Va todo tan bien que, incluso, repiten destino. O mejor dicho, que parece que no se mueven de él. Como si la pareja hubiera encontrado ya su lugar en el mundo. Ese en el que amar y ser amados. Y no hace falta que les digamos cuál es; bastaría tan solo con leer la palabra "amoR" al revés para descubrirlo. Y sí, efectivamente, hablamos de Roma.
Una ciudad con la que Harry Styles se mantiene unido desde hace tiempo. Durante este 2025 se ha convertido casi en un personaje más de su historia con Zoë Kravitz. La capital italiana ha sido el escenario de los inicios de su historia de amor, que se hacía pública a finales de este verano con las primeras imágenes cómplices de la pareja paseando. Visitas a cafés históricos, paseos por sus preciosas calles llenos de gestos de cariño y escapadas varias han formado parte del relato de sus primeros meses de noviazgo.
Que el ex líder de One Direction y ex hombre más sexi del mundo (prepárate Jonathan Bailey, que su venganza será cruel) ya la había elegido como centro de operaciones. Acuérdense de que se compró una casa en Civita di Bagnoregio, la "città che muore", a muy poquitos kilómetros de la "città eterna" y de que es vecino de su "bestie", el director creativo de Valentino, Alessandro Michele. Pero es que ahora es aquí donde, además, graba su próximo trabajo, ese que solo ha escuchado Ed Sheeran, y donde, junto a Zöe Kravitz —que rueda ahora a la vera del Támesis y no en Hollywood—, vive una de esas historias de amor a lo EM Foster o Henry James, sin temor a que nadie le fotografíe. O a pesar de ello.
Aquí los hemos visto entre callejuelas empedradas, boutiques adamascadas, fuentes barrocas y palacios descascarillados, perdiéndose, cogiéndose de la mano o besándose. Por primera vez en mayo, para, después, subir(se) las temperaturas en agosto y ahora, en diciembre, guarecerse entre cashmeres y alpacas bajo toda la gama cromática de grises posible.
Los cronistas de guardia han ido siguiendo este itinerario casi estacional: en primavera, primeras imágenes discretas, con ellos paseando por Italia del brazo y desatando los rumores de romance; en pleno verano, cuando diversas imágenes de la pareja paseando por el centro histórico de Roma dieron la vuelta al mundo.
No solo en Roma: también se les ha visto juntos en otras ciudades como Nueva York o Londres, paseando de la mano y confirmando que lo suyo va mucho más allá de una escapada puntual. Pero, cuando necesitan alejarse un poco del ruido, vuelven a Italia y Roma. Además, la hija de Lenny Kravitz dio un paso importante al organizar una comida en el restaurante Sant Ambroeus, en el West Village de Nueva York, para presentar oficialmente a Harry a su padre. Lenny quedó encantado con el británico y que la aprobación paterna no ha hecho más que consolidar la relación. Desde entonces, cada nueva aparición pública se lee como una confirmación de que lo suyo va mucho más allá de un simple “amor de verano”.
Lo suyo ya está oficializado y es… serio. Al menos, por parte de la novia, que a Lenny padre todo le pareció fetén tras su meeting en Manhattan. No así en cambio por parte de Harry. Olivia Wilde, con sus "3X" (exnovia, examiga de Zoe y expatriada, también en Italia) está en contra. Habría comentado que este romance le resulta "incómodo" por aquello de encontrarse en una esquina... Que está visto que el desamor es también exclusivo y excluyente. Incluso, con los espacios: no se comparten.










