Andrea Janeiro, 18 años en 25 imágenes
La hija de Belén Esteban entra en la mayoría de edad rodeada de una gran expectación. Así ha crecido (sin filtros) la hija de la mujer más mediática de nuestro país
Ha llegado el 18 cumpleaños de Andrea Janeiro. Una fecha muy esperada a nivel mediático. La primogénita de Jesulín de Ubrique entra en la mayoría de edad enfrentándose a la realidad de ser la hija de una de las mujeres más populares de España. Y es que, desde este 20 de julio, las imágenes de Andrea ocuparán páginas y páginas en los medios de comunicación.
Andrea Janeiro Esteban nació el 20 de julio del año 1999 fruto de la relación entre el popular torero Jesulín de Ubrique y una joven madrileña por aquel entonces no tan conocida como ahora. Solo un año antes del nacimiento de Andrea se hacía público el romance del torero, y durante todo el tiempo que duró su historia de amor, los altibajos entre Jesús y Belén fueron constantes.
La llegada de Andrea fue muy celebrada por todos. A pesar de que la tensión entre la familia de Jesús y Belén comenzaba a acaparar la actualidad informativa del papel cuché, fueron numerosas las imágenes en las que veíamos a los abuelos paternos de Andrea con la pequeña de la casa (en este caso a Humberto). Belén se trasladó a la finca de los Janeiro para comenzar una nueva vida junto al padre de su hija.
No pasó un año del nacimiento de su hija cuando Belén Esteban decide abandonar Ambiciones debido a las desavenencias familiares. Comenzaba así la nueva vida de Belén Esteban y el mito de una madre coraje (como se definía a sí misma) que terminó convirtiéndose en un auténtico fenómeno televisivo. La lucha por defender los intereses de Andrea provocó que la popularidad de ambas subiera como la espuma.
En el año 2001, Jesulín de Ubrique sufría un grave accidente de tráfico que a punto estuvo de costarle la vida. Durante aquellos trágicos momentos, Belén Esteban y el resto de la opinión pública conocería a la que se acabaría convirtiéndose en la esposa del torero. María José Campanario, una joven de Castellón, permanecía al lado del torero en el hospital y, con el tiempo, compartiría momentos con la hija de Jesús cuando Andrea se marchaba a pasar temporadas con su padre. Algo que Belén no encajó fácilmente en un principio.
Han sido contadas las ocasiones en las que hemos visto a Jesús disfrutando de tiempo junto a su hija. En los primeros años de la separación entre el diestro y la de Paracuellos era más habitual ver imágenes de Jesús posando con la pequeña.
El mismo año en el que se hizo oficial el noviazgo de Jesulín de Ubrique y María José Campanario, el torero disfrutó de unas vacaciones en Marbella junto a la odontóloga y su hija. Unas imágenes que hoy cobran un significado muy especial.
Mientras tanto, Belén siguió forjando su gran popularidad en televisión, convirtiéndose en uno de los personajes más buscados por el objetivo de los periodistas. En cualquier acto público o privado al que acudía la colaboradora, su hija Andrea se convertía en protagonista junto a ella, como sucedía en esta imagen durante una boda celebrada en Madrid.
A pesar de los desencuentros familiares entre Belén y la familia de su expareja, Andrea Janeiro pasaba temporadas junto al clan Janeiro. Una de las personas que más unida se mostraba a la pequeña era su tía Carmen Janeiro, hermana de Jesús. La por entonces modelo aseguró en más de una ocasión que su sobrina se parecía mucho a ella.
Durante los muchos años en los que Andrea Janeiro disfrutó de tiempo vacaciones junto a la familia de su padre fueron habituales imágenes como esta. Era muy común ver a Carmen Bazán, madre del torero, encargándose de la recogida de la pequeña o llevando a Andrea de vuelta con su madre, una vez finalizada la temporada con su familia paterna.
Poco a poco, la hija de Belén Esteban se fue haciendo mayor y fue construyendo con su madre una relación muy estrecha. Era común verlas disfrutando juntas de momentos como este, durante las vacaciones de la colaboradora en Benidorm o en Peñíscola (en la imagen) junto a sus padres.
