Manuela Velasco, confesiones tras cumplir 50 años: "He decidido que quiero que se vea el paso del tiempo en mí"


La actriz es una de las embajadoras de la novena edición de la iniciativa solidaria 'Solidarity Xmas Tree'


Manuela Velasco posando con uno de los árboles de Xmas Tree© CORTESÍA DE SOLIDARITY XMAS TREE
13 de diciembre de 2025 - 13:43 CET

Para Manuela Velasco, este ha sido un “año extraordinario”. Ha tenido la oportunidad de ponerse en la piel de “personajes que, para mí, tenían que ser contados”, nos cuenta, y ha entrado en una nueva década -el pasado mes de octubre cumplió 50 años-, aunque cualquiera diría que, para ella, el tiempo se ha congelado. “Te aseguro que sí que pasa”, nos dice, entre risas. “Creo que me va a suceder un poco como lo que dicen de Jordi Hurtado… Tengo aquí, en mi iPad, fotos de cuando hice REC (que ya no era tampoco una niña), hace 18 años, y las de ahora, y dices: ¡Ay madre mía!”. 

Entre todos esos sueños cumplidos y proyectos, hay uno muy especial, que le lleva a posar en las páginas de nuestra revista. Es una de las embajadoras -junto a María Esteve y Macarena Gómez- de la novena edición de Solidarity Xmas Tree, la iniciativa solidaria que, un año más, ha vuelto a reunir a firmas de lujo —como Cartier, Chaumet, Chopard, Giorgio Armani, IWC y Loewe— para crear unos árboles navideños que, después, se subastan con fines benéficos.

Macarena Gómez, Manuela Velasco y María Esteve con uno de los árboles solidarios© CORTESÍA DE SOLIDARITY XMAS TREE
Macarena Gómez, Manuela Velasco y María Esteve posan como embajadoras de la iniciativa Solidarity Xmas Tree (que, en estas nueve ediciones, ha conseguido recaudar más de dos millones de euros para diferentes asociaciones benéficas) y junto al árbol creado por la firma Chopard, cuyas joyas lucen las tres en la imagen

En esta ocasión, han logrado recaudar nada menos que 751.000 euros, que se han destinado a las fundaciones Tacumi (que trabaja para conseguir la integración escolar de niños y jóvenes con discapacidad intelectual), Dádoris (que apoya a jóvenes brillantes sin recursos) y Alas (que facilita los apoyos necesarios para acompañar a personas con discapacidad intelectual en la vida adulta).

“Había oído hablar de ello porque conozco mucho a Hiba Abouk, que fue embajadora el año pasado, pero no sabía, en profundidad, en qué consistía este proyecto tan bonito y me ha parecido precioso. Para mí es importantísimo creer en ello. No concibo nunca lo de poner sólo me imagen y que me dé igual”.

¿Pudiste ir a la subasta?

No pude… porque estoy ahora justo en el Centro Dramático Nacional, interpretando la obra Historia de una maestra, de Josefina Aldecoa, que, además, justo habla de todo esto, de la importancia de la educación. Me dio mucha pena. Fue imposible, pero espero estar en próximas ocasiones.

Esta es una obra, además, que te hacía mucha ilusión representar…

¡Sí, sí! Bueno, de hecho, a mí no me llamaron para hacer la función. Me apasiona el teatro, desde siempre, me viene de herencia. Estoy muy atenta cuando los teatros presentan sus temporadas, y vi que iban a hacer esta obra. Publicaban el nombre de la directora, el título… pero no el reparto. Entonces escribí al Centro Dramático Nacional y me comentaron que no había reparto, así que les dije que me gustaría presentarme a las pruebas. Les escribí un correo para ponerme en contacto con la directora y le conté que yo había estudiado en el colegio de Josefina Aldecoa, que fue la directora. Estuve desde los tres años hasta los trece en el Colegio Estilo, también mis primas y mi hermana. Tres generaciones de mujeres de mi familia. A cualquiera le mencionas el colegio y a todos se nos saltan las lágrimas. En esta obra yo, además, hago de Josefina. ¡Imagínate! Es una emoción enorme estar ahí haciendo un tributo a la enseñanza, que me parece tan importante. 

Posas en esta sesión con Macarena y María, pero no has trabajado con ellas, ¿verdad?

