La tercera fase de Hasta el fin del mundo dio comienzo el pasado 19 de noviembre, esta vez en Colombia como escenario principal. El cansancio acumulado y las tensiones producto de las precarias condiciones en las que viajan los concursantes comienzan a pasar factura a las parejas. De ello han sido testigos Yolanda Ramos y Ainoa Olivares, que han vivido su primera pelea y la intensidad del altercado ha llevado a ambas mujeres a romper en lágrimas.
Yolanda explicó a su sobrina que la situación le había sobrepasado porque tuvo la sensación de que no confiaba en ella: "Tu te crees que lo haces mejor que yo. La diferencia está en que yo confió en ti y tu no en mí", le espetó sin miramientos, a medida que el enfado iba en aumento. "Te voy a decir una cosa, que yo no me enfade porque, te lo juro, paro aquí", añadió.
Tras llegar a un punto medio y finalmente solventar la situación, ninguna de las dos fue capaz de contener el llanto. Más tarde, la humorista llegaba eufórica a la meta junto a Paula Vázquez y meditaba sobre la discusión y cómo le había hecho sentir: "Me preguntaba viniendo en el coche porqué acabo rodeado de gente siempre que no me toma en serio", se sinceró ante las cámaras.
Aunque ambas se habían mostrado muy apenadas por lo sucedido, ninguno de los dos quiso rizar más el rizo y trataron de quitarle hierro al asunto. Sin embargo, eso no frenó a Ainoa Olivares de romperse y mostrar su vulnerabilidad al reconocer que aquella disputa realmente las había distanciado como pareja. Con todo, tía y sobrina afirmaron que durante esta nueva etapa volverían a afianzar su buena relación.
La fiesta de cumpleaños de Yolanda que las unía de nuevo
"Al final rozas y ya está. No voy a hablar más de mi tía porque son peleas y ya está. Estoy con ella pero me siento muy sola muchas veces", reconoció Ainoa al darse cuenta de que su actitud y su manera de tratar d avanzar en la carrera fue un tanto malinterpretada. "No tenía ganas de vivir y es que disfruto de la vida. Si vuelvo lo tenemos que recordar", aseguró, mostrando cariño a su compañera mientras ambas disfrutaban del paisaje que las rodeaba.
Juntas tuvieron la oportunidad de celebrar el cumpleaños de Yolanda Ramos, y durante el evento el dúo reflexionó sobre la familia y la vida que habían dejado atrás en España para adentrarse en esta aventura. Ese pasado común evocó en ambas una nostalgia compartida que hizo que la discusión quedara completamente olvidada. Es más, Ainoa recalcó en varias ocasiones lo afortunada y feliz que s sentía de haber consolidado con su tía aquella "extraña unión", que ella consideraba de lo más esencial.







