Emma Stone arriesga por partida doble con la reivindicación más directa de la alfombra roja

El look de la actriz se ha convertido en uno de los más comentados de la noche

Por Hola.com

El negro como color omniprensente en el armario de los invitados a la gala de los Globos de Oro, las rosas blancas que lucieron muchas artistas en los premios Grammy, el pin naranja que hemos visto sobre la alfombra roja de esta 90º edición de los Oscars... Muchos han sido los símbolos que la industria del entretenimiento ha utilizado para reivindicar algunas de las causas que más han dado que hablar en los últimos meses pero a veces un solo gesto puede tener más significado que la campaña más mediática. 

La actriz Emma Stone ha sido una de las últimas en llegar a la alfombra roja pero su aparición ha sido una de las más comentadas en las redes sociales. Vestida con un traje de Louis Vuitton, firma con la que acaba de firmar un contrato que la convierte en imagen de la casa francesa, la ganadora de un Oscar por La, La, Land ha arriesgado por partida doble con su vestuario. 

La intérprete, que este año no se subirá al escenario excepto para presentar alguno de los premios, ha optado por una de las fórmulas de vestuario más complicadas: combinar el rojo y el rosa. El blazer de raso color burdeos se ciñe a la cintura con un lazo rosa brillante que ha convertido el look de Stone en una de las apuestas más originales que han desfilado por la alfombra roja. El antagonismo de estas dos tonalidades se rebaja gracias a la sobriedad del pantalón negro, una de las prendas favoritas de la actriz. Por otro lado, el hecho de dejar a un lado el clásico vestido y optar por este sencillo pantalón es toda una declaración de intenciones por parte de la actriz. Esta prenda multilplica su significado en una alfombra roja repleta de referencias al movimiento feminista Time's Up y cargada de mensajes a favor de la igualdad de derechos entre mujeres y hombres. 

Esta doble apuesta -la mezcla de colores opuestos y el pantalón recto- ha sido creada por la estilista Petra Flannery (quien  trabaja asiduamente con pesos pesados del mundo del cine como Reese Whiterspoon, Carey Mulligan o Emilia Clarke), que ha completado el estlismo con unos pendientes de diamantes y unos zapatos con hebilla al tobillo. Stone ha sido una de las poquísimas actrices en dejar a un lado la tradicional opción del vestido y a pesar de que hay opiniones divididas respecto al look, ha demostrado que a veces hay que arriesgar para ganar.