Tengo unas anécdotas maravillosas con las dos. María y yo fuimos juntas al Colegio Estilo, a la misma clase y éramos amigas íntimas, de estas de 'hacemos un pacto de sangre'… Sus padres trabajaban mucho con los míos (mi padre era cámara de cine y su madre hizo películas con él). Hemos crecido juntas. Nos pasábamos el día la una en casa de la otra y fue un drama cuando María se fue a Málaga a vivir y nos separaron. María guarda una carta que le escribí cuando se fue y yo estaba muy enfadada por que se iba, y le decía que, si volvía, me pensaría darle un beso (se ríe).
A Macarena también le tengo mucho cariño y la admiro… Le estoy muy agradecida porque, cuando fui al Festival de Venecia, con REC, que yo no estaba invitada, ella estaba allí y me ayudó, me prestó todo lo que tenía para que yo hiciera la alfombra… para que pudiera estar ahí presentable, con una generosidad y una entrega que me sentí acogida y arropada.

Manuela Velasco y María Esteve como embajadoras de Solidarity Xmas Tree© CORTESÍA SOLIDARITY XMAS TREE
Sobre estas líneas, Manuela y María, que se conocen desde que eran unas niñas, cuando estudiaban en el mismo colegio de la capital, al lado del árbol de Cartier. También llevan joyas de la firma.

"María y yo fuimos juntas al Colegio Estilo, a la misma clase, éramos amigas íntimas. Fue un 'drama' cuando se fue a Málaga a vivir y nos separaron"

Así que te haría ilusión coincidir en un proyecto con ellas

Sí, pero esta profesión tiene eso… Yo con Javier Rey he hecho tres series ya, sin embargo, con Macarena, nada. Y mira que lo hace fantástico, que podríamos haber coincidido… Pero no, nada. Cosas de la vida, cuando menos te lo esperes, de repente, estás. 

De hecho, Macarena acaba de trabajar con tu primo en la obra Yo, Capote. ¿A ti te gustaría trabajar con él en algún momento?

Sí, por supuesto, si no fuéramos primos… También de cara a la prensa y todo eso. Se pone el foco en una cosa que no es ni el propio trabajo, ni la obra… sino en la cosa familiar. Eso me pasaba también con mi tía y no me apetecía mucho ese ruido de alrededor… 

Claro, la gente mira más el apellido que el trabajo

Claro, y eso no me interesa. 

"Pienso que los jóvenes necesitan referentes imperfectos, en el sentido de que tengan bolsas en los ojos, que cumplan 50 años y se vea que el tiempo pasa en las caras y en los cuerpos…"

Esto también lo compartes un poco con María, ¿no? Las dos venís de dos sagas importantísimas

Sí… Por eso creo que hemos aprendido mucho de lo que es esto y las dos también llevamos una vida de muy bajo perfil, que no hemos querido entrar en nada de nada. Pienso que, precisamente, por lo que hemos vivido y sufrido en nuestras carnes y en nuestra familia desde que hemos nacido. Siempre estamos muy agradecidas, orgullosísimas y admiramos el legado de nuestras familias, pero una cosa es el trabajo y otra cosa lo de alrededor y también creo que uno debería tener el derecho de llevar adelante su propia vida y realizar su propia carrera sin ser medida ni comparada con un familiar que ha sido brillante en eso. Estar emparentado con alguien que ha sido muy bueno en algo no significa que tú tengas que ser igual ni tener el mismo talento para las mismas cosas ni querer enfocar tu profesión y tu vida de la misma manera. 

El teatro corre por tus venas… pero también has hecho televisión, cine, ¿podrías quedarte con alguno?

No, no quiero quedarme con ninguno. Es como decidir a quién quieres más, si a papá o a mamá. Pero si tuviese que elegir uno, creo que, sin duda, el teatro, porque implica una reunión con otras personas. Es un acuerdo mágico entre el público y los actores. Es un gran lugar para contar historias y a mí, que me encanta comunicarme con el público, hacerle pensar, emocionarse, cuestionarse… Creo que esa es mi verdadera vocación.

Y ahora estás con la serie La agencia

Sí… Hice la prueba, prácticamente, de todos los personajes femeninos menos del que acabé haciendo (se ríe). Al final, acabé siendo Andrea, que para mí ha sido una gran suerte, me ha divertido muchísimo, y me hace gracia porque hay gente por la calle que me dice que me va como anillo al dedo… Y pienso: ¿Cómo puede ser? Si Andrea es una borde, está todo el rato enfadada… Y yo soy todo lo contrario. Yo soy Libra al cien por cien. Pero bueno, eso es que lo debo estar haciendo bien.

