¿Otro año vas a caer en las dietas hipocalóricas ‘posnavideñas’?

Reducir de forma drástica la ingesta de calorías tras los excesos de las fiestas no funciona (a largo plazo)… ¡y lo sabes!

Por

Apenas los Reyes Magos han emprendido viaje de vuelta a Oriente… y ahí están las prisas. ‘Tengo que quitarme el peso ganado estas semanas a golpe de Roscón de Reyes y turrones’… En este estado ‘ansioso’ por perder centímetros no es fácil decir 'no' a todos esos reclamos publicitarios que nos bombardean en estas fechas. Para algunas empresas es un negocio redondo: inventan tratamientos para todos los gustos: desde perder muchos kilos en poco tiempo a bajar ‘x’ tallas en una semana… y además sin esfuerzo. Eso sí, a precios ¡astronómicos!

Lee también: ‘La fruta, mejor fuera de las comidas’ y otros grandes mitos nutricionales

La única 'receta' que funciona de verdad: volver a los hábitos saludables de alimentación y retomar el ejercicio

Y resulta que, sabiendo de sobra que eso no funciona (porque lo sabemos; la experiencia nos dice que lo único que conseguimos es arruinar el bolsillo, abandonar la dieta en menos de lo que canta un gallo y, además, recuperar después más kilos de los que habíamos conseguido perder), cada enero seguimos ‘tentados’ de caer en estas pautas de alimentación.

Es por ello que nunca está de más recordar que aquí lo único se sirve es recuperar las buenas pautas de alimentación saludable, sacar a pasear las zapatillas de deporte, olvidarnos del peso (es solo un número, en el que influyen diversos factores). Y, si realmente queremos perder grasa corporal, ponernos en buenas manos.

Es fundamental ponerse manos de buenos profesionales (dietistas-nutricionistas colegiados)

Y es que, dentro del mundo de la nutrición existe un grave intrusismo; personas que muchas veces ni siquiera pertenecen a la profesión sanitaria. Por este motivo es importante exigir una cualificación adecuada en quienes van a cuidar de nuestra salud alimenticia. Para ello, ante cualquier duda, la recomendación es consultar el registro del 'Colegio Profesional de Nutricionistas' de cada comunidad autónoma, o bien acudir al ‘Consejo General de Diestistas-Nutricionistas’.

ALGUNAS ‘RED FLAGS’ ANTE LAS QUE SALIR CORRIENDO

Además de elegir profesionales adecuados, otra manera de ‘esquivar’ fraudes es permanecer atentos a algunos indicativos que resultan bastante recurrentes. Ejemplos de dietas milagro de la que debemos huir  (por muy prometedoras que suenen en su publicidad) como:

  • Dietas hiperproteicas y muy bajas en calorías (menos de 1000 kcal al día), en las que el 90% de esas kilocalorías son aportadas por las proteínas y que son carentes de carbohidratos y grasas saludables.
  • La dietas basadas en un producto (alcachofa, limón, melón, melocotón, savia de arce, agua de mar…), que pueden acabar con la salud dental y del aparato digestivo.

'Las diestas milagro no funcionan', apunta -con razón- esta frase de Scrabble

  • Dietas propuestas por centros de adelgazamiento o tiendas de herboristería (sin ningún tipo de registro sanitario), donde te ‘regalan’ la consulta dietética y te ‘obligan’ a comprar sus productos (casualmente sólo los fabrican y los venden ellos).
  • Dietas que dan garantía total de resultados. Normalmente se sirven de casos aislados como evidencia ‘científica’ de que funcionan, cuando en realidad no están avaladas por ningún estudio serio o solvente.

Lee también: Alimentos saludables: ¿qué cantidad de sal es ‘demasiada’?