Andrea ha sido siempre la niña de los ojos de Belén. Todo lo que hacía la colaboradora era por y para ella. “Yo por mi hija mato” ha sido el grito de guerra de la de Paracuellos, que ha dado siempre a la pequeña todo lo que estaba en su mano.
El 16 de abril de 2009 Andrea hizo su Primera Comunión. Una fecha muy especial en la que sus padres volvieron a reunirse en torno a ella. Por aquel entonces la opinión pública fue testigo de la timidez de Andrea frente a los objetivos de los periodistas.
Andrea ha sido el máximo apoyo para su madre en los buenos y los malos momentos. Según Belén, fue ella la gran motivación para cambiar su vida y terminar con los malos hábitos que la estaban perjudicando. En una ocasión, Esteban relató en el programa Sálvame Deluxe, cómo su hija la salvó tras sufrir una acusada bajada de azúcar.
Andrea fue testigo de un importante momento en la vida de su madre. La hija de Belén acompañaba a la colaboradora en el día de su boda. Aunque su matrimonio con Fran Álvarez no llegó a buen puerto, Esteban se rodeó de las personas más importantes para ella entre las que destacó Andrea.
Andrea Janeiro se ha convertido con los años en el gran orgullo de su madre. La joven, que comienza ahora su andadura universitaria, ha sido siempre una buena estudiante y chica muy responsable. Un aspecto de su personalidad del que su madre siempre se ha jactado públicamente.
Andrea Janeiro adora a sus hermanos. A pesar de los desencuentros que han existido entre Belén Esteban y la esposa de Jesulín de Ubrique, María José Campanario, la familia de la joven ha hecho grandes esfuerzos para que esta situación no influya entre los hermanos. En el año 2010, la hija de Belén Esteban era captada junto a los pequeños en una imagen muy entrañable.
El paso de niña a adolescente no fue especialmente fácil para Andrea. Además de ser una joven muy popular sin quererlo, a esta complicada etapa de cambio en la vida de la hija de Jesulín, se unía a uno de los momentos más convulsos para su madre, tras tocar fondo y ponerse en manos de profesionales para dejar atrás sus malos hábitos.
Aunque hemos recibido información de Andrea con cuentagotas, es por todos conocida una de sus grandes pasiones: el cantante Justin Bieber. Una gran admiración que comparte con su hermana Julia (hija de Jesulín y María José Campanario). De hecho, ambas fueron juntas al programa El Hormiguero 2.0 para disfrutar de su ídolo en directo.
Con los años, Andrea ha ido forjando poco a poco su personalidad. Aunque su gran pasión es la comunicación, la hija de Belén Esteban no quiere ser periodista. La joven tiene claro que su gran sueño es convertirse en una reputada locutora de radio fórmula para programas musicales.
Y es que han sido contadas las ocasiones en las que hemos visto a Andrea junto a su madre en un acto público. Una de las excepciones de esta regla fue la aparición de la primogénita de Jesulín de Ubrique en la Semana de la Moda de Madrid. Andrea se convertía en la gran protagonista del ‘front row’ del desfile de Dolores Cortés.
Andrea Janeiro es, sin duda, el gran amor de su madre. Ahora que la joven está a punto de separarse temporalmente de ella, se plantea un horizonte nuevo para ambas en el que tendrán que adaptarse a no estar juntas como hasta ahora.
Esta es la última imagen que Belén Esteban compartía en sus redes sociales junto a su hija Andrea. La joven acababa de cumplir su décimo séptimo cumpleaños. Un momento que suponía el inicio de la cuenta atrás para llegar a su mayoría de edad.
siempre se ha caracterizado por repetir frases que se han convertido en auténticos ‘claims’ de su vida. Uno de los primeros tuvo a Andrea como protagonista cuando una cámara captó una regañina de la colaboradora a su hija. “¡Andrea, cómete el pollo!”. Con los años descubrimos, también por boca de su madre, que a la hija de Jesulín no le gustaba el pollo y, según confesaba en el programa de Robin Food, menos aún escuchar la mítica frase.
Aunque no han trascendido aún los detalles del futuro académico de Andrea, Belén Esteban ha confirmado en varias ocasiones que su hija quiere pasar una temporada en el extranjero, para así huir del ruido mediático que generará su mayoría de edad hasta que todo pase.