El aceite de oliva es una fuente de salud y de belleza

Son muchas las aplicaciones cosméticas de este producto mediterráneo

Por hola.com

Dicen que un olivo creció en el Monte Tabor, sobre el sepulcro de Adán. Y de olivo era también la rama que una paloma llevó a Noé para anunciarle el final del diluvio. En nuestra historia, este árbol ocupa un lugar privilegiado, como en nuestra gastronomía, a través del aceite que se obtiene de su fruto.

Si bien durante una época sufrió una etapa en la que fue relegado a favor de aceites más insípidos, los últimos descubrimientos que demuestran sus múltiples ventajas para la salud al potenciar el colesterol "bueno", así como una nueva apreciación de su sabor, han propiciado una recuperación de este producto tan mediterráneo.

¿Sabía que el aceite de oliva no sólo es un magnífico aderezo para los platos, sino también para la belleza? Muy probablemente el de oliva fue el primer aceite utilizado en tratamientos de belleza. A lo largo de los siglos, se ha utilizado no sólo como alimento natural, sino también como ungüento medicinal y como óleo sagrado. Existen recetas caseras que pueden realizarse con su ayuda.

  • El pelo muy seco recupera el brillo y la vitalidad perdidas si se cubre de aceite antes del lavado, extendiéndolo cuidadosamente por medios y largos (evitando raíces), y masajeando mechón a mechón, insistiendo en las puntas. Para potenciar el efecto, puede cubrir el cabello con un gorro de ducha y dormir con él, lavándolo con agua caliente a la mañana siguiente.
  • Una receta tan mediterránea como el limón y el aceite de oliva mejoran de forma inmediata el brillo de las uñas. Tras retirar todo resto de esmalte, frote la superficie de la uña y la cutícula con medio limón, lo que ayuda a eliminar manchas como las de tabaco. Después, sumerja las uñas en unas gotas de aceite templado (¡que no caliente!), haciendo un pequeño masaje sobre las cutículas para ablandarlas. Si desea aplicar esmalte posteriormente, deberá retirar todo resto de grasa para asegurar su adherencia.
  • Cuando la piel del cuerpo está muy seca y necesita una hidratante muy untuosa, puede enriquecer su fórmula habitual añadiendo unas gotas de aceite de oliva a su crema de siempre. Sin embargo, no debe excederse en la cantidad si no quiere acabar oliendo a ensalada.