En un texto cargado de emoción, dignidad y honestidad, Alfonso J. Ussía ha despedido a su padre, fallecido este viernes a los 77 años de edad, con una carta íntima que ha conmovido al mundo de las letras y a todos aquellos que siguieron su carrera. Bajo el título "De Ussía a Ussía", el también escritor se ha querido despedir públicamente de su padre con un relato de amor, memoria, pérdida y gratitud que trasciende lo personal, para recordar la huella imborrable que su padre dejó en la literatura, en el periodismo y en quienes le conocieron.
Un legado que va más allá del miedo a la muerte
Alfonso Ussía ha muerto tras una vida entregada a la palabra —ya fuera escrita, recitada o compartida en tertulias y tertulianos de radio y televisión. A lo largo de décadas, construyó un estilo propio: satírico, directo, memorable. Pero para su hijo, ese legado era muy distinto: no solo columnas, libros o notoriedad; sobre todo, un legado íntimo. En su carta, Alfonso J. describe el despacho paterno, “el despacho de García de Paredes”, donde su padre escribía, vivía, respiraba ideas, hasta el último aliento.
Y ese despacho se convierte, en palabras de su hijo, en una metáfora del vacío que deja su marcha: “Te despido sin flores ni discursos: apenas el ruido del teclado negándose a aceptar la última frase".
Honestidad, discreción y dignidad, los valores de su padre
Más allá del dolor, la carta del hijo del afamado autor es una defensa de los valores que, según su hijo, definían a su conocido padre: honestidad, discreción, dignidad. Un hombre que “siempre despreciaste el sentimentalismo”, y que, sin embargo, logra emocionar en su ausencia con la belleza de una prosa sincera.
“Las verdades que duelen son las que fundan la literatura. Por eso importa”, escribe Alfonso J. un hijo que escribe desde la con la convicción de quien ha heredado una forma de ver el mundo. Destacando el arte al que su padre dedicó una vida entera, la literatura, como puente para mantener viva por siempre la voz de Alfonso Ussía.
Un hombre multifacético, querido y respetado
Alfonso Ussía dejó una huella profunda en el periodismo español. Como escritor y columnista, transitó por medios como ABC, Diario 16, La Razón, El Cocodrilo — revista que dirigió —, y fue pionero en combinar la ironía con una aguda mirada social. También destacó por su vertiente literaria y satírica, con numerosas obras que le ganaron el respeto de lectores de todas las generaciones.
Sin embargo, en la carta destaca la faceta de Ussía como padre, el hombre de familia, el hijo agradecido que guardaba el recuerdo de un hogar con diez hermanos, de noches alrededor de la música clásica, de historias compartidas: “Leyéndote, supe quién eras; escribiéndote puedo decirte adiós", reza en la carta de despedida.
Su faceta de padre y abuelo de 8 nietos
Alfonso Ussía pertenecía a una familia con profundas raíces literarias y aristocráticas: era hijo de Luis de Ussía y Gavaldá, II conde de los Gaitanes y de María de la Asunción Muñoz-Seca y Ariza. Por vía materna, era nieto del célebre dramaturgo Pedro Muñoz Seca.
Esta herencia familiar marcó en buena parte su personalidad, su respeto por las letras y su sentido de pertenencia a una saga con memoria histórica. En el ámbito personal, Alfonso Ussía estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y con quien formó una familia numerosa con ocho nietos.
Alfonso J. Ussía ha seguido los pasos de su padre en la literatura y el periodismo, heredando ese impulso por escribir desde la experiencia y la memoria.








