Marc Borrós, interiorista: "En una casa en la playa, la luz, la calma y la esencia del mar deben sentirse en cada rincón”

La reforma de esta vivienda en la Costa Brava, realizada por el estudio de interiorismo catalán, nos da las claves para actualizar y diseñar una segunda residencia perfecta.

25 de junio de 2025 - 18:00 CEST25 de junio de 2025 - 18:00 CEST

Cuando llega el verano, la vida se traslada al exterior y, para muchos, a la casa de la playa. Ese lugar donde desconectar, descansar e, incluso, teletrabajar, en una atmósfera más agradable y en calma. La reforma de esta casa en la Costa Brava, llevada a cabo por Borrós Interiorisme, nos ayuda a lograr la decoración que necesitamos para que una segunda residencia cumpla con todos los requisitos estéticos y funcionales que buscamos.

Desde un interiorismo sencillo hasta un estilo tranquilo con aires marineros, una ventana al entorno, que nos permita contemplar las vistas y lograr que entre el exterior, o la elección de materiales y texturas naturales, que refuercen la calidez y el placer sensorial. Como dice, Marc Borrós, responsable del estudio, "en una casa en la playa, la luz, la calma y la esencia mediterránea deben sentirse en cada rincón”. En esta, nosotros, lo sentimos. Prueba a ponerlo en práctica en la tuya y prepara tu hogar vacacional para estos días de descanso.

Terraza de estilo marinero con bancos, almohadones azules, suelo porcelánico y vistas al mar

Cede la belleza al entorno

Si cuentas con un entorno idílico, haz que sea tu mejor cuadro. Una casa en la playa vive de puertas para fuera, aunque no estés en primera línea, de manera que las estancias miran hacia el exterior, cediéndole terreno en el día a día.

“El proyecto se centra en una premisa clara: lograr una conexión fluida entre el interior y el paisaje. En esta edificación, típicamente mediterránea, se ha buscado destacar su apertura al exterior. Para ello, se ha apostado por una estética natural, sencilla y muy marinera, que cede protagonismo a la belleza del entorno. Concebida como una casa de vacaciones para seis personas, está pensada para disfrutar de las impresionantes vistas y de la cercanía con el mar, que desde la terraza parece casi como si se pudiera tocar”.

Cocina con isla y comedor, cocina blanca y azul, comedor con mesa blanca, lámparas de techo de fibras, sillas de fibras naturales, suelo porcelánico efecto madera

Saca partido al exterior

No solo se trata de darle al entorno un papel principal en la decoración, sino también de incorporarlo dentro de casa, para que sume metros, potencie la luz y cree la sensación de desahogo y fluidez. Por eso, deja que las vistas entren, abre las ventanas, recurre a cortinas ligeras, no obstaculices el paso del sol y, como decimos siempre, apóyate en colores claros y texturas naturales.

En esta vivienda, los grandes ventanales y los espacios exteriores son clave para conseguirlo. Así, "la zona de día se abre generosamente al exterior, gracias a las amplias terrazas perimetrales" que oxigenan y establecen una comunicación directa.

Comedor con suelo porcelánico efecto madera, mesa blanca cuadrada, sillas de fibras vegetales, lámparas de techo de fibras vegetales

Busca la funcionalidad

Una casa en la playa debe contar con ese aire de vacaciones perpetuas, pero sin dejar de ser funcional y cómoda. Debe equiparse con todo lo que necesitas, desde un sofá para echarse la siesta hasta un rincón para trabajar o una mesa de comedor que valga para todo.

En esta vivienda de la Costa Brava, Borrós destaca el papel de los materiales. "Su resistencia y durabilidad ha sido también una prioridad, dado el uso turístico del inmueble. Así, el suelo porcelánico, efecto madera, refuerza el carácter cálido y marinero de la vivienda, aportando además practicidad y confort".

Dormitorio con paredes de madera, balda, mesitas de noche, lámpara de techo

Di sí a los materiales y texturas naturales

Una de las maneras de crear atmósfera y lograr espacios en calma es a través de los colores claros y los materiales y texturas naturales. El estudio Borrós Interiorisme ha incorporado en las distintas estancias fibras vegetales, lino o algodón, tanto en piezas principales como en accesorios.

