Un aperitivo perfecto para 'cheese lovers' que no pueden resultar más sencillo y más vistoso. De hecho, verás que para su preparación solo o vas a necesitar el queso rallado y un poquito de orégano. Fácil y riquísimo.
- 250 g de Queso manchego curado rallado
- Orégano seco
- Sal gorda (para la presentación)
- 12 Palos de brocheta largos
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1.
Precalentar el horno a 210 grados.
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2.
Poner las 12 brochetas de madera en remojo en agua fría
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3.
Poner a fuego bajo una sartén grande, extender el queso y calentarlo.
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4.
Cuando comience a soltar grasa, disponer el queso sobre una hoja de papel sulfurizado, esparcir el orégano, poner encima otro papel y aplastar con un rodillo hasta obtener una capa fina de queso.
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5.
Cortar círculos con un cortapastas, ponerlos en una bandeja de horno forrada con papel y colocar una brocheta en cada círculo.
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6.
Meter al horno a 210º hasta que se doren, unos 3 o 4 minutos.
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7.
Posible idea de presentación: Rellenar con sal gorda unos vasos (a la mitad). Hincar en la sal las piruletas, de esta manera se sostendrán en pie.
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