Leonardo DiCaprio y su polémica llegada a Madrid

El actor, acompañado por su madre y su abuela, apareció una hora tarde en la rueda de prensa

Por hola.com

Es una de las estrellas más rutilantes de Hollywood y es que, pese a sus 32 años, Leonardo DiCaprio sigue manteniendo esa cara de jovencito resultón. No obstante que nadie se engañe, sus papeles cinematográficos son cada día más comprometidos, como demuestra su última cinta, Diamantes de sangre y por la que le hemos podido ver estos días en la capital de España. Una cinta que pone de manifiesto los turbios negocios que se mueven en torno a la venta de diamantes africanos. Basada en los noventa, cuenta la historia de Danny Archer (DiCaprio), un mercenario de Zimbabwe que sobrevive con el tráfico de estas piedras preciosas y las armas.

El protagonista de Titanic ha conseguido gracias a esta interpretación una nominación a los Oscar, en la categoría de Mejor Actor. DiCaprio comentó los motivos que le llevaron a afrontar este papel: "Acepté participar en este proyecto porque narra una historia que transcurre en la época ‘post-apartheid’ y yo encarno a un joven de Sudáfrica que se aprovecha de la corrupción que existía entonces". Y es que el actor tuvo que estudiar una cantidad ingente de información para comprender la situación social de aquella época y aquel lugar, tanto que, incluso, llegó a entrevistarse con mercenarios para dar mayor veracidad a su personaje.

Durante la rueda de prensa, que tuvo hasta un plante de los medios gráficos y los periodistas debido al retraso de más de una hora del actor y el equipo técnico, el director de la cinta Edwar Zwick quiso aclarar la polémica que se despertó entre las empresas de diamantes por la denuncia de la película. Zwick aseguró que los diamantes han sido moneda de contrabando durante muchos años, pero "eso no quiere decir que le estemos diciendo a la gente que deje de comprar diamantes, pero sí que insistan en ver sus certificados de garantía y en saber de dónde proceden".

No sin mi madre
O ese al menos parece ser el grito de guerra de DiCaprio a quien ya es muy normal ver acompañado tanto de su madre, Irmelin DiCaprio, como de su abuela, Helena Idenbirken. Este verano también pudimos ver al guapo actor por las calles de Barcelona acompañado de su familia, aunque en aquella ocasión, en la visita también les acompañaba Bar Rafaeli la joven modelo israelí que ocupa el corazón del protagonista de Infiltrados desde hace unos meses. No obstante, durante su presentación en Madrid de Diamante de sangre el guapo intérprete se negó a realizar ningún comentario sobre su vida privada.