—Como bastante emotiva y muy fuerte. Si me molesta algo, me molesta de verdad y me enfado. Pero todo es muy franco. No puedo esconderlo. También soy increíblemente fiel y supongo que divertida.
—¿Es cierto que es usted tímida?
—Sí, lo soy. Cuando estaba en el colegio, la gente pensaba que era distante, pero no lo era. Simplemente, era tímida. Todavía sigo odiando ir sola a una fiesta.
—¿Se considera una adicta al trabajo?
—No, en realidad soy muy buena soñando despierta y sin hacer nada. La verdad es que puedo tirarme sin hacer nada y sólo existe en mi cabeza. Es lamentable. Mi hermana solía decirme: «¿Qué has hecho esta tarde? Nada». Puedo ser desde tremendamente centrada hasta increíblemente vaga.
—¿Qué le ha enseñado la vida?
—Me he dado cuenta de que no puedes tenerlo todo.
—¿Hay algo que desearía haber sabido antes en la vida?
—Nada para tomarse en serio.
—Recientemente ganó un juicio contra un periódico británico que publicó que usted tenía un romance con su compañero de reparto en «Cold Mountain», Jude Law, provocando la ruptura de su matrimonio.
—Un pleito no es una experiencia muy agradable, porque se basa en una gran cantidad de negatividad. Yo casi siempre pongo la otra mejilla, pero la preocupación por mis hijos me llevó a tomar acciones legales. Se me acusó de algo que yo no había hecho, y eso va en contra de lo que yo creo moralmente, así que no quería que se tergiversara delante de mis hijos.
—¿Se ve actuando tanto como ahora?
—Creo que, probablemente, cuando me enamore, será cuando empiece a actuar menos, porque querré volver a acomodarme. Cuando me casé, no era capaz de embarcarme en muchas aventuras en el extranjero, así que ahora estoy intentando aprovechar esa oportunidad.
—¿Cuál es su objetivo principal?
—Quiero mirar hacia atrás y decir que en mi vida no sólo actué, sino que viví. Que me recorrí el mundo. Que aprendí italiano y fui una estupenda cocinera. Que fui una gran madre. Hay tantas cosas, que me gustaría poder decir que viví mi vida. Hay más cosas que me interesan.
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