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Malasaña, Madrid© Getty Images

El peligro al que se enfrenta tu casa: perderá valor en 2030 si no cumples con esta normativa energética

Si tu vivienda no alcanza la eficiencia energética mínima exigida, podrías tener dificultades para venderla o alquilarla a partir de 2030


7 de agosto de 2025 - 16:29 CEST

A partir de 2030, todas las viviendas en España que se quieran vender o alquilar deberán contar con una calificación energética mínima E, una letra que representa un consumo moderado dentro de la escala que va de la A (muy eficiente) a la G (muy ineficiente). Y no será el único cambio: para 2033, la exigencia subirá un peldaño más, y solo se permitirán transacciones inmobiliarias con viviendas que alcancen como mínimo la letra D

eficiencia energética© Getty Images

Este nuevo marco europeo, aprobado por el Parlamento Europeo y que España deberá trasponer en los próximos años, tiene como objetivo reducir el consumo energético del parque inmobiliario para avanzar hacia la neutralidad climática en 2050. Aunque no existe (a día de hoy, agosto de 2025) una prohibición legal directa para vender o alquilar viviendas con baja calificación energética, la presión normativa y fiscal será tan elevada que muchos propietarios se verán obligados a reformar.

Las viviendas más afectadas

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), más del 80 % de los edificios existentes en España tienen una calificación energética E, F o G, y más de la mitad del parque inmobiliario se construyó antes de 1980. Estas viviendas presentan, en su mayoría, deficiencias importantes: sin aislamiento térmico, ventanas anticuadas, sistemas de climatización obsoletos o incluso problemas de humedad y ventilación.

En la escala energética, las letras F y G representan a los inmuebles menos eficientes, con un consumo muy alto y escasa sostenibilidad. Estas viviendas deberán someterse a reformas si quieren mantenerse en el mercado.

¿Qué reformas serán necesarias?

Para mejorar la calificación energética, se contemplan reformas como:

  • Instalación de aislamiento térmico exterior (SATE) en fachadas, cubiertas o medianeras.
  • Sustitución de ventanas por otras con doble o triple acristalamiento.
  • Sustitución de calderas antiguas por sistemas más eficientes, como la aerotermia o las bombas de calor.
  • Incorporación de energías renovables, como placas solares.
  • Renovación de electrodomésticos y sistemas de iluminación por opciones de bajo consumo.

Estas medidas no solo permiten cumplir con la normativa, sino que reducen el gasto en luz y gas, y aumentan el confort del hogar.

Ayudas públicas y 'pasaporte energético'

El Gobierno de España, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), ofrece subvenciones con fondos europeos Next Generation para financiar parte de estas reformas. Las ayudas cubren desde mejoras en aislamiento hasta instalaciones solares.

Se está impulsando la creación del Libro del Edificio Existente (LEE), un documento que sirve de hoja de ruta para la rehabilitación integral. Dentro de este libro, se incluye el pasaporte energético, que proporciona a los propietarios un plan de acción detallado con las reformas recomendadas, plazos y costes estimados para mejorar la eficiencia energética del inmueble.

Edificio con jardin vertical en España © Getty Images

¿Qué pasa si no reformas tu vivienda?

Aunque la normativa no prohíbe directamente alquilar o vender una vivienda con calificación F o G, las nuevas directrices europeas exigen que el 43 % de los edificios menos eficientes sean rehabilitados antes de 2033, con una reducción del consumo energético medio del 16 % en 2030 y del 20-22 % en 2035.

Esto significa que, en la práctica, las viviendas más ineficientes podrán verse afectadas por:

  • Penalizaciones fiscales.
  • Dificultad para encontrar compradores o inquilinos.
  • Pérdida de valor en el mercado inmobiliario.

Por tanto, aunque no se trata (todavía) de una prohibición legal, sí estamos ante un escenario de presión normativa creciente.

La transformación energética del parque inmobiliario español ya está en marcha. A partir de 2030, contar con una calificación energética E será un requisito para vender o alquilar, y en 2033 ese mínimo subirá a D. Integrar reformas como aislamiento, renovables o calefacción eficiente será clave para adaptarse a este nuevo modelo.

Reformar hoy es anticiparse al futuro. Y, además de cumplir con la normativa, te permitirá ahorrar, revalorizar tu vivienda y contribuir a un planeta más sostenible.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.