Combatir el dolor, piedra a piedra

Además de estar especialmente indicada para quienes padecen problemas musculares o circulatorios, la terapia geotermal también ayuda a reducir el estrés y la ansiedad

Por hola.com

Dice un refrán español que "El catalán, de las piedras hace pan". Y mientras hay quienes sacan un provecho ‘gastronómico’ a tan antiguos minerales (aunque sea de forma metafórica...), también hay quienes han sabido convertirlos en protagonistas de uno de los tratamientos más demandados en los spas y balnearios de medio mundo. ¿Su nombre? La ‘terapia geotermal’, consistente en la aplicación de una serie de piedras volcánicas sobre distintos puntos específicos del cuerpo. Estas piedras suelen tener diferentes tamaños y temperaturas, aprovechando así los efectos beneficiosos del calor y el frío en el organismo (su colocación alterna estimula la circulación).

Así, mientras las piedras calientes (que pueden alcanzar los 50ºC) son perfectas para ayudar a reducir las contusiones, traumatismos y patologías vasculares periféricas, las piedras frías (que se encuentran entre los 4ºC y los 6ºC) son buenas para aliviar los síntomas relacionados con procesos de artrosis o esguinces, inflamaciones crónicas, neuralgias, dolores en las vértebras, cervicales o mialgias.

Pero no sólo eso; más allá de las cuestiones puramente físicas, la terapia geotermal también ayuda al paciente a liberarse del estrés, la ansiedad y el nerviosismo acumulado. Todo ello en sesiones que suelen tener una duración de una hora o una hora y media (en función del centro) y en las que el terapeuta combina los movimientos de las piedras sobre el cuerpo con un suave masaje y con el uso de aceites esenciales. Relax en estado puro.