Poco queda ya para que el próximo 24 de marzo la ciudad de Los Ángeles se vista de fiesta y se convierta nuevamente en la sede de la gran fiesta del cine, la entrega de los Oscar; el evento servirá también para inaugurar oficialmente el teatro Kodak, en el corazón de Hollywood Boulevard. La noche de los Oscars es un evento seguido por millones de personas en el mundo y por tal motivo actores y actrices tratan de conseguir la imagen más glamourosa de su carrera. Desde el momento en que se dicen los nombres de los nominados la maquinaria de Hollywood se pone en marcha, reuniones secretas, faxes entre las grandes casas de la moda y los despachos de los publicistas, e-mails, regalos, etc. Es una guerra abierta por conseguir el diseño ideal para la actriz adecuada.
La ceremonia es una auténtica pasarela y las fotos de ese día se mantienen para la posteridad, nadie olvida el vestido de Ralph Lauren que lucio Penélope Cruz cuando Pedro Almodóvar consiguió su Oscar, ni el traje rosa fucsia del mismo diseñador que llevaba Gwyneth Paltrow cuando gano por Shakespeare Enamorado y mucho menos el maravilloso diseño de Valentino que cubrió el cuerpo de Julia Roberts cuando llorando de felicidad recibió su primera estatuilla. Son momentos mágicos que viven en la memoria de los espectadores junto con el glamour, la belleza y por supuesto la moda del momento.
)
)
)
)
)
)
)
)
