Antonio Banderas, muy afectado en el último adiós a su padre

José Domínguez fue incinerado el domingo en el cementerio Virgen del Carmen de Marbella rodeado de familiares y amigos

Por hola.com

No eran aún las diez de la noche del domingo cuando los restos mortales de José Domínguez Prieto, padre de Antonio Banderas, abandonaban en un coche fúnebre la residencia que el actor malagueño posee en Marbella con destino al cementerio Virgen del Carmen de Marbella, donde fue despedido por multitud de seres queridos.

Nuestro actor más internacional llegó al cementerio visiblemente afectado y acompañado por su esposa, Melanie Griffith (también muy compungida), y su hija, Stella del Carmen. Antonio ayudaba a su madre, Ana Banderas, que apenas se tenía en pie y se apoyaba del brazo de sus dos hijos para entrar en el templo donde fue instalado el féretro del finado. El hermano de Antonio, Francisco José ("Chico" para los amigos), estuvo arropado por su esposa, María Ángeles, y sus dos hijos.

Tras proceder a la incineración, toda la familia se marchó con la tristeza reflejada en el rostro. Antonio ocupó el asiento de copiloto del coche en el que regresó a "La Gaviota", no sin antes mostrar su gratitud a los medios de comunicación apostados a la salida del cementerio. En el asiento trasero viajaban su madre, su esposa y su hija, todos rumbo a su domicilio malagueño, del que volverán a salir en los próximos días para asistir a la misa funeral que se celebrará en memoria del patriarca del clan Banderas.

Un hijo atento y agradecido
El padre de Antonio Banderas, comisario de policía jubilado, fallecía el sábado a los 87 años de edad y tras una larga enfermedad en la residencia que su hijo tiene en Marbella. Junto a él estaban su mujer, sus hijos y algunos de sus nietos. Antonio Banderas lleva instalado en la localidad malagueña desde las pasadas navidades, pues conocía el delicado estado de salud de su padre. Según fuentes cercanas a la familia, él mismo se ocupó personalmente de atender, cuidar y velar a su progenitor. El actor, que retrasó varios proyectos después de finalizar un rodaje en Bulgaria, decidió quedarse junto a su padre mientras Melanie y Stella del Carmen regresaban a Los Ángeles, donde residen habitualmente. Ambas volaron a España al día siguiente de conocer el fatal desenlace.