Desmontando mitos: la grasa que se convierte en músculo

por hola.com

Durante muchos años este ha sido uno de los mayores mitos del mundo del fitness. Muchas personas que comienzan a entrenar tienen la certeza de que su grasa corporal se convertirá en músculo a medida que vayan realizando ejercicio; como si cambiarán una por otra poquito a poco. Y nada más lejos de la realidad. Es imposible que esto suceda partiendo de la base de que son dos tejidos completamente diferentes. Hoy vamos a explicarte qué pasa en nuestro cuerpo cuando empieza a definirse.

Cuando queremos ganar masa muscular realizamos un entrenamiento específico que nos lleva a la hipertrofia (aumento del tamaño de las fibras musculares) y esto lo conseguimos gracias a las proteínas y no a la grasa. Es decir, el músculo se crea mediante una rutina de ejercicio y dieta específica.

¿Y entonces por qué se confunden los términos y se llega a esta creencia? Pues es debido a que cuando entrenamos necesitamos energía que, en su mayoría, obtenemos de la grasa (y de otras fuentes, como los hidratos de carbono). Cuando llevamos un tiempo practicando ejercicio, nuestro tanto por ciento de grasa normalmente disminuye y esto hace que el músculo (que estaba debajo de la capa de grasa) se haga más visible. De ahí que mucha gente interprete este cambio como que la grasa se transformó en esa masa muscular que ahora vemos.

De la misma manera, no puede suceder lo contrario: al dejar de hacer ejercicio el músculo se transformará en grasa. Completamente falso y por las mismas razones. Lo que sucede es que al dejar de entrenar o de llevar un estilo de vida saludable basado en dieta y ejercicio, nuestro cuerpo sufrirá ciertas transformaciones. El músculo vuelve a adaptarse de forma inversa a lo que explicábamos al principio del artículo y, al darse cuenta de que los estímulos a los que se enfrenta se han reducido, reduce también su masa; ya que no necesita obtener mayores fibras para soportarlo. A su vez, nosotros gastamos menos calorías diarias y, sin embargo, ingerimos la misma cantidad, por lo que almacenaremos reservas llevando a acumular más grasa y perder masa muscular. Como resultado, la grasa será de nuevo visible en “primera línea”.