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Feng shui en el comedor, según la experta Sara Escolá© Jordi Folch para Victoria Interiors/Sara Escolá

Comedores

Feng Shui en el comedor: 13 claves para un espacio armonioso y lleno de energía positiva, según Sara Escolá

La sabiduría milenaria oriental transforma el comedor en un espacio cálido, armonioso y vital. La experta Sara Escolá nos cuenta cómo lograrlo combinando las claves del 'feng shui' con los últimos hallazgos de la neuroarquitectura.


12 de mayo de 2025 - 13:30 CEST

El feng shui es una filosofía milenaria que busca armonizar los espacios para potenciar el bienestar y la energía vital. Aplicado al comedor, nos invita a transformar este ambiente en un lugar equilibrado, acogedor y lleno de buenas vibraciones. Para descubrir cómo lograrlo, Sara Escolá (www.saraescola.com) nos dará las claves.

"Hay espacios en casa que funcionan como sutiles templos de lo cotidiano. El comedor es uno de ellos. En él se producen dos formas fundamentales de nutrición: la física, a través de los alimentos, y la emocional, a través de las experiencias compartidas. No es solo un lugar para comer: es un espacio donde nos reunimos, celebramos, nos contamos cómo nos ha ido el día o simplemente compartimos silencios. Es en torno a una mesa donde muchas veces recordamos quiénes somos y a quiénes tenemos cerca", comienza a explicarnos la experta.

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Comedor moderno© 101 Copenhagen

¿Entre qué estancias debería encontrarse el comedor?

Desde la mirada del feng shui, lo ideal es que el comedor se ubique entre la cocina y el salón, en el caso de viviendas cuyo tamaño lo permita. Esta disposición favorece un flujo energético armónico, que acompaña el proceso natural de preparar, compartir y luego integrar. 

“La cocina representa el origen de la energía nutritiva; el comedor, su disfrute; y el salón, el descanso posterior que muchas veces actúa como la escena final del encuentro. Cuando estas tres estancias se enlazan en un orden lógico y fluido, el Qi, la energía vital o impulso de existencia que observamos en feng shui, puede moverse sin interrupciones, nutriendo no solo nuestros cuerpos, sino también nuestras almas y la del hogar”, explica Sara.

La experta añade que, además, esta secuencia tiene un impacto profundo en nuestro bienestar cotidiano. Desde la psicología ambiental y la neuroarquitectura, sabemos que los espacios bien conectados y con transiciones suaves generan una experiencia más coherente para el sistema nervioso. Más que un simple paso entre estancias, el comedor es una zona de integración. Darle su lugar entre la cocina y el salón es una forma de reconocer su valor: el de mantenernos conectados, nutridos y presentes en el ritmo de la vida diaria.

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Salón y comedor compartiendo un espacio abierto© David Zarzoso para Destudio Arquitectura

Espacios abiertos

¿Qué ocurre si el comedor comparte espacio con la cocina o con el salón? Lo cierto es que es bueno que cada estancia del hogar tenga su propio espacio, aunque físicamente compartan metros. “Cuando el comedor está integrado en la cocina o el salón, como ocurre en muchas viviendas actuales, no tiene por qué perder su fuerza energética, siempre que ayudemos a definirlo con intención. En feng shui, hablamos de retener la energía para que no se disperse, como haríamos con el vapor de una infusión: no se trata de encerrarlo, sino de sostener su temperatura y su esencia”, revela Sara.

Podemos lograr esa retención sin necesidad de reformas ni divisiones físicas. La experta ofrece estos ejemplos: una alfombra bajo la mesa de comedor no solo delimita el espacio, también aporta calidez y recoge simbólicamente la energía del grupo. Una lámpara colgante centrada sobre la mesa puede actuar como sol interior, marcando ese lugar como núcleo. Incluso algo tan sencillo como cambiar el color de las sillas del comedor o colocar un banco de madera con cojines como asiento lateral, puede transformar un rincón difuso en un lugar con alma. Lo importante es que el cuerpo sepa, al entrar en ese espacio, que está cruzando hacia un momento de pausa y encuentro. El comedor compartido puede ser igual de poderoso energéticamente que uno independiente, si lo convertimos en un espacio creado con intención, claramente reconocido dentro del conjunto del hogar.

