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Nicolas y Miren de Lorgeril, propietarios del imponente Château Pennautier, junto a su hijo Henri y su mujer, Marie Camille, futuros herederos de esta joya arquitectónica del siglo XVII, situada en la región francesa de Languedoc-Rosellón. © Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio

Una de las dinastías del vino más reconocidas de Francia

El maravilloso castillo, conocido como ‘El Versalles de Languedoc’, de Nicolas y Miren De Lorgeril

La histórica propiedad se remonta a doce generaciones de la misma familia, está considerada una joya arquitectónica y es famosa por sus jardines y viñedos


5 de mayo de 2025 - 9:57 CEST

Nicolas de Lorgeril pertenece a una de las dinastías vinícolas más antiguas y reconocidas de Francia. Junto a su esposa, Miren; su hijo Henri, y la mujer de este, Marie Camille de Lorgeril, nos recibe en Château Pennautier, conocido como el "Versalles de Languedoc". Situado en la región francesa de Languedoc-Rosellón, el castillo, una joya arquitectónica del siglo XVII, ha pertenecido desde su construcción a la familia Lorgeril, que, generación tras generación, ha trabajado incansablemente para preservarlo y restau­rarlo.

Nicolas y Miren de Lorgeril, propietarios del imponente Château Pennautier, junto a su hijo Henri y su mujer, Marie Camille, futuros herederos de esta joya arquitectónica del siglo XVII, situada en la región francesa de Languedoc-Rosellón. © Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
Nicolas y Miren de Lorgeril, propietarios del imponente Château Pennautier, junto a su hijo Henri y su mujer, Marie Camille, futuros herederos de esta joya arquitectónica del siglo XVII, situada en la región francesa de Languedoc-Rosellón.

Château de Pennautier fue erigido en 1620 por Bernard de Reich de Pennautier, tesorero de los Estados del Languedoc, un personaje que muy pronto formó parte de la historia. El 14 de julio de 1622, el joven Rey Luis XIII fue recibido en Pennautier, donde dejó como regalo su mobiliario de viaje: una cama con dosel y seis sillas cubiertas con magníficas tapicerías de lana y seda. Este mobiliario, raro en la época y excepcionalmente conservado, está clasificado como Monumento Histórico.

Otra imagen de la familia, tomando un tentempié en el jardín de más de 30 hectáreas.© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
Otra imagen de la familia, tomando un tentempié en el jardín de más de 30 hectáreas.

Pierre Louis de Reich de Pennautier, hijo de Bernard y, desde 1670, recaudador general del Clero de Francia, encargó a Louis Le Vau, arquitecto del palacio de Versalles, la construcción de dos grandes alas adicionales a cada lado de la fachada. El castillo adoptó su apariencia versallesca, con una fachada de 100 metros, orientada al sur. 

Una vista aérea del majestuoso edificio, que tiene una apariencia muy "versallesc", con una fachada de 100 metros© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
Una vista aérea del majestuoso edificio, que tiene una apariencia muy "versallesc", con una fachada de 100 metros

Más tarde, André Le Nôtre, paisajista de Versalles, diseñó el jardín francés de más de 30 hectáreas del château. Ya en esa época, los vinos del castillo eran muy conocidos y se servían en la mesa de los oficiales del Rey. Cultivado y erudito, Pierre Louis era amigo de Molière, que fue otro de los ilustres huéspedes del châteaudonde ofreció una de sus comedias.

La decoración interior del "château" es impresionante. Las estancias están adornadas con frescos elaborados, molduras doradas y muebles antiguos que evocan la opulencia de épocas pasadas.© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
La decoración interior del "château" es impresionante. Las estancias están adornadas con frescos elaborados, molduras doradas y muebles antiguos que evocan la opulencia de épocas pasadas.

Entre 1835 y 1850, Rodolphe de Beynaguet de Pennautier emprendió la tercera fase de obras del castillo y lo amplió aún más, al cerrar el patio central con grandes salones de gala. En 1919, Paule de Pennautier, tras su matrimonio con el conde Christian de Lorgeril, inició una renovación que llevó a la supresión del ala noreste, dañada por un incendio.

"Entre 2007 y 2009, restauramos completamente el castillo. ¡Tres años de trabajo para 3.000 metros cuadrados de superficie! Era una 'belleza dormida', una casa familiar que necesitaba acoger más vida y acompañar nuestra labor de viticultores"

Cada habitación cuenta con detalles únicos que narran historias familiares y reflejan el buen gusto de sus propietarios, que han trabajado incansablemente para preservar y restaurar este patrimonio arquitectónico© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
Cada habitación cuenta con detalles únicos que narran historias familiares y reflejan el buen gusto de sus propietarios, que han trabajado incansablemente para preservar y restaurar este patrimonio arquitectónico

 Pero si el exterior del castillo es majestuoso, la decoración interior no es menos impresionante. Los frescos de sus paredes y techos, las molduras doradas y los muebles antiguos evocan la opulencia de épocas pasadas.

—La restauración que su marido y usted han realizado en el castillo es espectacular.

