No hace falta que busque una excusa: no le atrae salir a comprar cosméticos y, además, apenas si tiene tiempo para hacerlo. Existen soluciones para todos los gustos: desde la más novedosa compra por Internet a la compra por catálogo o el sistema del distribuidor que "llama a su puerta".
Algunas marcas han logrado su hueco en este sector del mercado, satisfaciendo las necesidades, gustos y prioridades de estos clientes. Es el caso de Avon, la auténtica marca decana en este campo. Los productos AVON, una firma fundada hace más de 100 años, son usados por millones de mujeres de todo el mundo y, como no podía ser de otra manera, también en España: más de 50.000 distribuidoras sirven a más de 15 millones de clientes. Clientes que prefieren el trato cercano con esta "vendedora particular", que viene a casa, explica las novedades, las características de un producto y lo trae a casa. Es raro conocer alguna casa en la que Avon no haya llamado alguna vez a la puerta.
Algo más tarde -en 1992- llegó a España Mary Kay, una empresa americana basada en el mismo criterio de venta a través de una red de distribuidores de venta directa. En este caso añade la atención personalizada de sus especialistas. Esta red, Mary Kay Ash falleció recientemente, está presente en más de 40 países y cuenta con más de 700.000 consultoras.
Pero con los nuevos tiempos, surgen otras vías. Así, la firma sueca Oriflame se ha especializado en la venta por catálogo (algo que también realiza Yves Rocher, además de la venta en tienda). Y también presionan las nuevas tecnologías: algunas firmas comienzan a vender sus productos por Internet, a través de portales especializados.
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