Carlos Saínz o Vargas Llosa son algunos de los personajes famosos que lo han practicado pero, son muchos los adeptos a este tipo de dieta que hace una restricción alimenticia considerable durante 10 o 21 días. Estamos hablando del ayuno medicalizado, no del ayuno parcial (aquel que realizas durante 14-16 horas al día), sino de ese ayuno terapéutico guiado por médicos y en el cual solo se ingieren 250 calorías al día en forma de caldos o zumos.
Aunque con adeptos y detractores, el ayuno terapéutico es un tratamiento serio, avalado científicamente, con muchos años de investigación y prescrito por doctores en países centro europeos como Alemania, Austria o Suiza. "El ayuno, además de facilitar el adelgazamiento, está indicado para tratar problemas relacionados con el estilo de vida de nuestra sociedad (estrés, jaquecas, mareos, alto colesterol o azúcar, tabaquismo, dolores articulares…). La pérdida de peso, es solo es uno de los objetivos (muchas personas que lo practican no son gordos)", explica el doctor José María Ricart (IMR en Valencia y Madrid).
Y es que, el ayuno, aporta un conjunto de beneficios tanto físicos como mentales. Se puede decir que el ayuno te hace ver la vida de otra manera, aprendes a desconectar, a relajarte, a apreciar los pequeños detalles al mismo tiempo que tienes más claridad mental, cuenta Edgar Barrionuevo en su libro Una nueva vida.
Uno de los lugares míticos para seguir este ayuno medicalizado es la Clínica Buchinger (Marbella y Alemania), pionera y con muchos estudios científicos a sus espaldas. La doctora Verena Buchinger y todo el equipo médico de las clínicas, hacen hincapié en la salud en la mujer, en su bienestar emocional, el cuidado de la piel, la concienciación sobre el suelo pélvico y el entrenamiento de fuerza con el objetivo de ofrecer una ayuda holística especialmente durante la perimenopausia y más allá. "El ayuno protege los músculos, mantiene estable la fuerza muscular y favorece la regeneración del colágeno y la elastina que tienden a disminuir a partir de los cuarenta años".
Ahora es el momento
Y es precisamente con el buen tiempo, cuando la ingesta de pocas calorías puede ser más fácil de sobrellevar. El calor hace que las comidas sean menos copiosas y, en Buchinger, a los caldos invernales, se les une un rico gazpacho bajo en calorías. "Cuando cesa la aportación externa de alimentos, el cuerpo pone en marcha el programa de autonutrición, activando la combustión de grasas (las reservas de grasa se movilizan para nutrir todas las células del cuerpo, incluidas, las del cerebro). Ayunar de vez en cuando, puede representar una práctica de longevidad", explica Victor Wilhelmi director de la Clínica Buchinger de Marbella.
Además, podemos decir que el ayuno es también una desintoxicación del alma, "es un viaje hacia el interior que requiere una renuncia voluntaria a la sobre-estimulación cotidiana a la que estamos expuestos", manifiesta Virginia Amena, profesora de taichí y ayunante una vez al año. Y es que, durante el ayuno, se sugiere limitar las redes e internet al mínimo porque estas horas, se pueden aprovechar en actividades creativas como la pintura, la música, la lectura, el yoga o la meditación, donde liberamos la mente de pensamientos negativos para hacer sitio a otros nuevos y positivos. La vida al aire libre que propicia el buen tiempo, es también de gran ayuda para que las jornadas sean agradables con los paseos por la montaña, al borde del mar o los baños en su piscina.
Aprendes a desconectar, a relajarte, a apreciar los pequeños detalles al mismo tiempo que tienes más claridad mental (son muchos los escritores y artistas que lo practican) porque depura tanto el intestino, como la mente. Pero, ¡cuidado! Nunca hagas este tipo de ayuno por tu cuenta y riesgo. Siempre tiene que estar guiado y medicalizado porque puedes tener una bajada de tensión, dolor de cabeza o cualquier otro problema.
Cuando ingresas en una de estas clínicas, (en España la más conocida es la Buchinger), el trato es exquisito. Tienes un equipo médico a tu disposición y todos los tratamientos de belleza y bienestar que puedas imaginar con las últimas técnicas y productos. Tras una analítica completa para comprobar tus parámetros, tus déficits o tus enfermedades (en algunos casos no puede practicarse), comienza la dieta de ayuno. El primer día ingieres unas 500 calorías en una comida ligera. Al segundo día es cuando ya empieza la restricción calórica que se resume en dos caldos al día, todas las infusiones que desees, mucha agua, un zumo y un yogur desnatado.
La vida se realiza en un ambiente tranquilo pero donde no te aburres ni un minuto porque puedes optar por clases de todo tipo o por relajantes tratamientos de belleza (después el ayuno notarás la piel más luminosa), además de conciertos, cine o biblioteca dentro de la propia clínica.
Las actividades cuando hace buen tiempo se realizan en los jardines (yoga, taichi, entrenamientos) o piscina al aire libre y además hay opción de caminatas por la montaña o al borde del mar. Después de 6 días con 250 calorías, comienzas paulatinamente a incorporar alimentos "masticables" a tu dieta como una compota de manzana que te sabe exquisita. Se recomienda no ingerir carne hasta dos semanas después y alcohol hasta un mes después. La pérdida media de peso tras 10 días en la Clínica Buchinger es de unos 3 kilos pero lo más sorprendente, es la pérdida de centímetros en cintura y caderas.