Son el accesorio del verano por excelencia. Es ahora cuando no podemos salir a la calle sin nuestras gafas de sol, un complemento siempre a la moda que determina y completa el look. Pero tanto toque "fashion" no debe hacernos olvidar su función principal, que es salvaguardar los delicadísimos ojos, responsables del sentido de la visión. Por eso, es importante hacer una inversión y no dejarse llevar sólo por las modas de cada verano.
Y más aún teniendo en cuenta que las lesiones producidas por el sol son irreversibles en la mayor parte de los casos. Así, los expertos no dudan en llamar la atención sobre la necesidad de utilizar siempre gafas de sol para proteger nuestros ojos. Desde el Instituto Oftalmológico de Alicante, por ejemplo, inciden en que es fundamental usar lentes homologadas y adaptadas a nuestras necesidades. Así, conviene asegurarse de que las gafas cuentan con la etiqueta CE, que asegura que cumple con la normativa vigente en la Unión Europea. Lo importante es que reduzcan entre el 99 y 100% de la radiación ultravioleta y entre el 75 y el 90% de la radiación visible.
Las lentes, además, deben ser de cristal u orgánicas, pero nunca de plástico, y lo suficientemente grandes para cubrir de frente y lateralmente los rayos.
Un cuestión muy importante es la referida al color de los cristales. Éste no debe regirse sólo por las tendencias de cada año, pues influye, y de qué manera, en la protección de nuestros ojos. Desde el IOA, apuntan que antes de elegirlo, hay que tener en cuenta para qué vamos a usar las gafas, pues aunque en la protección de nuestros ojos el factor de protección depende del tipo de filtro, el color de la lente tiene efectos distintos sobre nuestros ojos.