Estamos viendo un ático en Valencia con el salón comedor concebidos con distribución abierta, Destudio Arquitectura decide que la imponente lámpara de techo defina claramente el área donde comer.
 

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Comedor con pocas piezas© Do mal o menos / FAD

Un error: que el comedor colinde con la entrada de casa

Nuestro recibidor es un punto vital de la vivienda, según el feng shui. Es el lugar por donde entra la vida, por eso si lo primero que encuentra la energía al entrar es el comedor, con su mesa a la vista, se genera un ‘enfrentamiento’: el Qi entra con aceleración y se topa con la mesa impactando como si fuera un obstáculo. 

“Esta disposición puede afectar la sensación de enraizamiento, y con el tiempo puede reflejarse en aspectos como inestabilidad, impulsividad en los hábitos alimentarios o falta de estructura en las dinámicas familiares. Además, desde la psicología ambiental, cuando el comedor está expuesto directamente a la entrada, se pierde la intimidad del acto de comer. Hay una sensación sutil de 'estar de paso', en lugar de una experiencia de pausa y recogimiento”, afirma Sara.

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Entrada y, a continuación del recibidor, el comedor y el salón junto a la cocina© Erlantz Biderbost para Sube Interiorismo

Buenas soluciones para los comedores en la entrada o colindantes a ella

Si no es posible cambiar la distribución de casa y el comedor está directamente en la entrada de casa o colindante a ella, se pueden aplicar soluciones que actúen como filtros, como una planta alta y frondosa entre la puerta y la mesa de comedor, una celosía parcial, un biombo liviano o incluso una estantería baja pueden hacer de escudo energético, ralentizando el paso del Qi.

También funcionan muy bien los separadores de listones de madera verticales que dejan pasar la luz, pero introducen una sensación de recogimiento. Otra opción es colocar una jardinera elevada con plantas colgantes o aromáticas, que además de purificar el aire aportan belleza y vitalidad. 

La experta en feng shui también sugiere, si el espacio lo permite, integrar una pequeña consola de madera con un cuenco de cerámica, una lámpara tenue o una piedra decorativa puede actuar como elemento de transición: su presencia cambia el ritmo visual y simbólicamente le dice a quien entra que está dejando el mundo exterior para adentrarse en el corazón del hogar. Todo lo que ayude a crear una pequeña pausa sensorial entre la puerta y la mesa contribuye a que el comedor conserve su función de espacio nutritivo y no se convierta en zona de paso.

En la propuesta, Sube Interiorismo diseña un mueble de recibidor a medida con banco y una ventana acristalada, que da la bienvenida y separa la entrada del comedor colindante.

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Salón y en una estancia aparte, el comedor© Belén Imaz para Ábaton

Materiales para el mueble estrella: la mesa de comedor

Lo ideal es que la mesa sea de cualquier tipo de madera natural, idealmente una madera resistente y procedente del entorno local, tratando de evitar conglomerados sintéticos. La madera en la filosofía del feng shui es símbolo de crecimiento y vitalidad y tiene, además, una cualidad emocional cálida, que facilita el recogimiento y la conexión. El proyecto de la propuesta lo firma Ábaton, que ha dispuesto una mesa en madera con un pie tipo pedestal redondo.

¿Qué materiales evitar? El cristal porque puede resultar frío o inestable energéticamente, ya que el Qi se desliza sin anclarse. Sara tampoco recomienda que este mueble sea metálico, pues tiende a generar una vibración más mental o fría. Si tenemos piezas en estos materiales conviene suavizarlas con elementos naturales y cálidos que devuelvan el equilibrio, como un camino de mesa de lino, un centro de frutas o unas sillas tapizadas.

