¿Quieres ganar la batalla contra las estrías?

Te contamos cómo prevenir y tratar este problema estético que afecta a un buen número de personas

Por hola.com

Ahora que estamos en plena operación biquini, no es mal momento para acordarnos de uno de los 'daños colaterales' de las pérdidas de peso, las estrías. Estas marcas que aparecen en nuestra piel están muy relacionadas con esos momentos en los que pierdes o ganas mucho peso: embarazo, dietas... Lógicamente, si se obliga a la piel a estirarse y dar de sí como un globo hinchado, como sucede durante la gestación o al ganar mucho peso, es fácil que ésta se rompa y desgarre, provocando la aparición de estrías.

¿Cuándo?
Las estrías pueden aparecer cuando hay un rápido estiramiento de la piel y, a menudo, se las asocia con el agrandamiento del abdomen durante el embarazo. Se puede dar también en niños y niñas que han subido de peso muy rápidamente o bien durante la pubertad, momento en el que la velocidad de crecimiento se dispara.

¿Dónde?
La localización más común de las estrías se encuentra en el pecho, las caderas, los muslos, los glúteos y el abdomen.

¿Cómo?
Las estrías aparecen en forma de líneas paralelas de piel rojizas, brillantes y delgadas que con el tiempo se tornan blanquecinas y con apariencia de cicatriz. Las estrías pueden ser ligeramente profundas y presentar una textura diferente de la piel normal. La rotura de las fibras de la piel origina finas cicatrices blancas o rojas que se vuelven aún más antiestéticas en verano, con el sol.

¿Por qué?
Desde un punto de vista fisiológico, las estrías son causadas por el estiramiento de las capas medias e internas de la piel debido al embarazo, la pubertad y el crecimiento rápido, también por el aumento o la disminución repentinos de peso o musculación.

Los expertos de la Clínica Planas explican que cuando hay una ruptura de las fibras de colágeno y elastina, la piel se debilita y se vuelven susceptibles a la cicatrización crónica que al igual que una vieja banda elástica, tienden a perder su elasticidad. Muchos dermatólogos creen que las hormonas también pueden jugar un papel en el que afectan a la capacidad de la piel para hacer frente al repentino y prolongado estiramiento.

También pueden presentarse como resultado de una formación anómala de colágeno o como resultado de medicamentos o substancias químicas que interfieren con la formación de éste. De la misma manera, pueden estar asociadas con el uso prolongado de compuestos de cortisona, diabetes, enfermedad de Cushing y el período de posparto.

Como explica la Dra. Adriana Ribé, directora de Ribe Clinic, “las estrías se producen por pequeños desgarros del tejido que yace justo debajo de la piel, causados por la alteración de las fibras elásticas. Por esta razón su tratamiento siempre ha sido muy complicado hasta la llegada de la tecnología láser”.

¿Qué hacer?
Siempre es mejor la prevención, en lugar de aplicar remedios para tratar de disminuir los efectos visibles de estrías en la piel. Por ello hay que atacar el problema con mucha seriedad antes de que los efectos sean manifiesto. Llevarlo a cabo con éxito es sencillo: mantener un peso apropiado, extremar la hidratación de la piel para conservar su elasticidad e incorporar el ejercicio físico a nuestra rutina diaria para mantener el tono muscular.

“La prevención es lo más importante para evitar la aparición de las estrías”, nos explica la Dra. Adriana Ribé, quien explica que para prevenirlas es fundamental aplicar crema hidratante y/o aceites por la mañana y por la noche en toda la piel, así como cosméticos específicos para estrías antes de irse a dormir, realizando un suave masaje para su correcta absorción. Además, es fundamental evitar cambios de peso brusco, hacerlo de manera controlada con una dieta saludable que permita perder peso paulatinamente. Y, eso sí, acudir al especialista cuando empiecen a aparecer las primeras estrías, ya que cuanto más tiempo pase más difícil será eliminarlas.

Aunque no es una batalla fácil, hoy en día el problema de las estrías tiene solución. En Clínica Planas explican que disponen de nuevas tecnologías basadas en la luz y la radiofrecuencia fraccionada que nos permiten realizar tratamientos efectivos, simples, duraderos y sin efectos secundarios significativos.

En este centro, por ejemplo, usan técnicas de radiofrecuencia fraccionada, en tan sólo 2 o 3 sesiones de tratamiento de entre 10 y 15 minutos de duración y con un intervalo entre ellas de 6 u 8 semanas. Las estrías se matizan entre un 50 y 70% tanto en el abdomen como en áreas habitualmente más conflictivas como las caderas, los glúteos o la parte interna de los muslos. La zona tratada queda con un tono un poco oscuro que, sin embargo, desaparece a los 4 o 5 días. El único cuidado postoperatorio que requiere el tratamiento es la hidratación de la zona así como evitar la exposición solar durante una semana.

Los centros Carmen Navarro cuentan con su tratamiento Antiscars Programa Antiestrias, indicado para acabar con las estrías blancas. La estría se pincha en varios puntos con una microaguja (sin anestesia) y gracias a la acción de la radiofrecuencia y la retracción concéntrica por electroacumulación, del equipo AntiScars, se consigue eliminarlas hasta en un 95%, al igual que las cicatrices planas. Este equipo permite tratar cada estría de forma individual.

Y por su parte, Maribel Yébenes propone su tratamiento Mesoestría 3 planos, que comienza con un peeling muy profundo utilizando una técnica o varias (láser, dermo o glicólicos) en función al grosor y a la antigüedad de la estría. Aplica después un aparato de ondas profundas para activar la circulación y regenerar el tejid. Y finaliza con la aplicación de un cóctel específico de infiltraciones a 3 niveles para la recuperación del tejido, regeneración de la piel, nutrición celular, síntesis de colágeno y la reducción de la estría.