Los grandes eventos deportivos tienen el poder de unir al mundo. Ya sea una final de Champions, un clásico de La Liga o un mundial de fútbol, millones de aficionados viven la emoción en directo, siguen a sus equipos por streaming y celebran cada jugada como si estuvieran en el estadio. Sin embargo, esa pasión global también se ha convertido en el escenario perfecto para los ciberdelincuentes, que aprovechan la emoción del momento para lanzar estafas cada vez más sofisticadas.
Un marcador preocupante: miles de víctimas cada año
En España, las estafas vinculadas al deporte online han dejado una huella profunda. Solo en 2024, el Ministerio de Consumo registró más de 7.700 denuncias por suplantación de identidad en el juego online, y el 90% estaban relacionadas con apuestas deportivas. Muchas víctimas descubrieron el engaño demasiado tarde, al recibir notificaciones de Hacienda por supuestas ganancias que nunca obtuvieron.
El juego de las apuestas
Las apuestas deportivas son uno de los principales objetivos. En algunos casos, las redes criminales incluso emplean bots y antenas parabólicas para adelantarse a los resultados en directo, como ocurrió en una operación desmantelada en Guadalajara, donde se estafaron más de 20 millones de euros.
Otras veces, las trampas siguen un patrón más clásico, como la estafa del falso premio. Todo comienza con un mensaje que promete una “lotería de Betway” o una recompensa por fidelidad. El truco es pedir pequeñas comisiones o tasas de gestión para cobrar el supuesto premio. La víctima paga, pero nunca recibe nada; salvo la pérdida de su dinero y sus datos personales.
Entradas, 'merchandising' y 'streaming': las otras trampas del partido
La emoción de asistir a un gran evento o comprar la camiseta oficial de tu equipo también se ha convertido en un campo de juego para los estafadores. Las entradas falsas son una de las trampas más comunes: páginas que imitan a portales oficiales ofrecen descuentos irresistibles o sorteos de tarjetas regalo, pero al final el usuario paga por un acceso que nunca llega.
El merchandising fraudulento es otro de los grandes engaños. Existen tiendas online que aparentan ser oficiales y venden camisetas o recuerdos “auténticos” con fotos y reseñas inventadas. En realidad, el resultado suele ser un producto falso o, directamente, un pago que desaparece sin dejar rastro.
También proliferan las estafas de streaming pirata, que prometen suscripciones exclusivas o rebajadas para ver partidos clave. En muchos casos, esas plataformas solo buscan robar los datos de pago o instalar malware en los dispositivos. Según la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), España piratea contenido deportivo un 25% más que la media europea, una cifra que refleja un terreno especialmente fértil para los fraudes digitales.
La mejor defensa: la precaución
El deporte siempre será motivo de celebración y emoción, pero también es importante jugar con cabeza fuera del campo. La próxima vez que compres una entrada, apuestes por tu equipo o busques una camiseta online, recuerda: los ciberdelincuentes están al acecho. Y en esta liga, la mejor jugada es protegerte a tiempo.