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De aire muy lujoso, un comedor con piezas de líneas sinuosas© Essential Home

Las formas ideales de la mesa 

En feng shui preferimos siempre que las formas de las mesas sean suaves, y sobre todo, que no presenten esquinas muy pronunciadas. Las mesas redondas u ovaladas son naturalmente armónicas: no tienen vértices, favorecen el flujo del Qi y propician la igualdad en la conversación”, comparte la experta. Eso no significa que se descarten las mesas cuadradas o rectangulares, pueden funcionar perfectamente si sus esquinas están suavizadas o redondeadas, evitando esos ángulos de 90 grados tan marcados que, energéticamente, generan una sensación de rigidez o un impacto visual poco amable.

También es importante tener en cuenta la planta de la estancia. Por ejemplo, si el comedor es rectangular, no vamos a forzar la colocación de una mesa redonda, seleccionaremos una mesa cuadrada o rectangular de esquinas redondeadas que armoniza con el contorno espacial que la recoge y queda proporcionada. Ejemplo de ello es este ambiente que se amuebla con la mesa de tablero ovalado ‘Ezra’ y las sillas ‘Henry’, todo diseñado por Studiopepe para Essential Home.

Si ya tenemos una mesa de esquinas pronunciadas, no hace falta cambiarla de inmediato: pequeños gestos pueden transformarla. Un mantel que caiga suavemente por los lados ya está haciendo ese trabajo de redondear visual y energéticamente. 

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Comedor con mesa redonda y un centro de mesa vegetal© Kensington Leverne / OKA

Decorar la mesa atrayendo buenas energías

Sara recomienda decorar la mesa con un centro de mesa ‘vivo’. Puede tratarse de un frutero de cerámica con frutas frescas, coloridas y variadas, un símbolo ancestral de prosperidad y salud; también podemos colocar un jarrón con flores frescas o ramas, o hasta una planta pequeña, pues la naturaleza eleva la vibración del espacio, siempre que estén cuidadas y en buen estado vital. 

La experta detalla que “lo importante es que ese centro evoque vida, belleza y plenitud. En invierno, por ejemplo, unas ramas secas en un jarrón de barro o madera pueden conectar con una energía más introspectiva y cálida. En verano, un ramo silvestre o unas hierbas aromáticas aportan frescura y ligereza”.

Mientras que los elementos naturales no solo embellecen, sino que reducen el estrés y proporcionan bienestar, los objetos decorativos fríos, artificiales o vacíos de sentido deben evitarse. Selecciona un centro simbólico, que emocionalmente invite a quedarse, a compartir y a agradecer.

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Comedor muy cálido con piezas de fibras o madera© Rocío Esquilas

¿Qué dice el ‘feng shui’ acerca de las características idóneas de las sillas? 

Para el arte milenario de armonizar los espacios, las sillas de comedor que rodean una mesa no son solo asientos: son símbolos de apertura, de posibilidad, de vínculo.

“Lo ideal es tener al menos cuatro sillas, y si no caben y somos pocos en casa dos también es un buen número. Los números pares genera una percepción de equilibrio, apertura y abundancia. Es una forma de decirle simbólicamente al hogar y a la vida que estamos disponibles para el encuentro, para la compañía, para lo inesperado”, comparte la experta en feng shui.

En cuanto a sus características, las sillas deben inspirar la energía de un abrazo. Materiales cálidos como la madera o la caña, tapizados suaves con textiles, respaldos cómodos y proporciones que favorezcan una postura relajada. Así ha seleccionado los asientos la interiorista Rocío Esquilas en este proyecto.

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Comedor paradigma del lujo, elegante y con elementos dorados o de latón© Caffe Latte

Fomentar más reuniones familiares, más alegría y apetito, con el color

En feng shui, cada color está asociado a un elemento que es en realidad un movimiento de la energía Qi, y como el comedor es una zona vinculada a la nutrición y al encuentro, los tonos Tierra con algunos toques de Fuego incluso pinceladas de colores Madera son los más adecuados.

De modo que Sara cuenta que “los tonos tierra, como el ocre, los beige, un terracota o cualquier tonalidad de marrón suave, aportan estabilidad, confort y una sensación de arraigo al espacio. Son colores que invitan a sentarse sin prisa, a compartir sin defensas. Algunos toques de tonos rojizos, calabaza, coral, amarillos o mostazas activan la energía Yang y estimulan la conversación, el apetito y la alegría y aportan calidez y vitalidad si se usan en pequeñas dosis”.

