La gala de los Oscar 2017 resultó demasiado larga y si no que se lo pregunten a Chrissy Teigen que se quedó dormida durante la ceremonia y se debió despertar ante el revuelo que provocó el error en la entrega del Oscar a la mejor película. La modelo y mamá de una niña, Luna, de 10 meses, fue sorprendida por las cámaras durmiéndose sobre el hombro de su esposo, John Legend. Esto ocurrió mientras Casey Affleck pronunciaba su discurso de agradeciemiento tras alzarse con el Oscar a mejor actor por Manchester by the Sea. No era muy emocionante lo que decía, la verdad, pero minutos después volvieron a enfocar a su butaca y Chrissy seguí a lo suyo sin escuchar tampoco el discurso de Emma Stone, la película en la que participaba John Legend. Porbablemente después de la actuación de su marido que interpretó dos temas de La La Land, una de ellas, City of Stars, se llevó el premio de mejor canción, debió pensar que ya ha había visto todo lo que tenía que ver. Y protagonizó una imagen para el recuerdo en la ceremonia.
Y cuando pensábamos que lo habíamos visto todo, Nicole Kidman se convirtió en otra de las grandes protagonistas inesperadas de la ceremonia. La actriz australiana no ganó su Oscar por Lion, pero esa noche se convirtió en trending topic, Aunque parezca increíble la actriz australiana se convirtió en protagonista por su forma de aplaudir cuando Charlize Theron presentó uno de los premios. En Twitter varios usuarios aseguraron que esta es su forma de demostrar su entusiasmo que llamó la atención ya en los Oscar 2015, mientras que algunos medios como el periódico The Independent le dieron el premio a los aplausos más vanguardistas y el tabloide británico Daily Mail especuló con el hecho de que la extraña forma de aplaudir estaría relacionada con evitar que sus joyas chocasen entre sí. Kidman llevaba más de 119 quilates en joyas de Harry Winston y un reloj de pulsera vintage Omega. Recordemos que las valiosas joyas que lucen las actrices –vease las de Jennifer Aniston valoradas en 10 millones de euros- son prestados por las firmas más exclusivas para esa noche y luego su deber es devolverlas a la casa.
Horas antes de protagonizar ese instante tan divertido, Nicole tuvo un momento de pánico antes de llegar a la alfombra roja. Su elegante vestido de Giorgio Armani Privé le jugó una mala pasada y se rompió uno de sus tirantes al entrar al coche que la dirigiría al teatro Dolby. A pesar de ello, la actriz de Lion pudo posar sobre la alfombra roja sin despertar ninguna sospecha con el vestido del famoso diseñador, el cual se componía de diversas incrustaciones de brillantes con los tirantes cruzados en la espalda. En uno de los descansos que hubo durante la gala, Nicole Kidman remedió el entuerto de su vestido de una forma excepcional, anudando los dos tirantes dejando su espalda completamente al descubierto. No hay nada como ser una veterana en estas lídes y pudo lucir la creación tanto en la gala como en las fiestas posteriores. ¡Brillante!
