Sol radiante, piel dorada, arena bajo los pies... y una melena encrespada que parece tener vida propia. ¡Clásico del verano! Las vacaciones junto al mar son un sueño, pero pueden convertirse en una pesadilla para tu cabello si no lo cuidas con mimo. La humedad, el salitre, el viento y el sol hacen estragos en tu pelo, dejándolo seco, enredado y con más volumen del deseado (y no del bueno).
Pero no todo está perdido. Con algunos trucos, productos clave y rutinas sencillas, puedes disfrutar del mar sin sacrificar el look. Porque sí, es posible tener un pelazo de anuncio también en la playa. ¿Lista para decirle adiós al frizz? Aquí van 12 consejos infalibles para que tu melena sobreviva (y brille) en modo veraneo.

Protege tu cabello como proteges tu piel
A veces olvidamos que el cabello también sufre con el sol. Los rayos UV deterioran la proteína natural del pelo y provocan que se vuelva opaco, seco y más encrespado. Por suerte, hay productos específicos para protegerlo, como los sprays con filtros UV o aceites ligeros con propiedades fotoprotectoras. Estos se utilizan igual que un protector solar: antes de salir de casa y con reaplicación durante el día, sobre todo después del baño.

Aprovecha los recogidos para protegerlo
La zona de costa es el lugar perfecto para experimentar con peinados frescos y prácticos que, además de ser muy estilosos, cuidan tu cabello. Trenzas sueltas, moños altos o coletas bajas no solo evitan que el pelo se enrede con el viento, también protegen las puntas del sol directo. Un recogido bien hecho evita el roce constante con los hombros, el cuello o la ropa mojada, lo cual puede dañar la fibra capilar.

Enjuágate el pelo con agua dulce antes y después del baño
Es un gesto pequeño, pero tiene un impacto enorme. Mojarte el pelo con agua dulce antes de entrar al mar o la piscina es como decirle a tu melena: "Ya estás llena, no necesitas absorber más". Así, reduces la cantidad de sal o cloro que penetra en la cutícula capilar. Al salir, un enjuague rápido elimina los residuos que podrían secar o dañar tu pelo si se quedan ahí durante horas.

Prepara un neceser capilar
Ir de vacaciones no significa cargar con todo el baño a cuestas, pero sí conviene llevar un mini kit de productos clave que te salven la melena sin esfuerzo. Un buen neceser capilar de playa debería incluir: un peine de púas anchas, un spray protector solar para el cabello, un acondicionador sin aclarado en formato pequeño, un aceite capilar ligero y un coletero tipo scrunchie que no marque ni rompa.

Seca el cabello con mimo (y sin frotar)
Lo primero que hacemos al salir del agua es coger una toalla y frotar, frotar y frotar. ¡Error! Esa fricción rompe la fibra capilar, abre la cutícula y potencia el encrespamiento al máximo. En lugar de eso, opta por una toalla de microfibra o una camiseta de algodón, y envuelve tu melena suavemente. Presiona ligeramente para eliminar el exceso de humedad sin alterar la estructura del cabello.

Lleva siempre un peine de púas anchas en tu bolsa de playa
Los nudos son inevitables en la playa, pero cómo los deshaces puede marcar el destino de tu melena. Nada de cepillos con cerdas finas ni desenredos agresivos. Un peine de púas anchas es tu mejor amigo para peinar el cabello húmedo sin romperlo. Úsalo con el pelo recién aclarado y aplica un poco de spray desenredante o acondicionador sin aclarado para facilitar el trabajo. Empieza siempre desde las puntas y ve subiendo con paciencia

Haz del aceite capilar tu mejor amigo
Un aceite capilar de calidad puede convertirse en el héroe silencioso de tus vacaciones. Solo necesitas unas gotas para transformar una melena seca y alborotada en un cabello brillante y disciplinado. Aplícalo en medios y puntas, con el pelo húmedo o seco, y repite si notas que el viento o el sol lo han dejado apagado. Los mejores para el verano son los aceites ligeros, como el de argán, coco o jojoba, que nutren sin apelmazar

Aprovecha el 'wet look'
Si hay un lugar donde el efecto mojado funciona a la perfección, es en la playa. En lugar de luchar contra la humedad y el pelo mojado, ¿por qué no convertirlo en tu mejor look? Aplica un poco de gel hidratante o crema de peinado mientras el cabello aún está húmedo y péinalo hacia atrás o con raya al medio para conseguir ese efecto pulido y fresco. Es ideal para controlar el frizz, evitar enredos y lucir elegante sin usar calor ni herramientas.

No subestimes el poder de un buen sombrero
Más allá del toque de estilo, un sombrero puede ser tu mejor escudo contra el daño solar. Cuanto menos sol directo reciba tu melena, menos deshidratación, oxidación del color y encrespamiento sufrirás. Además, al reducir el calor en la cabeza, también previenes la producción excesiva de sebo que a veces deja el cabello pesado. ¿Estética y salud capilar en un solo accesorio? Un sí rotundo.

Un recogido flojo para dormir
Dormir con el cabello suelto, sobre todo si está húmedo tras un día de playa, puede acabar en catástrofe capilar. Para evitar enredos, fricción y frizz nocturno, recoge tu melena en una trenza suelta o en un moño bajo y flojo. Si usas una funda de almohada de satén o seda, mejor aún: reducirás la fricción y mantendrás el cabello más suave al despertar. Todo con cero esfuerzo.

Usa un pañuelo o turbante
Más allá del sombrero, los pañuelos y turbantes se convierten en aliados perfectos para el control del cabello en la playa. No solo protegen tu melena del sol y el viento, sino que además disimulan perfectamente esos “días rebeldes” en los que el frizz no quiere colaborar. Puedes envolver todo el cabello o usarlo como bandana, diadema o moño improvisado. Ocupan cero espacio en la maleta y suman puntos de estilo instantáneos.

Haz un détox capilar al volver del mar
Después de varios días de playa, tu cabello necesita una limpieza profunda que lo libere de todo lo que ha absorbido: sal, arena, protector solar, cloro y sudor. Un champú clarificante o un exfoliante capilar eliminarán las impurezas acumuladas sin dañar el cuero cabelludo. Pero ojo: úsalo solo una vez a la semana para no resecar. Acompáñalo siempre con una buena mascarilla hidratante para recuperar el equilibrio.