También en neuroarquitectura se ha demostrado que los colores cálidos y naturales estimulan zonas del cerebro asociadas al placer, la conexión emocional y la memoria afectiva. Por eso, pintar una pared en tono arcilla, elegir unas sillas en verde oliva o vestir la mesa con lino color arena puede tener un impacto directo en la atmósfera emocional del comedor.

La experta añade que “no se trata de llenar el espacio de color, sino de introducirlo con intención. Un solo muro pintado, una lámpara en tono cálido, una vajilla con matices tierra... Pequeños toques que visten el espacio sin saturarlo. Lo importante es que el conjunto respire coherencia, calidez y humanidad. Porque cuando el entorno nos abraza con sus colores, también se abre algo en las personas: las ganas de estar, de compartir, de nutrir y ser nutridas”. En este ambiente de Caffe Latte, el toque vibrante de color lo ofrecen las butacas tapizadas.

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Elegante comedor con piezas de anticuario© Jordi Folch para Victoria Interiors

Un buen aliado: el espejo (¡siempre que esté bien situado!)

Siempre se habla de los espejos como potenciadores de la abundancia, pero ¿dónde colocarlos? En feng shui se considera que esta pieza actúa como amplificadora: el espejo multiplica la presencia de todo aquello que es reflejado en él. Colocar un espejo en el comedor puede ser una excelente forma de potenciar simbólicamente la abundancia, siempre que refleje algo que realmente queramos multiplicar. Si al mirarlo vemos una mesa que nos encanta, alimentos frescos, flores o una escena de vida, de algún modo se está aumentando la presencia de Qi o energía de esas cualidades y acumulándose en el espacio de vida de nuestra casa. En este piso en Barcelona cuya reforma e interiorismo firma Victoria Interiors, el espejo es de anticuario. 

Así, Sara comenta que “el mejor lugar para ubicar un espejo suele ser en una de las paredes que colinden directamente con la mesa de comedor, siempre cuidando que no quede enfrentado directamente a una puerta o a una fuente de distracción visual, como una televisión”. Otra opción es que esta pieza refleje unas vistas agradables, atrayendo la luz y el Qi del exterior y expandiendo la sensación espacial. 

Por otra parte, la experta comparte que hay ubicaciones que conviene evitar. Un espejo justo frente a la puerta principal, por ejemplo, puede reflejar y devolver hacia fuera el Qi que entra, debilitando la energía del hogar. Tampoco es recomendable colocarlo de forma que los comensales se vean de frente mientras comen, ya que puede generar incomodidad o una ligera tensión, incluso si no se percibe conscientemente. 

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Comedor que se reúne con la cocina con península© Alexandra Studio

La iluminación más favorable en un comedor, según el ‘feng shui’

La luz es una forma de energía sutil, y en feng shui representa un excelente conductor del Qi, esa energía vital que nutre y conecta todo lo que ocurre en un espacio. En el comedor, buscamos una luz que favorezca el recogimiento, el disfrute y la conexión. Por eso, la iluminación más adecuada es la cálida: envolvente, suave, que no deslumbre ni genere sombras duras. Así se hace en este ambiente en una villa con interiorismo de Alexandra Studio.

“Una lámpara suspendida centrada sobre la mesa es ideal. Actúa como un punto de anclaje visual y energético que invita a reunirse y permanecer. Es importante que esa luz no sea ni demasiado intensa ni demasiado tenue: debe permitir ver con claridad, pero sin romper la atmósfera íntima del encuentro. Ideal si es regulable para poder ajustar la luz según la hora del día o el tipo de comida aportando una capa más de coherencia en la creación del espacio”, detalla Sara.

Desde la mirada sensorial que aporta la neuroarquitectura, sabemos que la iluminación afecta directamente al sistema nervioso. Una luz blanca o muy fría puede activar estados de alerta o incomodidad, mientras que una luz cálida ayuda al cuerpo a relajarse, favorece la conversación y mejora incluso la percepción del sabor de los alimentos. Además, combinar distintas fuentes, como una lámpara principal y una luz ambiental secundaria o incluso unas velas, permite crear una experiencia más rica y envolvente.

