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¿Yoga para mantenernos jóvenes? ¡Sí! Jóvenes, ágiles, sanas y más felices. Si aún no te has iniciado en esta disciplina milenaria, te contamos cuáles son las ocho posturas o asanas que debes probar para frenar el envejecimiento de nuestro cuerpo y mente.

 

Tal y como nos dicen los expertos de la firma Intimina, el Yoga no solo mejora nuestro sistema inmunitario, sino que también elimina la grasa abdominal, baja la presión arterial, reduce el riesgo de diabetes, y ayuda a mitigar dolores de espalda, ciática o los asociados con la fibromialgia. Y además mejora nuestra autoestima con cada postura o asana que logramos realizar.

 

Sólo necesitas ropa cómoda, una esterilla y mucha constancia. ¡A por ello!

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Adho Mukha Svanasana o postura del perro cabeza abajo o ‘V’ invertida

Es una de las posturas básicas de Yoga y también una de las más completas, ya que te permite estirar todo el cuerpo a la vez que te relajas. Con ella invertimos la acción de la gravedad en nuestro cuerpo consiguiendo que la sangre fluya en dirección contraria a la habitual. Recibiremos más sangre en nuestro rostro ya que se activará la circulación en esta zona y tendremos un rostro más fresco, lozano y joven. Además, reduce la ansiedad y la depresión, ayuda a mejorar nuestra autoestima y ayuda a fortalecer los huesos y a prevenir la osteoporosis gracias al peso balanceado que reciben nuestras piernas y brazos.

Asegúrate de fijar bien al suelo los pies y las manos. Los pies deberán estar de puntillas con los talones dirección al suelo y estira bien las piernas llevando los isquiones hacia el techo. Esta postura no solo fortalece la espalda, el cuello, el abdomen y las piernas, sino que también mejora la circulación sanguínea.

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Anjaneyasana o postura de la luna creciente

Con esta asana nos sentiremos mucho más jóvenes y flexibles, ya que es una de las que más contribuyen a la apertura de la cadera: trabaja el psoas (uno de los músculos que activamos cuando hacemos abdominales), la ingle y las articulaciones de la cadera.

Según indican los yoguis, la cadera sufre cuando nos sentimos estresados o en tensión (por el trabajo, por una relación, etc.) por eso, muchas personas que realizan esta pose se sienten liberadas y mucho más relajadas después de su rutina de yoga.

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Virabhadrasana (I) o postura del guerrero (I)

Gracias a la práctica de esta asana mejorará nuestra circulación y respiración. ¿El resultado? Después de realizarla sentiremos una inyección de energía para poder afrontar el día. Además, fortalece nuestro cuerpo de muchas maneras: hombros, brazos, piernas, tobillos, espalda y consigue que seamos mucho más flexibles.

Este ejercicio tiene tres variantes y consiste en simular los pasos que daría un guerrero para atacar. Con él, lograremos estirar la parte superior del tronco y tonificar piernas y glúteos. Además es buena para ganar equilibrio y corregir la postura, ya que se realiza con la espalda recta. Esta asana también alivia los calambres en las piernas, ya que estira gemelos, y disminuye la grasa en las caderas. 

Colócate de pie, toma aire y da un paso largo hacia la izquierda, de modo que las piernas queden separadas aproximadamente a un metro de distancia. Gira 90 grados el pie izquierdo y después mueve ligeramente el derecho (unos 45 grados), gira el tronco para que las caderas y el pie queden en línea. Una vez hecho esto, flexiona la rodilla izquierda y estira los bazos hacia arriba. 

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Virabhadrasana (II) o postura del guerrero (II)

Es otra de las asanas que se llaman básicas, y viene bien para mejorar la respiración, ya que el pecho se abre, además de que previene el lumbago y la ciática, y aporta fortaleza, por lo que te ayudará a afrontar la vida con valentía. ¡Asana para sentirnos fuertes y jóvenes como auténticas guerreras! Mejora la digestión, estimula los órganos abdominales, aumenta los niveles de estamina en nuestro cuerpo (cuanta más estamina, menos cansadas nos sentiremos), reduce el dolor de espalda (especialmente el que se experimenta durante el embarazo).

