El sol, el estrés, la ansiedad, la polución... Son muchos los factores externos que ponen en peligro tu piel. Pero además, no cuidarla conforme a los ritmos circadianos puede agravar los daños. Sin embargo, diseñar una rutina de skincare basada en estos, que no son otra cosa que tu reloj interno, te puede ayudar más de lo que crees.
El concepto que lo va a cambiar todo: la absorción biológica
Dice la doctora Rita Sêco, médica de estética y fundadora de Galerie Clinic, que "los ritmos circadianos son los ciclos biológicos internos que regulan las funciones del cuerpo". Cuenta que controlan procesos como la temperatura corporal, la secreción de hormonas y la actividad metabólica. Ahora están revolucionando el universo del cuidado de la piel. Y esto se debe a que estudios recientes han revelado que adaptar la rutina de cuidado facial al reloj biológico de la piel puede potenciar los resultados de los cosméticos. "Es un enfoque moderno que defiende la necesidad de respetar los momentos de mayor absorción biológica", explica la doctora.
¿Cómo funciona el reloj de tu piel?
Las necesidades de la piel son distintas en función del día o la noche. Por eso es determinante hacer una buena selección de los productos dentro de nuestra rutina en función a las necesidades y al momento en el que los apliquemos. "Durante el día, la piel siempre necesita protección contra la radiación UV, la contaminación y el estrés oxidativo. En cambio, por la noche hay que centrarse en la regeneración. La piel entra en un proceso activo de reparación celular durante el sueño y es más receptiva a los ingredientes hidratantes, regeneradores y renovadores", señala la doctora Sêco.
En línea con esto, las doctoras Sofía de Asís, Sara Gómez Armayones, Laura Berbegal De Gracia e Inés Escandell, (todas detrás de la comunidad Dermotheque, preocupada por el cuidado de la piel), explican que "muchos genes cutáneos siguen un patrón rítmico de 24 horas, y la piel tiene un reloj interno que marca cómo se comporta en cada momento del día". "Durante el día se defiende de agresores externos como el sol o la polución, y por la noche se centra en repararse y regenerarse", afirman. Para ellas existen cuatro momentos clave para la piel a lo largo de un día.
Cómo aprovechar los 4 momentos clave de tu piel en un día
- A mediodía: la secreción de sebo alcanza su punto máximo hacia el mediodía, por eso los seborreguladores o matificantes tienen más sentido por la mañana.
- Por la tarde: la piel es más sensible al daño UV por la noche que por la mañana. Tras un día de sol intenso, aplicar antioxidantes por la tarde o por la noche puede ser una buena estrategia.
- Antes de dormir: la síntesis de colágeno es mayor durante la noche. Los retinoides o ácidos como el glicólico funcionan mejor antes de dormir.
- Noche: la barrera cutánea es menos eficaz por la noche. Aprovecha para aplicar los productos reparadores mientras duermes.
La doctora Vanja Pantic, especialista en medicina estética en el centro médico Grupo Pedro Jaén, asegura que el ciclo hormonal, la fluctuación que también ocurre desde este punto de vista a lo largo de un mismo día y la temperatura corporal son factores que también determinan que la secreción de sebo alcance su punto máximo al mediodía. "Piensa que la actividad diaria también hace que la temperatura de nuestro cuerpo vaya en aumento, así que eso también hace que produzcamos más sebo", nos dice. "Esto explica que por las tardes sea habitual notar molestos brillos en la cara. Por eso, por las mañanas siempre se recomienda usar seborreguladores y matificantes", indica la experta.
Además, nos cuenta que la función barrera de la piel varía a lo largo del día. Durante la noche, se activan procesos de regeneración y reparación, aumentando la renovación celular, la síntesis de colágeno y la producción de lípidos. Esto hace que la piel sea más receptiva a los tratamientos aplicados. Por este motivo, se recomienda utilizar activos nocturnos que potencien estas funciones naturales para reforzar la reparación y mantener la piel hidratada y protegida mientras dormimos. La doctora Rita Sêco apunta que "el sueño es uno de los pilares fundamentales de la regeneración celular".
El jet lag facial es real
Precisamente porque nuestra piel tiene un reloj interno propio, existe el jet lag facial. ¡Y no solo lo sufren quienes cruzan océanos! Nuestro rostro también se ve afectado por los cambios de rutina, la falta de sueño y el estrés que generan los viajes. Silvia Giralt, esteticista con más de 30 años de trayectoria y fundadora del Centro de Estética Avanzada Silvia Giralt, explica que el rostro puede adquirir un tono más apagado y la piel verse más opaca, las ojeras se marcan más, se produce una hinchazón en los ojos y el rostro, se siente una textura más áspera o deshidratada y pueden aparecer granitos y una disminución de la luminosidad natural".
Los ritmos circadianos son tendencia
Los ritmos circadianos no solo se están teniendo en cuenta en lo que ahora se hace llamar "cosmética inteligente" que busca sacar el máximo partido a los activos por medio del modo, medio y momento de aplicación, sino que además es un concepto que se empieza a introducir en los tratamientos de belleza. De hecho, Le Méridien Ra Beach Hotel & Spa acaba de lanzar una propuesta innovadora basada en los ritmos circadianos. Han diseñado rompedores tratamientos que buscan alinearse con esos ritmos, ofreciendo experiencias personalizadas en función de tu estado anímico y nivel de energía.
Esto es interesante porque, como indica la doctora Rita Sêco, "procedimientos como peelings, láser o microneedling se benefician del descanso tras la sesión". Por eso, los expertos siempre recomiendan realizarlos un día en el que el cliente pueda quedarse en casa cuidando su piel. "El reposo en casa permite una regeneración más eficaz y una menor exposición a las agresiones externas", dice la doctora. Cada vez se hace más evidente que una rutina automatizada carece de sentido. La piel cambia, la rutina se adapta y es esencial encontrar el momento perfecto para convertir el cuidado facial en tu mini (y sagrado) ritual.