Cuando nos planteamos reformar el baño, buscamos fotos inspiradoras que nos den ideas para que esté a la última. Pero, como sabes, las tendencias vienen y van y, al planificar un cambio tan sustancial, es importante no dejarse llevar por modas pasajeras. Sin embargo, hay soluciones que no solo están en sintonía con las tendencias actuales, sino que también resisten el paso del tiempo. Son ideas que consiguen un baño mucho más funcional, te ayudan a ampliar el espacio y mejoran la estética del baño. Te ofrecemos varias propuestas atemporales que no solo embellecen tu baño, sino que lo transforman en un espacio más cómodo y con personalidad.

Una hornacina en la ducha: orden y estilo minimalista
Añadir una hornacina en la pared de la ducha es una decisión práctica y elegante. Este pequeño hueco integrado en el revestimiento de la ducha permite mantener los productos de higiene personal a mano, evitando que dejes los botes en el plato de la ducha o que tengas que colocar estanterías que recarguen el espacio. Se trata de una solución estética que ofrece un look limpio y muy actual. Puedes ir revestida con el mismo material que la pared de la ducha o diferenciarla con azulejos decorativos que destaquen su presencia.
Asimismo, puedes planificarla con iluminación integrada. Eso sí, tendrás que tener en cuenta que la tira led tenga la protección IP necesaria para ir en la zona de la ducha.

Cisterna empotrada: un diseño limpio con soluciones que regalan estilo
Si vas a cambiar los sanitarios, apuesta por instalar una cisterna empotrada. Esta opción elimina ruido visual, ya que al quedar la cisterna oculta en la pared, el inodoro adquiere una presencia mucho más ligera. Pero, además, la zona superior invita a instalar soluciones de almacenaje. Así, puedes aprovechar la parte superior de la estructura con una balda decorativa o un armario a medida. En cualquier caso, ese espacio se convertirá en una zona práctica para colocar unas cestas en las que guardar el papel higiénico o darle un plus decorativo al baño con unos cuadros, unas velas o plantas.

Almacenaje oculto: mejor si no se ve
Uno de los grandes retos a la hora de reformar el baño es contar con soluciones de almacenaje que nos ayuden a mantenerlo ordenado sin renunciar a la estética. Aquí entra en juego el almacenaje oculto, una propuesta infalible para mantener la armonía y el equilibrio.
Los armarios tipo camerino son una solución práctica que pasa desapercibida y no se come los metros. Pero si hay espacio, te recomendamos que apuestes por una idea más discreta: un armario integrado tras frentes lisos. El resultado es un ambiente más sereno, despejado y donde reina el orden.

Revestimientos que parecen madera: calidez garantizada
Uno de los problemas del baño es que es una estancia fría por definición. Es cuando la madera entra en juego. Pero, al tratarse de un material que no soporta bien las zonas húmedas, es mejor decantarse por revestimientos cerámicos que la imitan. Los diseños más actuales ofrecen acabados muy realistas, con vetas, texturas y tonos que aportan calidez sin renunciar a la resistencia. Puedes usarlos en el suelo o en una pared destacada para transformar por completo el ambiente.
A nivel práctico, se limpian con facilidad, no requieren mantenimiento y aguantan perfectamente el paso del tiempo.

Espejos retroiluminados: luz con estilo
Los espejos retroiluminados tienen la capacidad de cambiar por completo la estética de tu baño, pero también lo hacen más cálido y funcional. Este tipo de espejos con iluminación integrada no solo elevan la estética del baño, sino que ofrecen una fuente de luz secundaria que mejora la visibilidad al maquillarte o afeitarte.
Gracias a estos espejos, la luz se distribuye de forma homogénea, evitando sombras. Además, hay modelos con regulación de intensidad, distintas temperaturas de color o, incluso, RGB. Su estética limpia y minimalista es perfecta para evitar Además, con su instalación podrás prescindir de colocar apliques a los lados del espejo o encima, liberando el espacio.

Un murete separando el inodoro: privacidad con estilo
Cuando el baño es compartido, una buena opción es separar el inodoro con un murete bajo. Esta solución mejorará la sensación de intimidad sin sacrificar la estética. De hecho, para restarle peso visual, evita que sea un tabique hasta el techo: un muro bajo, de unos 120 centímetros de alto, delimitará la zona sin oscurecer el espacio.
Puedes aprovechar su parte superior para colocar una balda decorativa o incluso integrar una pequeña hornacina en su lateral. Si eliges un acabado diferente al del resto del baño, puedes usarlo también como elemento decorativo.

Un mueble suspendido: lo que necesita todo baño pequeño
Cuando el baño tiene pocos metros, los muebles que colocamos en él es crucial. Un mueble suspendido aportará ligereza visual y facilitará la limpieza del suelo. No se trata solo de una cuestión estética: al estar anclado a la pared, es una solución que da sensación de que el baño es más grande.
Los modelos actuales ofrecen cajones amplios y sistemas de cierre suave, lo que garantiza orden sin sacrificar el espacio de guardar. Puedes combinarlo con un lavabo integrado o con una encimera de superficie continua, dando como resultado un baño funcional y moderno.

Muebles que se adaptan al espacio
Si estás pensando en reformar el baño, olvídate de los muebles estándar que no encajan del todo. Es mejor apostar por un mueble de baño a medida diseñado para ajustarse a las características reales de tu baño. Un buen ejemplo son los muebles con encimera que se adaptan a la arquitectura y espacio de la estancia, con una zona más larga, pero menos profunda, aprovechando el ancho de la pared sin invadir el paso. Es una gran solución para baños estrechos o en forma de L, así como para muebles de baño con lavabos dobles, ofreciendo un plus más personal.

Pared del lavamanos llena de color
La pared en la que se apoya el lavamanos es uno de los puntos focales del baño, y por eso tiene un enorme potencial decorativo. Puedes convertirla en el centro de todas las miradas si apuestas por un revestimiento con personalidad: desde un papel pintado vinílico con motivos orgánicos hasta un porcelánico con diseño geométrico o textura tridimensional. Esta elección no solo aporta carácter, también crea profundidad y ayuda a definir visualmente la zona del lavabo, separándola del resto sin necesidad de tabiques. Si eliges colores intensos o con mucho contraste, reforzarás el estilo del baño y le darás una identidad propia.

Duchas de obra: olvídate de la mampara
Eliminar la mampara tradicional y optar por una ducha de obra abierta es una opción cada vez más demandada. Ofrece un aspecto limpio, contemporáneo y muy funcional. Al prescindir de perfiles y vidrios, el baño se percibe como un espacio mucho más amplio. Para que el resultado sea equilibrado, puedes apostar por las conocidas duchas walk-in, con el plato de ducha a ras del suelo, evitando distintas alturas que creen ruido visual. Para diferenciarlo, puedes jugar con diferentes tipos de pavimento o revestimientos en las paredes de la zona de ducha para delimitarla visualmente.