La edad no importa
Por Estefanía Arnaldo
Quiero hablaros de alguien, de alguien a quien su edad no le condiciona para practicar deporte y alguien a quien admiro.
Ella es Ernestine Sheperd, conocida en el mundo del Fitness como “Miss Ernie” y en el mundo entero como la fisioculturista más vieja. Así aparece en el Libro Guinness de los Récords y orgullosa está de ello.
Viéndola nadie diría que Ernestine tiene 75 años, y es que no sólo su aspecto físico nos engaña, sino que además desprende vitalidad por cada uno de los poros de su piel.
Su historia es curiosa, ya que comenzó a entrenar a los 71 años, después de que su hermana falleciese y de hacer la “promesa” juntas. Desde ese día sigue este estilo de vida y sólo con saber qué cada día se levanta antes de ir al gimnasio para correr 10 millas (algo más de 16 km) es digna de admirar. Ahora ella se dedica a mostrar a otras personas su pasión y a inculcarles un estilo de vida sano.
Ernestine es el vivo ejemplo de que nunca es tarde para la actividad física y de que todo se puede conseguir. No hace falta que lleguemos a ser fisioculturistas, simplemente tomarla de ejemplo de vida sana y superación.
A partir de hoy a seguir su lema de las tres D: “Decidido – Dedicado – Disciplinado para estar en Forma”
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Ernestine es el vivo ejemplo de que nunca es tarde para la actividad física y de que todo se puede conseguir. No hace falta que lleguemos a ser fisioculturistas, simplemente tomarla de ejemplo de vida sana y superación.
A partir de hoy a seguir su lema de las tres D: “Decidido – Dedicado – Disciplinado para estar en Forma”