Manuela Velasco posando con uno de los árboles de Xmas Tree© CORTESÍA DE SOLIDARITY XMAS TREE
Manuela, con collar de Chaumet, junto al árbol creado por la firma Suarez: el árbol de la joyería Suárez, una obra que le "emocionó porque, de repente, recupera y hace visible un oficio centenario como es el soplado de vidrio de la Real Fábrica de La Granja"

Ya son muchos años en la profesión porque empezaste siendo una niña, con La ley del deseo

Bueno, a ver, eso fue un poco anecdótico. Sucedió que me cogieron, aunque luego hice varias cositas, pero, claro, precisamente porque mi familia se dedicaba a esto, todos me dijeron que fuera al cole y que ya, cuando fuera mayor, decidiese. Así que fui al colegio, al instituto y luego ya la universidad. Cuando terminé, dije: venga, pues voy a estudiar interpretación. Empecé siendo una niña, pero ahí se me quedó. Los fines de semana prefería ver las funciones que hacía mi tía que salir o quedar con mis amigos. Estar entre cajas o en el camerino con ella y con otros actores, ver cómo se transformaban, que daban un paso y se convertían en dioses, reinas o en personajes... Iba a ver funciones todos los días y no me cansaba. 

Han pasado también 18 años de REC, la película que te valió un Goya y te catapultó definitivamente

Sí, sí… ¡Increíble! ¡18 años! Y he cumplido 50 este año, que dices: ¿pero cómo ha pasado esto? Bueno, fue precioso, qué te voy a decir… Con la sabiduría que te va dando el paso del tiempo. Me doy cuenta que lo del Goya fue increíble, lo de Sitges (que también recibimos muchísimos premios, incluido el de actriz). Alucinante sería la palabra, de no creérselo. Además, fui al Festival de Venecia, esa alfombra que había visto toda mi vida y que yo no estaba ni invitada. Cogí el vuelo más barato, iba con mis pantalones rotos… Si ves las fotos, te partes de risa. Los actores de Hollywood llegando en góndolas y yo preguntándome qué hago aquí. Me lo tomé todo con muchísimo sentido del humor. Luego, ya cuando de repente te empiezas a tomar en serio las alfombras rojas y empiezas a a sentirte tan expuesta y tan juzgada… Porque ahora los periodistas son mucho más respetuosos. 

Siendo actriz, me imagino que esa exposición pública, las críticas… conllevará un trabajo con uno mismo importante

Claro, claro. Aprender a verse en imagen, en pantalla, escucharse… es un trabajo. Haces el esfuerzo. Y a medida que te vas haciendo mayor, es muy difícil y es muy difícil seguir viéndose y ver cómo va pasando el tiempo. Yo he decidido que quiero que se vea el paso del tiempo en mí. Creo que los jóvenes de ahora necesitan referentes de personas reales. Pienso que ya hemos superado lo de los filtros de Instagram o las operaciones, ahora es la Inteligencia Artificial. Pienso que los jóvenes necesitan referentes imperfectos, en el sentido de que tengan bolsas en los ojos, que cumplan 50 años y se vea que el tiempo pasa en las caras y en los cuerpos… Eso significa que se ha vivido, se ha sentido, se ha expresado… Lo que pasa es que estamos acostumbrados a que toda la maquinaria se ponga en marcha para ocultar cómo somos. Pero yo estoy muy orgullosa de salir como una mujer de 50, con los problemas que tiene mi personaje, que se acaba de divorciar… Es una persona que está sufriendo, que está en una crisis existencial y que todo eso se refleja en su físico. 

"Me encantaría seguir trabajando cada vez más, con mejores papeles, más complejos y más profundos, que el punto de vista femenino, nuestras historias fuesen contadas o interesasen y tuvieran mucha demanda"

Acabas de cumplir 50, pero parece que, por ti, no pasa el tiempo

Ya, pero yo creo que es más una cuestión energética. Pienso que a mí me va a pasar un poco como esta cosa que dicen de Jordi Hurtado. Y como que tengo como rasgos aniñados, pero te aseguro que pasa el tiempo.

¿Y cómo te ves en esta nueva década? 