"Como si de una cabaña idílica frente al mar se tratara, las paredes de uno de los dormitorios se han revestido con madera muy clara. Un ambiente muy acogedor que se complementa con ropa de cama y cortinas de tejidos naturales y lámparas suspendidas de ratán".

Terraza de estilo marinero, con banco de obra, butacas con asientos de rayas azul y blanco

No renuncies al azul y al blanco

Si hay un estilo que te haga pensar en vacaciones y días relajados, ese es el marinero. Una decoración, natural y atemporal, que huele a mar y que posee la capacidad de rebajar la temperatura y aportar frescura cada rincón. Para imprimir ese toque, "hemos trabajado con una paleta de colores, con el blanco y el azul dominantes, que evoca el alma del Mediterráneo". Podemos ver este dúo cromático en la terraza, donde los bancos y las butacas juegan con él, en la cocina, los dormitorios o el salón. Nada se escapa a su espíritu veraniego.

Potencia la luz natural

Durante el verano los días son más largos y la luz natural debe ser una aliada en la decoración de la casa de la playa. Y no solo por el bien de tus estancias, sino también por el tuyo, ya que refuerza nuestro sistema inmunológico y mejora nuestro estado de ánimo

En esta vivienda, los grandes ventanales permiten que se cuele dentro y hacen que el mar esté siempre presente. Además, “las paredes blancas actúan como un lienzo que potencia la luminosidad, mientras que los textiles naturales aportan textura y suavidad". Sin olvidar, los espejos, como los de la pared del sofá.

Salón con gran ventanal, sofá blanco de lino, cojines azules, espejo con el marco de madera, mesa de centro blanca, alfombra, cortinas beiges

Crea ambientes en calma

Que contribuyan a desconectar y sumen un plus de calma y relajación. Algo que consigue esta vivienda fresca y acogedora, auténticamente mediterránea, que invita al descanso y celebra la conexión con el paisaje costero.

Todas las estancias abogan por esa atmósfera tranquila. Así, el "salón está presidido por un sofá a medida, en forma de L, tapizado en lino natural y rematado con un ribete azul marino, un guiño a la esencia marinera de la casa. El espacio se completa con algunos elementos en madera natural, como un espejo enmarcado y una butaca, que contribuyen a un ambiente con la dosis perfecta de calidez y frescura propia de una residencia veraniega"

Dormitorio con gran ventanal, alfombra y ropa de cama de lino, rincón de lectura con con butacas y mesa auxiliar, cortinas beiges

Haz que sea acogedora y agradable

Tu casa debe siempre hacerte sentir bien y cómoda. Y tu hogar de vacaciones no es una excepción. Al revés, debe ser aún más amable y acogedora. Como señala, Marc Borrós, debe ser "un espacio confortable y sereno, diseñado para disfrutar de días de descanso junto al mar”.

Para ello, todo debe jugar a tu favor. Desde los colores, suaves y relajantes, hasta los materiales, naturales y agradables al tacto. Se trata de crear una atmósfera que te envuelva, sin darte calor, por supuesto, y te haga sentir a gusto. ¿Te imaginas leer un libro en este rincón del dormitorio?

Apuesta por una decoración sencilla y limpia

Si buscas descanso y relajación, la distribución y la decoración deben acompañarte. Opta por una organización fluida y cómoda de los espacios, donde todo esté a mano, se respeten las distancias, no haya demasiados muebles y puedas moverte de un ambiente a otro fácilmente. En la sencillez está la clave.

La cocina de esta casa de la Costa Brava, diseñada por Borrós Interiorisme, es un ejemplo. "Abierta al comedor, la brisa marina y la luz natural llega a todos sus rincones. La belleza de las formas simples, con mobiliario a medida, sin tiradores, donde la pureza del blanco se combina con módulos en un potente azul Klein". Mientras que la isla blanca, se ha colocado estratégicamente frente al comedor que da al gran ventanal que da al mar, lo que permite realizar tareas cotidianas en la zona de aguas y, a la vez, deleitarse con unas vistas espectaculares.