Lleva un año bastante completo de trabajo. Participó en una dura competición en bicicleta de montaña por el desierto del Sáhara, que se plasmó en el docu-show Imparables, ha puesto la voz al extraterrestre Paul en una divertida comedia y ha rodado una nueva serie para las noches de la pequeña pantalla. Santi Millán ha puesto rumbo a Menorca con su familia para tomarse por fin un merecido descanso. Unas vacaciones en las que se ha relajado en la playa acompañado de sus tres tesoros: su mujer Rosa Olucha y sus dos hijos, Marc y Ruth. El actor, todo un padrazo, centró su atención en los pequeños entre los que repartió su tiempo y con los que disfrutó del buen tiempo de la isla.
Primero se acercó a las rocas para intentar pescar algo con el mayor, aunque la suerte no les sonrió y la red se quedó vacía así que se tuvieron que conformar con pasar el rato intentándolo. Después le tocó el turno a la benjamina que requirió los mimos de su padre antes de darse un chapuzón con su madre, que la esperaba en el agua. Tras once años juntos, la pareja, que se conoció cuando ambos trabajaban en la televisión catalana, se mostró muy enamorada como demuestran las imágenes que se tomaron de ambos en la orilla. Un momento íntimo, sólo para dos, en un lugar abarrotado de gente.
Quizá sea en la isla balear donde el próximo 2 de agosto vean el estreno de Frágiles, el último proyecto de Santi, en el que da vida a un fisioterapeuta, Pablo, con personales métodos. Elia Galera y Ruth Núñez, entre otros, serán sus pacientes en esta historia que se ha rodado sin un guión totalmente definido, dejando espacio para que los actores improvisen (un método que ya se utilizó en La pecera de Eva). “Nunca había trabajado así, solo en teatro. Y en televisión, al principio pensé que sería de locos, al no haber guion y tener que improvisar. Pero todo ha sido fácil y fluido. Hay un gran grupo y equipo” aseguró Millán, que no actuaba en televisión desde su participación en Lex (2008).
En Frágiles, Pablo es un fisioterapeuta vocacional, pero sus métodos de terapia son totalmente gatípicos. Conoce a la perfección el cuerpo humano, pero tiene muy claro que tras el dolor físico de sus pacientes se esconde un dolor emocional, una historia que contar y una posibilidad de superación. Por este motivo, a la vez que trata sus lesiones indaga en sus emociones y estados de ánimo para saber cómo se sienten, ya que éstos influyen de forma notable en su recuperación. Además de los casos clínicos y a través de sus pacientes, la serie abordará su historia personal y las propias “heridas” que el protagonista arrastra.
Entre los próximos proyectos que tiene en mente y que detalló en la presentación de Frágiles, está participar en Extreme Man, un triatlón que tendrá lugar en Menorca el 23 de septiembre, en el que volverá a poner a prueba su resistencia física.
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