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Comedor de líneas depuradas en un piso con vistas a la Sagrada Familia de Barcelona© Yanina Mazzei para Noé Prades

¿Hay que incorporar los cinco elementos del ‘feng shui’ en el comedor?

Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua. A pesar de que mucha gente piensa que es bueno tener una representación de los 5 elementos del feng shui en cada ambiente de la casa, en realidad, no es necesario ni siquiera recomendable forzar su presencia en cada rincón. 

El comedor, por su naturaleza, vibra en coherencia con el Qi de Fuego, Madera y Tierra y, por tanto, la recomendación es ir hacia una mayor presencia de dichas esencias y no tratar de colocar algo que represente de forma forzada todos los elementos como si de una fórmula matemática se tratara.

La Madera representa el crecimiento, lo natural y los alimentos verdes; el Fuego aporta calidez, celebración y vitalidad; mientras que  la Tierra en feng shui se asocia a la digestión, los vínculos y la estabilidad.   “La clave no está en representar todos los elementos como si estuviéramos cumpliendo un checklist, sino en preguntarnos: ¿Qué necesita este espacio para sentirse más cálido, más vivo, más armonioso? Las respuestas suelen ser simples, y casi siempre tienen que ver con recuperar los materiales nobles y orgánicos, las suaves y la belleza de lo natural”, explica Sara.

Este piso en el Eixample de Barcelona lo ha reformado el interiorista Noé Prades y en él el comedor está muy bien armonizado con el mobiliario de líneas suaves.

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Comedor de estética cálida y moderna© Sandra Vergara

Cambios simples para notar resultados al instante

Cuando una persona se inicia en el feng shui y si quiere hacerlo por su cuenta, sin contar con la guía de un profesional, lo más recomendable no es hacer grandes cambios de golpe sino ir introduciendo pequeñas variaciones. Empezar a ver el espacio como un reflejo de la vida que queremos crear y cultivar, aconseja Sara. 

Por eso, los primeros cambios que propone son siempre gestos sencillos pero llenos de intención. Son estos tres:

  • Despejar y ordenar. Un comedor lleno de cosas fuera de lugar no solo genera ruido visual, sino que también interfiere en el movimiento del Qi, la energía vital. Quitar lo que sobra, liberar la mesa, limpiar a fondo y colocar algo bello y significativo en el centro, como una planta, un jarrón con flores, un conjunto de velas o un frutero con alimentos frescos, puede cambiar por completo la atmósfera del espacio. Es un acto de cuidado que se siente de inmediato.
  • Revisar la iluminación. A veces basta con cambiar una bombilla fría por una de luz cálida, o bajar la intensidad para que el comedor empiece a sentirse más íntimo, más acogedor. Si hay una lámpara colgante sobre la mesa, encenderla, aunque no estemos comiendo también puede funcionar como gesto simbólico: es como encender un pequeño altar, recordándonos que ese rincón merece presencia y atención.
  • Preguntarte si el comedor invita a quedarse. ¿Las sillas son cómodas? ¿Los materiales son agradables al tacto? ¿El espacio tiene alma, tiene encanto? Cuando algo nos resulta bello, nos inspira y nos conecta con nuestra verdad interior, indica que vamos bien. 

En la propuesta, el interiorismo de este comedor de un piso en Bilbao lo firma Sandra Vergara.

Por último, la asesora y profesora de artes orientales con más de 20 años de experiencia, que como hemos ido viendo cree que esta filosofía hace buen match con los conocimientos en neuroarquitectura, nos recuerda que “el feng shui no es una técnica para decorar, sino un arte que nos abre una nueva forma de mirar el espacio, más conectada con nuestro ser interior. Es aprender a conectar con lo que hay, a sentir cómo nos afecta, y a transformar cada rincón en un lugar que sostenga y acompañe nuestro momento vital. En definitiva, una herramienta para regresar a lo esencial: a vivir con presencia, vibrar en la belleza de lo que naturalmente es y en coherencia con quien realmente somos en cada momento de este regalo al que llamamos vida”.

 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.