)
01:00
Fácil
Por
SUSANA BATICÓN
Al preparar la masa de las albóndigas solemos añadirle ajo, solo que en esta receta, le ponemos el negro en vez del blanco. Se trata de un producto muy singular que desde hace tiempo se ha hecho un lugar en nuestra cocina. Tiene un sabor bastante intenso, pero no pica como en fresco. Nos da matices a regaliz, dátil o melaza. Y aporta mucha personalidad en la cocina. Es el ingrediente estrella de este plato, con una salsa muy ligera de vino y caldo de carne.
- 500 g de Carne picada mezcla ternera y cerdo
- 1 unidad de Patata pequeña
- 5 dientes de Ajo negro
- 1 unidad de Huevo
- 1 cucharadita de Cebolla en polvo
- 1 cucharadita de Perejil fresco picado
- 1 vaso de Vino blanco
- 1 vaso de Caldo de carne
- Salvia
- Sal
- Pimienta negra
- Aceite de oliva
- Harina
-
1.
Pon una olla con agua al fuego y cuando hierva, añade la patata y cuece hasta que esté blandita.
-
2.
Pela la patata y aplástala con un tenedor.
-
3.
Pela los ajos, dos pícalos muy finitos y los otros déjalos enteros.
-
4.
En un bol grande mezcla la carne picada con el ajo y el perejil picaditos, el huevo, la patata cocida, la cebolla en polvo, sal y pimienta.
-
5.
Forma las albóndigas con la mezcla anterior y pásalas por harina.
-
6.
Pon una cazuela al fuego, echa aceite y fríe las albóndigas hasta que se doren por todos los lados.
-
7.
Saca sobre papel de cocina y si el aceite de la fritura está muy sucio, cuélalo.
-
8.
Vuelve a poner las albóndigas en la cazuela y añade el vino blanco, deja reducir.
-
9.
Incorpora el caldo de carne, un chorrito de agua, los ajos negros enteros y unas hojas de salvia.
-
10.
Introduce las albóndigas, tapa y deja que cueza todo junto durante unos 20-25 minutos.
-
11.
¡Y ya las tienes listas para servir!
Más recetas de
CARNES:
Últimas recetas:
