Los 3 hábitos más frecuentes que aceleran la aparición de arrugas

Y ninguno de ellos tiene que ver con el paso del tiempo

Por Mariana Chacón

La piel es el órgano más grande todo el cuerpo y también el que refleja el paso del tiempo de una forma más evidente a través de las arrugas, líneas de expresión, manchas y otros signos que hablan del estilo de vida que hemos llevado. Aunque el envejecimiento es natural e inevitable, los expertos prometen que con el paso de los años se nota menos en quienes han seguido ciertos hábitos de forma constante como el de aplicar protector solar todos los días, seguir una alimentación saludable y rica en antioxidantes o cuidarse mediante fórmulas cosméticas eficaces que completen este enfoque holístico antiedad. Además de los consejos que seguro has oído en más de una ocasión, los especialistas señalan a determinados gestos faciales muy comunes como otros factores de envejecimiento en potencia. 

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Los problemas de visión

Arrugar el entrecejo es el primer gesto que acelera la aparición de líneas de expresión y la Dra. Gema Pérez Sevilla, cirujana maxilofacial y experta en medicina estética facial, revela que a menudo está asociado a problemas en la vista: "Padecer fotosensibilidad por tener los ojos muy claros, o por alguna enfermedad y haber sido operado de miopía u otra patología de la visión, ser miope o tener mala visión de cerca son los factores que llevan a muchas personas a fruncir constantemente el ceño", apunta la experta, quien señala como la consecuencia más evidente la aparición prematura de surcos en la zona. Una de las soluciones pasa por tener este accesorio siempre a mano: "Para prevenirlas, es importante, por una parte, llevar siempre gafas de sol cuando estamos en el exterior, y, por otra parte, corregir cualquier tipo de problemas de la visión acudiendo al especialista", expone la doctora. 

Además, la ayuda extra que funciona como protocolo preventivo y también suaviza por completo la superficie de la piel es el bótox: "Para mejorar las arrugas del entrecejo el tratamiento más indicado es la infiltración de toxina botulínica, que permite relajar el músculo", recomienda la doctora. En cuanto a la duración de sus beneficios, la cirujana general y médico estético Virtudes Ruíz apunta que "los efectos de la toxina botulínica duran entre tres y cuatro meses, como termino general. Hay a quien le dura algo más (al tratarse de un producto biológico, algunos organismos lo asimilan de forma distinta)". 

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Las malas posturas

Si ya has encontrado la posición en la que concilias mejor el sueño y eres de las que no lo consiguen boca arriba, Gema Pérez Sevilla tiene algo que decirte: "Dormir de lado favorece la formación de arrugas verticales en la frente, en el entrecejo, en el surco nasogeniano, a veces en las mejillas e incluso en el escote". ¿Lo ideal? "Dormir boca arriba (evitar siempre dormir boca abajo, que es la posición más lesiva) y usar una almohada que sea más ancha en los laterales para que podamos encajar la cabeza, o una almohada con oquedades, de forma que justo el rostro quede en el hueco", aconseja la experta. Si además eres de las leen o se quedan un buen rato mirando el móvil en la cama, lo mejor es hacerlo sentada y con la espalda recostada sobre almohadones. 

Y no solo en la cama, la cirujana maxilofacial avisa de que "la postura que adoptamos por el uso de los dispositivos electrónicos nos lleva a forzar el cuello provocando que se acentúen las arrugas horizontales (que se conocen como collarete de Venus)". La solución pasa por mirar el móvil sin plegar el cuello y, si ya han aparecido los surcos, recurrir a las infiltraciones de ácido hialurónico.

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El estrés 

Por último, existen determinadas reacciones faciales que se desencadenan tras sentir una emoción en concreto. En casos de estrés o ansiedad, por ejemplo, "solemos apretar la mandíbula en exceso, lo que puede hacer que la cara adquiera una forma más cuadrada, al tener más volumen en la zona cercana al ángulo mandibular, y, por otra parte, también contraemos los músculos del mentón, lo que puede provocar arrugas en el propio mentón", señala la Dra. Pérez Sevilla. En estos casos, el especialista al que hay que visitar es al odontólogo para que estudie si será necesaria una férula de descarga. Además, las infiltraciones de toxina botulínica también ayudan a relajar la musculatura. 

En cuanto a los momentos de concentración como cuando se estudia, trabaja o se lee un libro, todos tienen en común un mismo gesto: fruncir la boca. "Puede favorecer la formación temprana del código de barras y fruncir los músculos cigomáticos y laterales del rostro, como una media sonrisa lateral, que favorece la formación temprana de las arrugas del surco nasogeniano", apunta la doctora, quien también revela un truco muy efectivo para evitarlo: "Podemos recurrir a un truco sencillo que consiste en poner un pequeño trozo de algodón húmedo o un chicle entre el labio superior y la encía o en el lado de la boca que solemos fruncir, de esta manera seremos conscientes de que estamos realizando el movimiento".