Originario de América Central y del Sur, se cultiva desde hace más de 5.000 años y fue un ingrediente básicos de la dieta de las civilizaciones incas y mayas. Llegó a Europa tras el descubrimiento de América para adaptarse fácilmente a climas mediterráneos. ¿Sabías que China es el principal productor mundial de boniato? Allí lo incluyen tanto en la dieta de las personas como alimento para los animales. Y también Estados Unidos es otro de los que más producen este tubérculo que es superpopular en su gastronomía especialmente en platos tradicionales de Acción de Gracias como el pastel sweet potato pie o la sweet casserole, puré de boniato que se gratina con marshmallows, las 'chuches' que nosotros conocemos como nubes dulces o malvaviscos.
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Es muy consumido en diferentes países africanos, asiáticos y latinoamericanos y, dentro de Europa, Reino Unido y Países Bajos son muy amantes del boniato, mientras que en España -que es una zona de producción cada vez más importante, con Andalucía a la cabeza- poco a poco lo vamos incorporando más a nuestra cocina. De ahí que hoy queramos mostrarte cómo cocinarlo tanto en salado como en dulce.
La temporada de recolección suele ser en otoño e invierno, entre los meses de octubre y marzo. Así que ahora mismo es el momento de incorporarlo en nuestros menús. Boniato y batata son los nombres con los que solemos referirnos al alimento protagonista de todas estas recetas que hoy os mostramos. Cierto es que no son exactamente iguales. Sin embargo, en España usamos muchas veces indistintamente estos términos para referirnos a ese tubérculo, primo hermano de la patata, pero de sabor más dulzón. Y otra curiosidad: pertenece a la familia de las Convolvuláceas, distinta de la patata, que es una Solanácea.
Normalmente su forma es ovalada y forma alargada pero también los hay más esféricos y pueden presentar, en función de la variedad, un color más o menos intenso, y junto a los naranjas, existen otros blancos, amarillos y morados.
¿Cuál es la diferencia entre batata y boniato?
Aunque casi todos pensamos que son lo mismo, ambas hortalizas se diferencian en unos pocos rasgos. Su diferencia está en la pulpa, el color de la piel y el sabor. En cuanto a su pulpa, la del boniato es más densa y harinosa, mientras que la de la batata es más jugosa y menos seca. En cuanto a su piel, la batata tiene un color mucho más rojizo, mientras que el boniato es más pálido. El sabor de la batata es más suave y el del boniato más dulce e intenso. Al margen de esto, sus usos en la cocina son exactamente los mismos.
El boniato es muy nutritivo
El boniato es una hortaliza muy rica en vitamina A o retinol y betacarotenos (por tanto, es un alimento bastante antioxidante), además de tener una gran cantidad de vitamina B6 y vitamina C. Nos aporta calcio, magnesio, algo de hierro y bastante potasio y tiene un contenido de fibra de unos 3 gramos por cada 100 gramos.
- El boniato nos ayuda a hacer la digestión y a controlar el apetito por su poder saciante
- Contribuye a fortalecer nuestro sistema inmunológico y prevenir la anemia y el déficit de hierro.
- Contrarresta la oxidación celular, responsable del envejecimiento prematuro.
- Nos ayuda a reducir el riesgo de infecciones, además de aportarnos mucha energía (tiene un importante contenido en hidratos de carbono).
- Por su alto contenido en ácido fólico es muy recomendable para las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
- Gracias a su notable proporción en flavonoides y betacarotenos, es de ayuda para luchar contra el estrés.
- A pesar de su mayor contenido de azúcar, el boniato generalmente tiene un índice glucémico más bajo que la patata, lo que significa que eleva el azúcar en sangre de manera más lenta y estable, y más aún si se cocina al horno o cocido con la piel.
¿Qué tiene más calorías la patata, el boniato o la batata?
El boniato o la batata son ligeramente más calóricos que las patatas. Tiene unas 87 calorías por cada 100 gramos, frente a las 77 calorías que puede llegar a tener una patata. Por tanto, aunque la diferencia es muy pequeña (siempre que comamos con mesura y en raciones pequeñas), sí es cierto que, en cuanto a energía calórica, la batata o el boniato están por encima de la patata por su mayor contenido en hidratos de carbono y azúcar.
¿Cuáles son las mejores formas de cocinar el boniato?
El boniato nos ofrece un mundo de posibilidades en la cocina. Asado, por ejemplo, resulta muy rico y vistoso, pero también funciona muy bien cocido, frito, a la plancha, guisado y como ingrediente de cremas, ensaladas, arroces, tortillas, guarniciones, estofados, etc. Aunque pueda resultar algo chocante, hay deliciosos postres con boniato, desde bizcochos hasta tartas.
Consejos para potenciar su sabor
Si quieres potenciar su dulzor natural hay especias que le van de cine al boniato como la canela, el comino, el curry o el pimentón. Y si quieres darle un toque fesco y aromático, opta por hierbas frescas: cilantro, romero, romillo, orégano, albahaca o salvia. ¡Ah, y un consejo más: lava, seca y hornea la piel para tener unos crujientes y supersaludables chips de boniato!