un mismo rincón, cerca de una ventana (sin sol directo) para que mantengan mejor la humedad. Si nadie puede regarlas, usa conos de autorriego o botellas invertidas. En el exterior, instala un sistema de riego automático para que no sufran tu ausencia y cuidados. Proyecto de The Room Studio.

Superficies despejadas: paz visual garantizada
La regla es sencilla: lo que no suma, resta. Antes de irte, despeja mesas, encimeras y escritorios. Guarda papeles, revisa el recibidor, y deja solo lo esencial a la vista. Esa paz visual será la que te reciba a tu vuelta. Cuando regreses con calma del descanso, te apetecerá seguir así y no tener que ponerte a organizar todo. Proyecto de Luzio Studio.

Aromas naturales que se quedan en casa
La aromatización es clave para que tu casa no pierda su esencia durante tu ausencia. Ya hemos mencionado el truco de colocar recipientes con agua aromatizada. También puedes usar bolsitas de lavanda, saquitos de arroz con aceites esenciales, o difusores de varillas en zonas estratégicas. Elige aromas frescos: menta, limón, romero, lavanda… El objetivo es que tu casa huela a limpio y a ti. Mobiliario y accesorios de la forma La Redoute Interieurs.

Un guiño para ti y los tuyos
Se trata de tener una sorpresa para la vuelta. Un espacio para ti y los tuyos, el mismo o cada uno el suyo. Una vela nueva, una flor seca en jarrón, una postal, una cita o una frase con significado o fotografía bonita… Busca jugar con las emociones. Puede ser un café especial junto a la cafetera, un libro que alguien quiere empezar a leer o una playlist de regreso para disfrutar mientras se deshace la maleta. Será un bonito reencuentro con la vuelta a casa. Proyecto de Natalia Zubizarreta Interiorismo.