El mundo del séptimo arte es un universo, cuanto menos, imprevisible. No son pocos los actores, tanto nacionales como internacionales, que llegan a tocar el cielo de la fama, el lujo y el éxito para, posteriormente, caer en el olvido. Como dice el refrán popular, “cuanto más alto se sube, más dura es la caída", o si no que se lo digan al actor de la mítica serie Aída: "No estoy abajo, estoy en el infierno".
© MediasetAdrián Gordillo —para muchos, el Mecos— no está pasando por un buen momento. De hecho, podría decirse que atraviesa uno de los periodos más complicados de su trayectoria. Está completamente arruinado; el artista no tiene ni siquiera para comer. Reconoce estar viviendo el peor momento de su vida. Actualmente, el intérprete se encuentra, como él mismo dice, "sin un WhatsApp, sin nadie que me apoye, sin nadie", como explicaba mirando fijamente a la cuarta pared, con la mano temblorosa y los ojos llorosos, mientras sujetaba su móvil y pedía ayuda en el programa El tiempo justo.
© MediasetRecordemos que el actor, de 36 años, comenzó su aventura profesional con tan solo 13 años con la obra audiovisual Sueños. Este trabajo del 2003, le permitió alcanzar el éxito y no solo el éxito, sino también un Goya entre sus manos: "He pasado de tener un Goya a encontrarme así, sin nadie que me apoye". El actor, que en sus propias palabras "lo tuvo todo", como él mismo dice, "las mejores discotecas, los mejores restaurantes", ahora se encuentra sin recibir propuestas para actuar en ninguna prueba de producción.
Él lo repite en varias ocasiones: "De estar en la cima del todo, de ser uno de los protagonistas de Aída, a estar arruinado". Su situación es bastante delicada, ya que tiene un hijo pequeño: "No hay nadie que piense que tengo un hijo". Recordemos que quien hacía del íntimo amigo de Jonathan en la serie que duró hasta diez temporadas, y que, por otro lado, pronto lo tendremos de regreso en nuestras pantallas con Aída y vuelta, tiene un hijo de cuatro años.
© MediasetEn 2020 tuvo que afrontar un momento muy trágico en su vida: la muerte de su madre, además del fallecimiento de su padre hace tres años. En este contexto de pérdidas familiares, comenzó a llevar un estilo de vida un tanto delicado: "La noche es muy mala", y experimentó una serie de experiencias que lo han llevado a convivir con su hermano en una habitación de 15 metros cuadrados, que comparte en una casa con otras cinco personas. Sin embargo, no pierde la oportunidad y pide ayuda tras haber cobrado alrededor de 1.000 euros por sesión, recordemos que llegó a rodar hasta seis, por su participación en el reencuentro de Aída y vuelta: "Trabajo de lo que sea: mozo de almacén, albañil, fontanero, actor… me da igual"