De pie, inspira y da un paso largo con la pierna izquierda para separar ambas piernas. Después gira 90 grados el pie izquierdo, mientras que el derecho se queda en su lugar. Abre los brazos a la altura de los hombros en una línea recta paralela al suelo con las palmas de las manos hacia abajo. A continuación, flexiona la rodilla izquierda para que quede justo encima del pie. En este caso la cadera no se gira.

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Navasana o postura del barco

¿Digestiones pesadas? Esta postura es genial para estimular el tránsito intestinal, por lo que está especialmente recomendada para aquellas personas que tienen dificultades digestivas. Además, estimula nuestros riñones y tiróides. Cuando se sufre hipotiroidismo, es normal que una se sienta decaída, con sueño, fatigada, incluso que nos provoque sobrepeso. Por eso, un buen funcionamiento de las tiroides es esencial para mantener un cuerpo joven.

Eso sí, es muy fácil hacerla de manera incorrecta, así que si quieres evitar lesiones debes tener cuidado con la posición de la espalda y los hombros, además del hueso sacro, ya que todo el peso recaerá sobre él. Si ves que no puedes hacerlo, puedes colocar un cojín para que esa zona 'descanse'.

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Vrksasana o postura del árbol

 

La postura ideal para ser las 'reinas' del equilibrio y tonificar nalgas y piernas, símbolo de juventud. También consigue que nuestros ligamentos y tendones de los pies ganen la fuerza que necesitamos para... ¡pisar fuerte en nuestro día a día!

De pie, lleva el peso del cuerpo hacia el pie derecho. Junta las manos en tu pecho, mira a un punto fijo y dobla la pierna derecha deslizándola por el interior del muslo izquierdo. Para facilitar el equilibrio, puedes colocarlo en el interior de la pantorrilla, pero nunca en la rodilla. Estira los brazos por encima de la cabeza y une las palmas de las manos. Se trata de una asana de dificultad intermedia y requiere práctica porque no es fácil mantener el equilibrio, pero te irá genial si estés muy estresada, si no consigues conciliar el sueño o tienes dolor de cabeza.

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Natarajasana o postura de la danza o 'rey bailarín'

Estamos hablando de una asana avanzada, así que requiere más energía, equilibrio y elasticidad del cuerpo. Entre sus beneficios, destacan qur fortalece la columna vertebral, hombros, glúteos e ingles, además de que tonifica el abdomen, mejora la postura y el equilibrio. Eso sí, no se recomienda si tienes la presión arterial baja. Representa al dios hindú Shiva bailando. Esta postura es estupenda para ayudarnos si queremos perder peso, ya que incrementa nuestro metabolismo. Caminaremos mejor y más esbeltas, ya que actúa directamente sobre nuestra postura. Además, ayuda a que nos concentremos mejor y libera estrés.

Comienza de pie y fija la vista en un punto mirando hacia delante. Dobla la pierna derecha hacia atrás y agarra el pie derecho con la mano derecha, levantándolo suavemente. Repite sobre el otro pie.

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Utthita Parsvakonasana, o postura del ángulo lateral extendido

Con esta postura fortalecerás las piernas y estimularás los abdominales mientras trabajas la resistencia. Además, alivia el estreñimiento, disminuye los dolores del período y abre nuestro pecho, hombros y pulmones, lo que contribuye a una mejora de la respiración.

Comienza en posición de pie y da un salto para abrir las piernas. A continuación, estira los brazos a la altura de los hombros para que queden en una línea paralela al suelo con las palmas de las manos hacia abajo. Ahora, gira el pie izquierdo ligeramente hacia la derecha y el pie derecho uno 90 grados hacia la izquierda. Trata de alinear ambos talones y gira la cadera hasta que el tronco quede mirando hacia el frente. Mientras exhalas, dobla la rodilla derecha sobre el tobillo derecho (y viceversa cuando cambies de rodilla) y estira el brazo hacia el techo.

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