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Así te afecta la subida de pensiones: la Seguridad Social confirma el aumento para 2026


Un ajuste del 2,7% impulsará los ingresos de los pensionistas, aunque no todos lo notarán por igual


Retrato de una señora mayor feliz con un estilo increíblemente moderno© Getty Images
Ana ToroPeriodista y Locutora
1 de diciembre de 2025 - 8:03 CET

La noticia que muchos esperaban ya es oficial: según los datos adelantados del Índice de Precios al Consumo (IPC) de noviembre, la Seguridad Social ha anunciado que las pensiones contributivas se revalorizarán en torno a un 2,7 % en 2026, un ajuste que, de confirmarse definitivamente, supondrá un aumento medio de 572 euros al año para los jubilados.

Una mujer jubilada ojeando papeles © Adobe Stock

Para millones de pensionistas en España —más de 9,2 millones de personas que perciben una de las alrededor de 10,4 millones de pensiones contributivas— esta subida representa un respiro. 

La decisión forma parte del compromiso legal vigente desde la reforma de pensiones de 2021: actualizarlas conforme al IPC para garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo frente al alza de precios.

¿Cómo se traduce esto en tu bolsillo?

La magnitud de la subida dependerá de la pensión que reciba cada persona, pero los datos medios dan una idea clara del impacto. En 2025, la pensión media de jubilación se situaba en unos 1.511,5 € mensuales. Con el ajuste previsto, muchos pensionistas verán incrementos anuales de alrededor de 570 – 580 €, lo que equivale a unos 40 – 50 € extra al mes.

Pero no solo los jubilados se benefician: el aumento se aplica también a otras prestaciones —viudedad, incapacidad permanente, etc.—, lo que amplía el alivio social a hogares con distintas situaciones.

¿Por qué es tan importante esta revalorización?

En un contexto económico marcado por la inflación, la revalorización automática de las pensiones no es un lujo: es una garantía de dignidad y estabilidad para quienes dependen de ellas. 

Como ha recordado la ministra responsable, este ajuste «no es un regalo, es un derecho» para asegurar una vejez digna.

Además, esta subida también ayuda a reducir la brecha entre las pensiones mínimas y el coste real de la vida. En efecto, según las proyecciones publicadas, las pensiones mínimas y las prestaciones no contributivas podrían beneficiarse de aumentos proporcionales —o incluso superiores— al IPC, de modo que los más vulnerables vean reforzada su protección social.

Qué plazos hay que tener en cuenta

Aunque el aumento del 2,7 % es el dato que se maneja actualmente, la cifra definitiva no se confirmará hasta el 12 de diciembre, cuando se publique el dato oficial del IPC correspondiente a noviembre. Si todo sigue el trámite habitual, la subida entrará en vigor desde enero de 2026, y los primeros pagos con la pensión actualizada se recibirían en la nómina de ese mismo mes.

Beneficios reales

Para muchos jubilados y pensionistas —especialmente aquellos con ingresos bajos o pensiones mínimas—, este incremento supondrá una mejora real en su día a día: un extra que puede aliviar gastos básicos, cubrir mejor la inflación y hacer más llevadera la vida con recursos limitados.

Sin embargo, no todos los pensionistas saldrán igualmente beneficiados. Las pensiones que dependen del complemento a mínimos podrían no ver una subida tan directa o podrían, incluso, ajustarse en función de otros ingresos, en ciertos casos. 

Además, aquellos con pensiones ya bajas podrían seguir enfrentando dificultades económicas: aunque el aumento ayuda, no siempre será suficiente para compensar completamente una inflación prolongada.

El contexto y el reto de futuro

Con este ajuste, España reafirma su compromiso con la revalorización anual de las pensiones, algo contemplado en la reforma de 2021. Pero el aumento no solo obedece a una fórmula automática: refleja también la necesidad de proteger a los mayores en un contexto de subida general de precios y coste de vida.

A la vez, el incremento plantea desafíos para la sostenibilidad del sistema: la población envejece, las pensiones serán una carga creciente para el presupuesto público, y será esencial adaptar las políticas para garantizar la viabilidad a largo plazo.

Un alivio real, una medida justa

La confirmación de la subida de pensiones en 2026 llega a un momento clave: cuando los precios y la inflación han golpeado con fuerza a muchos hogares. 

Para quienes dependen de estas prestaciones, el extra de 570 € al año puede marcar la diferencia. Pero más allá de la cifra, lo esencial es lo que representa: una apuesta por el derecho —y no por el privilegio—, por una vejez digna y por un Estado que protege a quienes ya no pueden trabajar.

Mientras los datos definitivos del IPC se publican y la subida se oficializa, los pensionistas pueden respirar —al menos por ahora— con un poco más de tranquilidad. Y el sistema vuelve a mostrar su valor como herramienta de cohesión social.

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