No fue hasta 1998, año en el que se estrenó La máscara del zorro, cuando el mundo se quedó prendado de esta galesa de blanca sonrisa y pelo negro como el azabache. En estos cinco años, Catherine Zeta-Jones se ha convertido en una de las actrices más importantes de Hollywood y siempre ha contado con el apoyo de su marido, Michael Douglas: "Tengo un esposo que respeta mi carrera y no quiere que me quede todo el día en casa. Él comprende y le gusta el hecho de que yo tenga aún mucho por hacer", comenta la actriz en una entrevista concedida al diario Daily Express.
La clave del éxito: el esfuerzo A pesar de ser una mujer joven, tiene 33 años, Catherine Zeta-Jones sabe que todo los éxitos que está cosechando en los últimos tiempos vienen precedidos de un gran esfuerzo. "Cuando era pequeña mis amigas me decía que era muy afortunada. Si yo tengo suerte es porque he trabajado mucho y muy duro. Dejé mi casa a los 15 años, hice películas para televisión de poca calidad y me fui sola a Estados Unidos donde tuve que luchar mucho para hacerme un hueco".
Un esfuerzo que se ha visto recompensado ahora que la actriz acaba de ser nominada en los premios Globos de Oro a la Mejor Actriz de Musical o Comedia por su papel como Velma Kelly en Chicago. Aunque contenta con esta nominación a uno de los galardones considerados la antesala de los Oscar, la actriz no cree que su nombre se encuentre entre los candidatos a los Oscar en las categorías más importantes: "No creo que esté nominada al Oscar la Mejor Actriz, tal vez sí al de Mejor Actriz de Reparto. Velma no tiene escenas de las que se deduzca que es protagonista, más bien el papel de Renée Zellweger es el más importante".
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