La factura electrónica es una de las transformaciones más relevantes que se avecinan para el mundo de los autónomos. Sin embargo, pese al aluvión de rumores que circulan, hay que aclarar un dato clave: no será obligatoria de forma inmediata, sino que los trabajadores por cuenta propia dispondrán de un plazo de adaptación de al menos dos años desde la aprobación reglamentaria.
¿Por qué tanta confusión entre los autónomos?
Durante los últimos meses ha crecido el desconcierto en el colectivo: algunos medios anuncian con premura la "obligación inmediata" de emitir todas las facturas en formato electrónico, otros hablan de plazos rígidos. En muchos casos, estos mensajes han saltado sin matices, tensionando aún más a los más de tres millones de autónomos en España.
Pero, ¿cuál es la realidad normativa hoy? En estos momentos no existe ninguna obligación legal general para que los autónomos facturen exclusivamente por vía electrónica. Esa exigencia deberá llegar solo cuando el Ministerio de Hacienda apruebe el reglamento pendiente, y desde ese momento comenzará a correr el plazo de transición.
¿Cuándo empezará a aplicarse?
El punto de partida será la publicación del reglamento reglamentario asociado a la Ley «Crea y Crece». El Ministerio de Economía está pendiente de recibir un informe del Consejo de Estado antes de llevarlo al Consejo de Ministros. Una vez aprobado, se abrirá el período de adaptación para los autónomos, que según las previsiones de la asociación ATA podría extenderse hasta octubre de 2027 si el reglamento viera la luz en octubre de 2025.
También habrá otra etapa adicional: una vez activada la obligación principal, se incorporará otro requisito complementario para que los autónomos informen el estado de cada factura (emitida, aceptada, rechazada, pagada, etc.). Ese segundo paso tendrá un plazo aún más amplio.
¿Y si ya uso un software de facturación?
Quienes actualmente utilizan soluciones informáticas para emitir facturas; programas contables, apps de facturación, incluso hojas de cálculo complejas; deberán verificar si esa herramienta cumple con los estándares que exige Hacienda. En concreto, a partir del 1 de julio de 2026, esas herramientas deberán emitir facturas con código QR. Quienes usen Excel, Word u otras aplicaciones que no cumplan esos criterios deberán migrar a herramientas adaptadas.
¿Para qué sirve este cambio?
El objetivo principal del nuevo sistema es fortalecer el control tributario y combatir el fraude fiscal. Con facturas trazadas digitalmente, Hacienda podrá seguir todo el ciclo de emisión, recepción y pago. Así mismo, se espera que la digitalización contribuya a mejorar los pagos entre empresas y autónomos, evitando demoras excesivas en los plazos y la morosidad.