Estás haciendo scroll en TikTok y, entre bailes, recetas y retos virales, aparece un vídeo distinto: un joven trajeado, desde una playa paradisiaca o un coche de alta gama, asegura que ganó 3.000 euros en una semana “sin mover un dedo”. Lo dice rápido, con música motivadora y un título tipo: “Así me hice rico con 24 años”. Te tienta. Te inspira. Pero también debería hacerte dudar.
Bienvenidos al mundo de los ‘finfluencers’, la nueva generación de gurús financieros que han convertido TikTok en una especie de Wall Street de bolsillo. Sus vídeos acumulan millones de visualizaciones, especialmente entre jóvenes que, cansados de la precariedad, buscan fórmulas nuevas para ganar dinero. Pero, tras el filtro dorado del éxito, ¿qué hay realmente?
¿Quiénes son los ‘finfluencers’ y por qué triunfan?
El término viene de fusionar finance e influencer, y define a los creadores de contenido que hablan de ahorro, inversión, criptomonedas, generación de ingresos pasivos y libertad financiera. Su éxito no es casual, y responde a una fórmula muy eficaz:
- Lenguaje sencillo: traducen conceptos complejos (como fondos indexados o criptoactivos) a expresiones de andar por casa.
- Vídeos breves: explicaciones en menos de 60 segundos, sin tecnicismos, con promesas de resultados rápidos.
- Atractivo aspiracional: muestran vidas de lujo como prueba visual de que “su método funciona”.
- Conexión generacional: apelan a un público joven (Millennials y Gen Z) que desconfía de la banca tradicional y busca independencia económica.
La Cara A: cuando el contenido sí aporta valor
No todos son vendedores de humo. Algunos finfluencers comparten contenido útil y educativo. ¿Cómo detectarlos?
- Enseñan educación financiera básica: cómo crear un fondo de emergencia, hacer presupuestos, entender el interés compuesto.
- Promueven estrategias a largo plazo, como el ahorro constante o la inversión en fondos indexados.
- Son transparentes: usan frases como “esto no es consejo de inversión” o “haz tu propia investigación (DYOR)”.
- No venden certezas absolutas y advierten de los riesgos. Su objetivo es que aprendas, no que compres.
La Cara B: banderas rojas que alertan de una estafa
Pero también hay quienes han convertido el “contenido financiero” en una estrategia de captación de incautos.
Estas son las señales de alarma:
- Promesas de rentabilidad garantizada: “dobla tu dinero en un mes”, “50% asegurado”. En el mundo real, eso no existe.
- Urgencia y FOMO (miedo a quedarse fuera): “¡Compra YA antes de que explote!”, “últimas plazas en mi curso premium”.
- Falta de transparencia: te dicen qué comprar, pero nunca por qué. A menudo, ellos mismos ganan si tú compras.
- Cursos carísimos con info genérica: venden por cientos o miles de euros lo que podrías encontrar gratis en YouTube o Google.
- Ostentación vacía: su única credencial es mostrar relojes, jets o coches, pero sin formación ni experiencia acreditada.
¿Qué dice la CNMV? ¿Y qué ha pasado en la vida real?
Organismos como la CNMV ( La Comisión Nacional del Mercado de Valores) ya han lanzado advertencias sobre el auge de estos contenidos, en especial cuando promueven productos financieros complejos sin estar autorizados. En España se han detectado campañas de promoción de inversiones de alto riesgo, como el trading de criptomonedas, sin licencia ni respaldo.
Y en TikTok ya hay testimonios de todo tipo: desde quienes dicen haber aprendido a ahorrar, hasta quienes han perdido sus ahorros en supuestas inversiones milagrosas que resultaron ser estafas piramidales o esquemas “pump and dump”.
La conclusión: educación financiera sí, pero con cabeza
TikTok puede ser un gran punto de partida para descubrir conceptos financieros y despertar tu curiosidad por las finanzas. Pero nunca debería ser tu única fuente de información ni tu consejero económico de cabecera.
La próxima vez que un finfluencer te diga que puede hacerte rico sin esfuerzo, recuerda esta pregunta: ¿Me está enseñando a pescar… o solo intenta venderme el pez más brillante del mercado sin ni siquiera haberlo visto?