Convertida en una bruja de cuento, Elsa Pataky ha hecho un viaje relámpago a Barcelona para rodar la película Copito de Nieve, donde interpreta a una hechicera a la que el simpático gorila recurre. “Creo que es una de las cosas más complicadas que he hecho en mi vida, porque no actuamos con actores, sino con muñecos. Trabajas con la nada”, cuenta la actriz. El papel no le va nada mal, porque una de sus cualidades es la capacidad de hechizar a la pantalla, y uno de los últimos que se han rendido a sus encantos ha sido el director Woody Allen, quien quiere contar con ella para su próxima película, aunque su participación en el largometraje todavía es una incógnita.
Después de saber que había sido elegida por el cineasta, un problema de fechas podría hacer que no pudiera ver cumplido su sueño de ponerse a sus órdenes este verano: “Me coincide con otro proyecto y están intentando ver si se puede mover. La mala suerte de los actores es que a veces te coinciden dos proyectos al mismo tiempo. Ojalá lo pueda hacer, ¡estoy a punto de pegarme un tiro!”. Elsa dice que para ella fue un sueño conocer a Woody Allen y que si al final no se pueden cuadrar las fechas espera que haya más oportunidades, ya que le gustaría formar parte de la exitosa trayectoria del director. “El otro proyecto también es gordo. Estoy esperando que haya un milagro”, añade.
Si finalmente consigue trabajar en esta película, compartirá cartel con su ex pareja, Adrien Brody, con quien asegura que mantiene una buena relación y que, a pesar de haber terminado su noviazgo, hablan muy a menudo para seguir contándose cómo van sus vidas: “Mi ruptura con Adrien no fue nada traumática. Ahora tenemos una relación increíble, hablo bastante con él y nos tenemos mucho cariño”. Elsa afirma que para ella no habría sido complicado trabajar a su lado, porque son amigos y tienen mucha confianza.
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