—Entre 2007 y 2009, restauramos completamente el castillo. ¡Tres años de trabajo para 3.000 metros cuadrados de superficie! El castillo era una "belleza dormida", una casa familiar que necesitaba acoger más vida y acompañar nuestra labor de viticultores, que es una actividad de compartir y de intercambio. Queríamos restaurar sin desfigurar, conservar el alma excepcional de una casa privada, pero abierta al siglo XXI.

Media Image© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
Media Image© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio

—Y lo consiguieron. ¿Cuál es su parte favorita del castillo y dónde pasan más tiempo?

—El gran salón Choiseul, en la planta baja. Abierto a la gran terraza y al parque, es un lugar maravilloso en verano para disfrutar de la vista al parque, al sol y a la fresca noche. También es una habitación ideal para recibir o leer junto al fuego, en invierno, compartiendo una botella de uno de nuestros vinos. Es una habitación que, aunque grandiosa, sabe ser íntima. Los cuadros de la familia del duque de Choiseul, que son maravillas artísticas e históricas, son compañeros maravillosos.

Nuestro anfitrión, que asumió la responsabilidad del dominio a los 25 años, tiene entre su magnífica colección de obras una edición original de 1759 de "El espíritu de las ordenanzas y las principales ediciones y declaraciones de Luis XV sobre las donaciones y los testamentos en materia civil" © Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
Nuestro anfitrión, que asumió la responsabilidad del dominio a los 25 años, tiene entre su magnífica colección de obras una edición original de 1759 de "El espíritu de las ordenanzas y las principales ediciones y declaraciones de Luis XV sobre las donaciones y los testamentos en materia civil"

"Nuestra zona favorita es el gran salón Choiseul, en la planta baja. Abierto a la gran terraza y al parque, es un lugar maravilloso en verano para disfrutar de la vista, y en invierno, para leer junto al fuego"

—¿Alguna anécdota especial de este lugar tan magnífico?

—Una visita memorable fue la del Rey Luis XIII, en 1622.

—Son una familia unida. Este castillo ¿es su residencia habitual? Estará acostumbrada a recibir muchos invitados en él…

—Sí, vivimos aquí durante todo el año. Recibimos a muchos, ya que es un lugar ideal para acoger. También recibimos a muchos invitados alrededor de nuestros vinos, que son conocidos y distribuidos mundialmente. Además, recibimos a muchos amigos y familiares, ya que ambos provenimos de familias numerosas.

Media Image© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
Una alacena decorada con una elegante vajilla. Debajo, Nicolas posando con su hijo ante la fabulosa chimenea de la estancia© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
Una alacena decorada con una elegante vajilla. Debajo, Nicolas posando con su hijo ante la fabulosa chimenea de la estancia

—Hablemos de sus vinos, tan renom­brados e históricamente ligados a su familia desde hace doce gene­raciones.

—La maison ofrece una amplia colección de vinos finos y elegantes que expresan, con fidelidad, toda la diversidad de los terruños y las variedades de uva del Languedoc. Los vinos provienen de nuestros seis dominios familiares y de asociaciones duraderas con un pequeño grupo de viticultores amigos, que comparten la misma búsqueda de la excelencia.

El Château de Pennautier es nuestro lugar de origen histórico y punto de equilibrio. Desde 1620, el viñedo es emblemático de la AOP Cabardès. Ya servidos, en 1701, en la mesa de los oficiales del Rey, los vinos inscriben su excelencia en nuestra historia. También somos propietarios de otros dominios en la región, adquiridos y construidos, poco a poco, para descubrir y hacer descubrir la belleza y la diversidad de los terruños del Languedoc.

"Nicolas siempre pensó que se encargaría de esta casa. Su padre, Alain de Lorgeril, falleció cuando tenía doce años; él asumió la responsabilidad del dominio a los 25", nos cuenta Miren

"Lo que me hace feliz es que la belleza del lugar y de los objetos aporte felicidad a nuestros invitados", nos cuenta Miren de Lorgeril, que ha conseguido conservar el alma excepcional de una casa privada, pero abierta al siglo XXI© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
"Lo que me hace feliz es que la belleza del lugar y de los objetos aporte felicidad a nuestros invitados", nos cuenta Miren de Lorgeril, que ha conseguido conservar el alma excepcional de una casa privada, pero abierta al siglo XXI

—El castillo y sus tierras pertenecen a su familia desde hace 400 años. Este importante legado ¿le preocupa? ¿Qué proyectos tiene a mediano y largo plazo?

—Tenemos la suerte de que nuestro hijo Henri y su esposa Marie Camille están listos para involucrarse en esta aventura. Ambos ya tienen grandes experiencias profesionales, han formado su familia y se comprometen a este proyecto con seriedad y entusiasmo. Es un proyecto muy hermoso, el más hermoso que una familia pueda tener. Tomará algunos años, pero es una perspectiva magnífica para nuestra historia.

