Si hubiera que resumir la 89ª edición de los Premios Oscar en dos momentos podríamos quedarnos con el “broche” final, el error al entregar el galardón a la Mejor película que ya forma parte de la historia, y el apoteósico principio. A ritmo de Can´t Stop The Felling!, Justin Timberlake irrumpió en el Teatro Dolby de Los Ángeles y sin ningún preámbulo –lo cierto es que no lo necesitaba- arrancó la gran fiesta del cine. La actuación del cantante, rodeado de un impresionante cuerpo de baile, fue un videoclip en toda regla al que no faltó detalle, ni si quiera el gran beso final de su mujer, una orgullosa Jessica Biel. ¡Revívelo aquí y “Dance, dance, dance”!
‘Dance, dance, dance…’, Justin Timberlake pone a todos a bailar
El marido de Jessica Biel fue el protagonista del apoteósico principio de esta 89ª edición y todos (todos) bailaron con él

27 de febrero de 2017 - 15:48 CET
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