Toallitas, discos de algodón, manoplas... ¿deberías utilizarlos para desmaquillarte?

Los expertos explican los pros y los contras de estas formas prácticas y rápido de limpiar la piel

Por hola.com

Una piel limpia. Esa es la premisa fundamental para conseguir el objetivo de una piel sana que se mantenga joven. El maquillaje, la grasa o la contaminación ensucian nuestro rostro, por lo que limpiar la piel a diario es imprescindible para lucir una piel radiante. En un hipotético curso de cuidados de la piel, el primer tema debería estar íntegramente dedicado a la importancia de realizar una buena limpieza. De poco sirve invertir en cosméticos si la piel no está limpia. Es muy habitual conceder gran importancia al sérum o a la crema que nos aplicamos, olvidando que limpiar y tonificar la piel es esencial para que cualquier producto posterior pueda cumplir sus funciones. Por eso, hay que tener muy en cuenta los productos y accesorios que utilizamos para realizar este paso fundamental si queremos aprobar con nota nuestro particular curso. Y hemos querido fijarnos en los accesorios que utilizamos con ese cometido: discos de algodón, manoplas, toallitas... y el último éxito de la industria, las toallas que "borran" el maquillaje.

Objetivo: eliminar todas la impurezas

Antes de abordar cuáles son las mejores alternativas con la ayuda de los expertos, es importante poner en valor un ritual que debe ser realizado a conciencia. “En la limpieza de la mañana, la primera pasada tiene como objetivo eliminar las secreciones que produce la propia piel al regenerarse durante las horas de sueño de la noche. En el caso de la limpieza de la noche, esa primera pasada servirá para desmaquillar y retirar las impurezas que se han depositado en la piel a lo largo del día. El algodón que utilicemos en esa primera pasada termina manchado, lo que nos indica que hay zonas en las que hemos trabajado barriendo la suciedad y no eliminándola por completo. La segunda pasada elimina los residuos que han quedado en el rostro. Sin embargo, las pieles grasas, muy maquilladas o expuestas a un alto grado de polución necesitan una tercera limpieza, esta vez más profunda, para limpiar los poros y devolver la luminosidad al rostro”, explica Myriam Yébenes, directora del centro Maribel Yébenes.

¿Discos de algodón o manopla?

Pero, ¿cuál es, según los expertos, el mejor aliado para limpiar nuestra piel? Hay que ser especialmente cuidadoso y optar por accesorios destinados únicamente a la limpieza de la piel: puede parecer una obviedad, pero no conviene que utilices la toalla con la que secas las manos. En el centro de Maribel Yébenes lo tienen claro: “Recomendamos sustituir los algodones por unas manoplas o toallas humedecidas en agua tibia, resultando una limpieza mucho más efectiva y dejando una sensación muy agradable en la piel”. No todos los expertos abogan por el uso de estas manoplas, sobre todo por una cuestión de higiene, pura y dura. Así nos lo matiza la doctora Natalia Zawierta, asesora cosmética de Clinica Dermatológica Internacional, quien recomienda "retirar el producto desmaquillante con discos del algodón humedecidos en agua o con una toalla desechable también humedecida en agua. Personalmente no suelo recomendar las manoplas del algodón, por el simple hecho de que se nos olvida limpiarlas o desinfectarlas cada día y eso tiene mucha importancia en la higiene facial. Ademas siempre las guardamos en el baño en un ambiente humedecido (propenso a la aparición de las bacterias). Si te comprometes a limpiarlas y desinfectarlas diariamente, perfecto, pues vas a ahorrar dinero en los discos de algodón”. Eso sí, ten en cuenta si tienes la piel sensible que algunas toallas pueden irritarla por el efecto de la frotación. "El material más recomendable es el algodón de calidad", nos cuenta el farmacéutico y fundador de Twelve Beauty Pedro Catalá, quien insiste en la importancia de extremar la limpieza, pues "las toallas pueden ser un nido perfecto para el crecimiento de bacterias".

El nuevo éxito: las toallas reutilizables

Cada vez hay más opciones de toallas de limpieza facial reutilizables. Una de sus principales ventajas para muchas usuarias es la económica. Inviertes en un producto, pero puedes usarlo en más de una ocasión. Eso sí, has de asegurarte de que optas por una textura natural, que no sea agresiva con tu piel y, de nuevo, has de ser especialmente cuidadosa con su higiene, pues el producto ha de estar limpio cada vez que entra en contacto con tu piel. “Suponen un ahorro respecto a las desechables y son más respetuosas con el medio ambiente, más ecológicas. Pero, eso sí, hay que seguir un mantenimiento de limpieza adecuado y tener en cuenta que pueden irritar las pieles con acné”, explica el doctor Gabriel Serrano, presidente y fundador de Sesderma.

