Cecilia Giménez, la vecina de Borja que alcanzó reconocimiento internacional tras restaurar el Ecce Homo del santuario de la Misericordia, ha fallecido este lunes a los 94 años en Sancti Spiritus, la residencia de ancianos de la localidad zaragozana.
El alcalde, Eduardo Arilla, ha confirmado su fallecimiento y ha subrayado el profundo cariño que la población sentía por ella. "Se marcha una de las personas más queridas de Borja. Su infinita generosidad queda plasmada en lo que hemos podido hacer gracias a todo lo que ha traído el Ecce Homo", ha comunicado.
Y es que la repercusión internacional de la obra permitió al municipio impulsar mejoras sociales de gran importancia. Entre ellas, Arilla ha recordado la optimización de las instalaciones de la Residencia de 3ª Edad Hospital Sancti Spiritus, así como la generación de beneficios que ayudaron a conceder becas y apoyo económico a los residentes con menos recursos.
Reconocimiento mundial
El nombre de Cecilia Giménez dio la vuelta al mundo en el año 2012, cuando decidió restaurar de forma altruista el denominado Ecce Homo, una deteriorada pintura religiosa que fue realizada alrededor de 1930 por el pintor Elías García Martínez sobre el muro del propio santuario. Aquella intervención despertó inicialmente sorpresa, puesto que alteró de forma bastante visible la pintura original. Pero con el tiempo se convirtió en un fenómeno cultural y mediático sin precedentes, atrayendo visitantes de todo el mundo a Borja y situando a la localidad en el mapa turístico internacional.
Con el paso del tiempo, la obra adquirió un valor simbólico propio y fue interpretada como una expresión de la creatividad espontánea, generando exposiciones, estudios, productos culturales e incluso un pequeño centro de interpretación. Lejos de la polémica inicial, el Ecce Homo se consolidó como un icono contemporáneo y como parte inseparable del legado de Cecilia Giménez.