Media Image© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
En el interior del castillo, hay una hermosa colección de cuadros italianos, adquiridos, en 1784, por Jacques de Pennautier durante su "Gran Tour" en Italia; un conjunto muy bonito que ilustra la excelencia del arte italiano en el siglo XVIII.© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
En el interior del castillo, hay una hermosa colección de cuadros italianos, adquiridos, en 1784, por Jacques de Pennautier durante su "Gran Tour" en Italia; un conjunto muy bonito que ilustra la excelencia del arte italiano en el siglo XVIII.

—Los jardines son espectaculares. ¿Puede hablarnos de ellos?

—El parque se extiende 30 hectáreas; está clasificado como "Jardín Notable", un sello de excelencia francés. Se divide entre una parte, cercana al castillo, diseñada en el siglo XVII "a la francesa", con una geometría clásica, por el gran jardinero Le Nôtre, el mismo que diseñó los jardines del palacio de Versalles. El resto del parque fue diseñado en el siglo XIX "a la inglesa" y ofrece amplias caminatas junto al río, o bajo la sombra de los árboles centenarios, y es también en parte un viñedo.

El 14 de julio de 1622, el Rey Luis XIII fue recibido en Pennautier, donde dejó como regalo su mobiliario de viaje: una cama con dosel y seis sillas, que están clasificadas como Monumento Histórico

El cuarto donde durmió el Rey Luis XIII en la visita que hizo al castillo, en el año 1622. Es un mobiliario único y la única cama conocida y preservada del monarca.© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
El cuarto donde durmió el Rey Luis XIII en la visita que hizo al castillo, en el año 1622. Es un mobiliario único y la única cama conocida y preservada del monarca.

—¿Cómo fue su infancia y la de su marido? ¿Qué anhelaban ser de pequeños?

—Nicolas siempre pensó que se encargaría de esta casa. Su padre, Alain de Lorgeril, falleció cuando tenía doce años; fue entonces su madre, Françoise, quien continuó el camino, sola con sus dos hijos pequeños. Nicolas asumió la responsabilidad del dominio a los 25 años. Yo nací en Versalles (¿un presagio?), me veía como diplomática en el fin del mundo… pero el vino me dio la oportunidad de recorrer el mundo de otra manera, para dar a conocer el viñedo en los cuatro rincones del planeta.

Una las habitaciones© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
Una las habitaciones
Uno de los amplios dormitorios del castillo.© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
Otro de los amplios dormitorios del castillo

—¿Cuáles son sus sueños?

—Que Pennautier sea una casa de alegría, esperanza y belleza. Que nuestros hijos y nietos puedan continuar esta hermosa obra durante mucho tiempo.

La señorial escalera que da acceso a las plantas superiores© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
La señorial escalera que da acceso a las plantas superiores
Media Image© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
Media Image© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio

—¿Qué es lo que le hace feliz?

—Que la casa viva en la alegría y el entusiasmo, que la belleza del lugar y de los objetos aporte felicidad a nuestros invitados, visitantes y a los que degustan los vinos.

El parque, de 30 hectáreas, se divide en una parte, cerca del castillo, diseñada "a la francesa" por el gran jardinero Le Nôtre, creador de los jardines de Versalles, y el resto "a la inglesa"

Los terrenos del castillo, que está cargado de historia, incluyen una capilla familiar, que ha sido un lugar de oración para generaciones de habitantes del lugar© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
Los terrenos del castillo, que está cargado de historia, incluyen una capilla familiar, que ha sido un lugar de oración para generaciones de habitantes del lugar

—¿Cuál es el mejor consejo que ha recibido?

—Más que un consejo, es una cita que nos ha guiado durante los últimos 30 años y que nos sigue guiando cada día para vivir el presente, preparar el futuro y magnificar el pasado: "La tradición no es la adoración de las cenizas, sino la transmisión de la llama viva" (Gustave Mahler).

“'La tradición no es la adoración de las cenizas, sino la transmisión de la llama viva'. Es una cita que nos ha guiado durante los últimos 30 años y que nos sigue guiando", dice nuestra anfitriona, que posa con su marido, en otra de las estancias, ante la hermosa colección de cuadros del siglo XVIII que perteneció al duque de Choiseul, ministro del Rey Luis XV y gran coleccionista.© Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio
“'La tradición no es la adoración de las cenizas, sino la transmisión de la llama viva'. Es una cita que nos ha guiado durante los últimos 30 años y que nos sigue guiando", dice nuestra anfitriona, que posa con su marido, en otra de las estancias, ante la hermosa colección de cuadros del siglo XVIII que perteneció al duque de Choiseul, ministro del Rey Luis XV y gran coleccionista.
TEXTO

Cristina Lora Alarcón

FOTOGRAFÍA

Paloma Rojas Marcos, Albert y Fernanda Navarro Pedrosa para Couche Studio

PRODUCCIÓN

Cristina Lora Alarcón

MAQUILLAJE

Antoine Durand

PELUQUERÍA

Antoine Durand

VESTUARIO

Sézane, ME+EM, Tara Jarmon, Red Valentino, Karl Lagerfeld, Asphalte, Gérard Darel

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.