Una de las más conocidas es la Makeup Eraser (de venta en Sephora y Tacha), que permite eliminar el maquillaje con agua, puede lavarse en la lavadora, es suave al tacto y muy fácil de utilizar: basta con mojar el tejido y retirar el maquillaje. Y es que esta es una de las características de estos productos, que se pueden usar con o sin cosmético de limpieza. En la mayoría de los casos, solo necesitas humedecerlas, pero también permiten combinarlas con el limpiador habitual. Sobre este aspecto, nos da su opinión Adela R. Porto, experta visagista y alma máter de Sileä, quien recomienda "no para usar solo con agua, como suelen recomendar en sus tips, sino para retirar la leche limpiadora o el gel de nuestra piel, generalmente los materiales textiles de los que están realizados nos permiten eliminar rápidamente y en pocos pasos los maquillajes más difíciles. Además, si tienes cuidado de lavarla y secarla bien a diario, tienes toallita para rato, lo que resulta más ecológica". Otro ejemplo recién llegado es toalla limpiadora facial Mimos, de Beter, de fibra vegetal de konjac, 100% natural. ¿Sus ventajas? Su textura limpia en profundidad respetando el pH de la piel, basta con humedecerla para limpiar el rostro, retirar el maquillaje o mascarillas faciales. Puede usarse diariamente, y tienen una vida media de dos a tres meses. Además, este tipo de toalla realiza una ligera exfoliación, eliminando las células muertas. Eso sí, se aconseja tratarlas con suavidad para no dañar las fibras naturales que la componen, y se recomienda dejarla secar de forma natural en un espacio ventilado.

 

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Toallitas desmaquillantes de usar y tirar, ¿sí o no?

Si en algo coinciden los expertos en cuidado de la piel es en que son una alternativa para limpiar el cutis, pero solo a modo de urgencia y no como rutina diaria, ya que no pueden limpiar en profundidad. Dependiendo de las marcas contienen activos más o menos astringentes para la piel e incluso algunas son exfoliantes. Son buena opción si vamos de viaje, o si deseamos usarlas como primer paso para desmaquillar, incluso los ojos, pero posteriormente es preferible usar otro método de limpieza más profundo. “Son productos de higiene, no de tratamiento. Además, la limpieza que hacen es superficial, y no son convenientes para todo tipo de pieles. Aumentan el riesgo de alergia por los conservantes, alcohol y fragancias que se le añaden a la toallita. Pueden dejar los residuos de conservantes, tensioactivos y emulsionantes por encima de nuestra piel que, a la larga, pueden provocar sequedad e irritación. Por eso, aclarar la piel después de usar la toallita desmaquillante debería ser obligatorio. Las toallas son una solución que puede servir puntualmente, cuando no tenemos el acceso a un producto desmaquillante adecuado para nuestra piel”, explica la doctora Natalia Zawierta.

“Las toallitas son tejidos sin tejer impregnados en una serie de productos que tienen varias funciones: unos disuelven la suciedad y otros arrastran los restos de sebo, maquillaje y células muertas. Una de las mayores ventajas es su comodidad”, nos explica la doctora Mercedes Quintillà, especialista en Medicina Estética y Antienvejecimiento, quien solo recomienda su uso en ocasiones especiales como podría ser cuando uno viaja, pero no como un tratamiento de mantenimiento. Insiste además, en que proporcionan una limpieza superficial y, esto no es suficiente para limpiar todo el poro en profundidad. Por lo que sería obligatorio después de su uso, aclarar con agua para eliminar los residuos y minimizar los riesgos de alergia. A largo plazo, el uso de las toallitas de manera continuada nos puede provocar problemas de hipersensibilidad en la piel, por lo que es muy importante hacer un uso adecuado y usar toallitas según nuestra piel, ya que están contraindicadas en dermatitis atópica y, sobre todo, en casos de acné activo. El doctor Gabriel Serrano destaca la comodidad y la higiene de estas toallitas desmaquillantes desechables, que "no requieren de ningún mantenimiento, pero eso sí, suponen un gasto mayor que las toallas desmaquillantes reutilizables y son menos respetuosas con el medio ambiente, ya que las tiramos tras cada uso”. Adela R. Porto lo tiene claro: "No pueden ser sustitutivos del limpiador + tónico, elementos que nos ayudan a limpiar nuestra piel a diario en profundidad y que permiten equilibrar el pH y favorecer la absorción del resto de activos que aplicamos a continuación en nuestro serum o crema de tratamiento".