Seguramente me va a tocar lidiar con este paso del que, afortunadamente, ahora se empieza a hablar más, que es la menopausia. Un cambio físico que empiezo a intuir va a ser una revolución grande. Me imagino que será una década de de de redescubrimiento, de mi cuerpo y de mi energía… Yo lo que desearía realmente es seguir trabajando, que dejáramos de hablar de que a partir de los 40 o los 50 no hay papeles para mujeres. Me encantaría seguir trabajando cada vez más, con mejores papeles, más complejos y más profundos, que el punto de vista femenino, nuestras historias fuesen contadas o interesasen y tuvieran mucha demanda. Y buscaré compaginar vivir en el ajetreo de la gran ciudad, cuando estoy trabajando, y cada vez más en el campo, en las épocas de parón.

Se acerca la Navidad… ¿Eres de las que te gusta celebrarla y te vuelves ‘loca’ con la decoración?

No, nada de eso. No pongo árbol ni nada. Esta iniciativa me ha parecido una reinterpretación de la decoración navideña y eso sí que me gusta. Me han emocionado algunos árboles. ¿Sabes qué me pasa a mí? Que con el paso de los años va faltando gente ya en la familia y, en muchas familias, se compensa con la alegría de los que vienen detrás. Pero en la mía… no es así. Entonces todo me recuerda a los que ya no están y eso me da mucha penita, la verdad. Y me gusta que me toquen trabajando, como este año.

El árbol de IWC© CORTESÍA SOLIDARITY XMAS TREE
El árbol navideño de IWC
El árbol navideño de Loewe© CORTESÍA SOLIDARITY XMAS TREE
El árbol de Loewe
El árbol de Chaumet© CORTESÍA SOLIDARITY XMAS TREE
El árbol de Chaumet
El árbol de Cartier© CORTESÍA SOLIDARITY XMAS TREE
El árbol de Cartier

¿Y qué balance haces de este año?

Para mí ha sido un año muy muy bueno, la verdad. Creo que ha sido un año en lo profesional extraordinario, porque he tenido la oportunidad de realmente de hacer unos personajes que para mí tenían que ser contados, como Carmen Conde, la primera mujer que entró en la Real Academia de la Lengua; la serie La agencia, como ya te he dicho, que ha sido un proyecto gozoso y también me ha dado la oportunidad de encarnar a una mujer de mi edad con problemas y asuntos de una mujer de mi edad... Y claro, es que me he pasado prácticamente todo el año trabajando. Pasamos muchísimas horas al día entonces, pero luego también he podido recargar pilas en el campo. He tenido la oportunidad de estar unos meses allí con mis padres y en contacto con la naturaleza. Te va a parecer una cosa así, un poco naíf, pero he aprendido a cuidar un huerto, a plantarlo, a sacarlo adelante. Y ahora quiero volver. Quiero hacer todo el proceso de invierno, quiero quitarlo. Quiero preparar la tierra para volver a sembrar. O sea, como que ha habido algo también de contacto con la naturaleza y de aprovechar el tiempo con mis padres, con mi pareja, con mi hermana... Ha sido un año también de tomar mucha conciencia y de mucho aprendizaje.

¿Tienes alguna lista de propósitos para este nuevo año?

Bueno, alguna debería tener, pero, de momento, no... Aunque sí dejar más el móvil, que lo coges para mirar una cosa concreta y no sabes qué ha pasado, que llevas dos horas scrollear y ni siquiera te acuerdas ya de qué habías ido a buscar. Un propósito podría ser volver a los móviles de los dos mil, con los que llamabas y mandabas mensajes. Y otra cosa que tiene que ver con lo de entrar en los 50 es que tengo que comprometerme ya, sí o sí, con hacer ejercicio. Creo que es necesario, a partir de esta edad, el ejercicio de fuerza. Yo me muevo mucho, camino... Pero ha llegado la hora de tomarse muy en serio el cuerpo para poder vivir muy bien muchos años. 

TEXTO

Ana Caaveiro

FOTOS

CORTESÍA DE SOLIDARITY XMAS TREE


ESTILISMO

DIEGO SERNA

LOOK 1

Giorgio Armani/ Sandalias: Aquazzura y Lily & You

LOOK 2

Manuela. Vestido: Isabel Sanchis/ María. Vestido Sportmax

LOOK 3

Manuela con casquete, body y falda de seda Loro Piana, salones de Aquazzura

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.