En diciembre, algunas ciudades se transforman en auténticos escenarios de cuento, donde la Navidad se siente con todos los sentidos. Recorrer los mercadillos más bellos del mundo es un viaje que conecta ciudades, tradiciones y emociones.
En Viena, el mercado de la Rathausplatz deslumbra con sus luces y el aroma del glühwein. Núremberg mantiene viva la tradición con figuras de madera y lebkuchen, mientras que Praga ofrece una postal mágica en la plaza de la Ciudad Vieja.
Helsinki aporta serenidad nórdica.
Salzburgo combina música y nieve; Berlín fusiona tradición y modernidad; Múnich irradia la calidez bávara, y Fráncfort cierra el recorrido con un paisaje único entre casas de madera iluminadas y rascacielos.
Estos mercadillos no son solo destinos, sino un itinerario emocional, un viaje que se siente, se comparte y permanece en la memoria mucho después de que se apaguen las luces.













