La máscara de pestañas, ¡que siempre sea waterproof! Es decir, resistente al agua. No por el miedo a chaparrones, sino a las lágrimas, que aún siendo de alegría, no tienen por qué destrozar el maquillaje de los ojos.
Las bases de maquillaje long lasting o de larga duración son idóneas para soportar el roce de muchos besos, saludos y abrazos, y aguantan más que las fórmulas tradicionales.
Los productos antibrillo no sólo son idóneos para las novias, sino también para controlar los que se pueden producir en la frente y nariz de los novios. Los encontrará en marcas como Clinique, Dior, Lancôme, Biotherm y Shiseido entre otras.
Si el traje es escotado en la espalda, no está de más hacerse una limpieza en un instituto de belleza una semana antes de la boda, sobre todo si hay tendencia a impurezas.
No está de más hacerse una pedicura antes de la boda. No sólo por motivos estéticos, sino sobre todo para evitar molestísimos dolores de pies que le pueden arruinar la fiesta hasta a la más estoica
Utilizar un dentífrico blanqueador durante el mes anterior a la boda mejora el aspecto de la sonrisa. Para un efecto más intensivo, siempre cabe la posibilidad de hacerse un blanqueamiento dental en el odontólogo.
Cualquier depilación, especialmente de cejas o vello facial, debe hacerse al menos dos días antes de la boda para evitar inflamación o rojeces. Las manos, centro de atención Símbolo de unión y de alianza, los anillos de compromiso y de matrimonio forman parte del ritual y la ceremonia del matrimonio. Con ello, las manos de la novia se convierten en foco de atención y objeto de todas las miradas. De ahí la necesidad de contar con una buena manicura, un detalle a veces olvidado. Incluso si los nervios hacen que la novia se muerda las uñas, hay trucos para lucir las manos con orgullo: las nuevas uñas artificiales, sean acrílicas o de porcelana, son una opción excelente para dar un aspecto impecable hasta a las manos más destrozadas.
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