Durante años, la idea de frenar o revertir el envejecimiento ha sido terreno de la ciencia ficción. Pero David Sinclair, profesor de Genética en la Universidad de Harvard y referente mundial en el campo de la longevidad, asegura que ya ha empezado a convertir esa ficción en realidad. Su laboratorio ha conseguido rejuvenecer ratones y monos utilizando terapias génicas y herramientas de inteligencia artificial. Y lo más ambicioso: en 2026 empezarán los primeros ensayos clínicos en humanos.
La teoría que lo cambia todo
Según Sinclair, el envejecimiento no es tanto una cuestión de daño celular irreversible como de "pérdida de información". Es lo que él llama la "teoría de la información del envejecimiento": nuestras células saben cómo ser jóvenes, pero con el tiempo olvidan esas instrucciones. Su equipo ha logrado reprogramar las células adultas para devolverlas a un estado más joven y funcional, sin necesidad de clonación ni manipulaciones extremas.
En lugar de cambiar los genes, se trata de reiniciar el sistema que los regula. “No hay que reescribir el código genético, solo recuperar la forma correcta de leerlo”, resume Sinclair. Este planteamiento revolucionario abre la puerta a tratar no solo el envejecimiento, sino muchas enfermedades degenerativas relacionadas con él. En experimentos con ratones y monos, la reprogramación ha mostrado efectos duraderos y sin provocar tumores, lo que refuerza su seguridad.
Rejuvenecer con IA y terapia génica
En 2020, Sinclair publicó un estudio en el que demostraba que era posible restaurar la visión en ratones envejecidos mediante una terapia basada en los factores de Yamanaka, genes que sólo se activan en embriones. Desde entonces, ha ido más allá: utilizando inteligencia artificial, ha identificado "moléculas rejuvenecedoras" y ha aplicado terapias similares en monos, logrando también reducir su edad biológica.
El primer ensayo en humanos ya tiene fecha
El primer estudio clínico está previsto para 2026 y se centrará en enfermedades oculares como el glaucoma y la neuropatía óptica isquémica. El tratamiento consistirá en una inyección de genes capaces de revertir el envejecimiento de las células del nervio óptico. Si funciona, el siguiente paso sería aplicar el mismo enfoque a otras enfermedades relacionadas con la edad, como el Alzheimer o la ELA.
¿Una pastilla para rejuvenecer en 4 semanas?
Uno de los descubrimientos más sorprendentes del laboratorio de Sinclair ha sido la creación de una combinación de moléculas capaces de revertir el envejecimiento en ratones tras solo cuatro semanas de tratamiento oral. Según el genetista, estas sustancias imitan el efecto de la terapia génica sin necesidad de modificar el ADN, y fueron identificadas gracias al uso de inteligencia artificial.
Los ratones tratados no solo vivieron más, sino que mostraron mejoras visibles: pelaje más brillante, mayor movilidad y funciones cognitivas rejuvenecidas. “Imagina que en unos años basta con tomar una cápsula durante un mes para sentirte diez años más joven”, asegura Sinclair. Su visión es desarrollar una fórmula asequible y segura, sin efectos secundarios, que pueda venderse como un tratamiento regenerativo preventivo. Los ensayos en humanos serán clave para saber si este avance puede trasladarse del laboratorio a la vida real.
El debate científico está servido
No todos en la comunidad científica están convencidos. Algunos expertos aplauden su enfoque innovador; otros le acusan de exagerar resultados y generar falsas expectativas. Sinclair reconoce que aún queda mucho por demostrar, pero insiste en que los avances en biotecnología e inteligencia artificial permitirán lograr en una década lo que antes tardaba siglos.
Un futuro donde envejecer sea opcional
“Creo que la primera persona que vivirá 150 años ya ha nacido”, ha dicho Sinclair. Su meta no es la inmortalidad, sino una vida larga y saludable. Y aunque muchos de estos avances están en fase experimental, el impulso económico y social para combatir el envejecimiento ya es imparable. La ciencia, por fin, empieza a escribir una nueva historia del tiempo.